¿Dónde hace calor en diciembre? Los mejores destinos para disfrutar del buen tiempo en invierno

La búsqueda de temperaturas suaves en pleno invierno lleva a destinos en África, América, Asia y Europa, donde playas, paisajes volcánicos o ciudades vibrantes conservan el clima cálido

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La playa de Anfi del
La playa de Anfi del Mar está situada en el sur de Gran Canaria, entre Puerto Rico y Arguineguín, cerca de Mogán. (AdobeStock)

Cuando las noches se acortan y descienden las temperaturas, la idea de cambiar el abrigo y el frío por paisajes soleados se convierte en el objetivo de muchos viajeros. El invierno al norte del ecuador coincide con el verano al sur, y hay islas y ciudades de todo el mundo que mantienen sus temperaturas estivales incluso en pleno diciembre. Opciones no faltan: desde las costas del Caribe hasta el sur de África, pasando por Asia, Europa y Oceanía, la lista de destinos con sol invernal es amplia y variada.

Gran Canaria: naturaleza y vida urbana

Gran Canaria, una de las más cálidas de las Islas Canarias durante todo el año, ofrece mucho más que playas. Su capital, Las Palmas, presume de una vida urbana moderna y de un encantador casco viejo, Vegueta. Museos como el Museo Canario y la casa de Colón acercan la historia de la isla. El paisaje natural de la isla destaca por sus montañas, barrancos e iconos como el Roque Nublo, una mole volcánica de 67 metros. Las playas de Las Canteras, Amadores, Anfi del Mar o Güi Güi - que exige llegar en barco o a través de una ruta de senderismo - son solo algunas de las más recomendadas para relajarse. Puerto Rico y Maspalomas, con sus famosas dunas, concentran gran parte de la actividad turística.

Lanzarote: volcánica y tranquila

Lanzarote mantiene temperaturas medias de 22°C en diciembre, rodeada de más de 300 conos volcánicos y playas doradas. Su capital, Arrecife, es una pequeña ciudad portuaria con ambiente local y una animada zona de bares cerca del mar. Costa Teguise y Playa Blanca son los principales destinos turísticos. Entre los paisajes más impresionantes sobresale el Parque Nacional de Timanfaya, las cuevas de Los Hervideros y los Jameos del Agua, un enclave natural convertido en centro cultural y artístico en el interior de una cueva volcánica.

Tenerife: paisajes volcánicos y ambiente costero

Tenerife se mantiene como destino favorito para quienes buscan temperaturas suaves en diciembre, con medias en torno a 21°C. Santa Cruz de Tenerife es la capital y el principal centro de interés, acompañada por resorts como Los Cristianos o Playa de las Américas. El volcán Teide, punto más alto de España con 3.715 metros, corona un parque nacional de paisajes volcánicos y senderos boscosos. La isla suma playas como Las Teresitas y los acantilados de Los Gigantes.

Cancún y la Riviera Maya: paraíso mexicano todo el año

En la península de Yucatán, Cancún es sinónimo de sol y temperatura veraniega en diciembre, con termómetros que llegan a 30°C. Las playas de aguas turquesa como Playa Delfines y Playa del Carmen se suman a la oferta cultural de la zona: ruinas mayas en Tulum y Chichen Itzá, el Museo Maya o excursiones a cenotes y ciudades coloniales como Mérida. La barrera de arrecifes ofrece puntos de buceo de primer nivel y actividades naturales únicas.

Cancún y la Riviera Maya:
Cancún y la Riviera Maya: paraíso mexicano todo el año (Abel Doñé, Europa Press)

Mascate: historia y relax oriental

Mascate, la capital omaní, situada entre las montañas Hajar y el golfo de Omán, ofrece paisajes fotogénicos y un sinfín de contrastes. Modernidad y tradición conviven en sus barrios, desde Old Muscat hasta Muttrah, donde el zoco anima las tardes y la Corniche invita a largos paseos junto al mar. Al Qurum ofrece un entorno de playa. El patrimonio arquitectónico incluye la Gran Mezquita y el palacio Al Alam, mientras el Museo Nacional resume la historia del país. Mascate es un excelente punto de partida para explorar oasis y ciudades históricas del interior.

Sídney: verano australiano bajo la Ópera

En el hemisferio sur, Sídney ofrece pleno verano mientras en el norte es invierno. Referente arquitectónico mundial, cuenta con iconos como la Ópera y el Harbour Bridge y playas emblemáticas como Bondi Beach o Manly. La ciudad combina vida cultural y barrios eclécticos como The Rocks o Surry Hills, museos, galerías y jardines botánicos. La bahía invita a navegar y descubrir nuevos horizontes.

Chipre: en el cálido Mediterráneo

Chipre presume de ser uno de los países más cálidos de Europa en invierno. Limassol combina modernidad y ruinas milenarias. Pasear por su marina al atardecer es un clásico, y entre sus atractivos destacan el castillo, las ruinas antiguas de Amathus y el oasis del Jardín Municipal. Playas como Lady’s Mile, Dasoudi o Governor’s Beach garantizan baños y deportes náuticos hasta bien entrado el invierno europeo. Pafos, también en Chipre, mantiene temperaturas en torno a 20°C que invitan tanto al relax como a la exploración arqueológica. Las playas rodeadas de acantilados dorados y aguas turquesas, como Aphrodite’s Rock o Coral Bay, compiten con los yacimientos del Parque Arqueológico de Kato Pafos y la Necrópolis de las Tumbas de los Reyes. El casco antiguo y el castillo de Pafos dan paso a restaurantes al aire libre y rincones ideales para disfrutar de la puesta de sol.

Bangkok: energía urbana y tradición tailandesa

La capital de Tailandia mantiene su clima cálido durante todo el año. Bangkok rebosa vida entre mercados, templos y barrios icónicos como Chinatown o Khao San Road. Para los viajes culturales, el barrio de Ko Ratanakosin reúne los templos más importantes, entre ellos el Gran Palacio, el Wat Phra Kaew y el complejo de Wat Pho. Más allá del bullicio, las playas de Phuket o islas cercanas frecuentemente se disfrutan como extensión del viaje.

Madeira: una isla de naturaleza salvaje

El archipiélago portugués de Madeira presume de temperaturas en torno a 20°C, naturaleza virgen y paisajes volcánicos. Funchal, la capital, invita a deambular por calles de casas blancas y tejados rojos. Lejos de la ciudad, las levadas permiten recorrer bosques, montañas y acantilados. Es un paraíso para los amantes del senderismo, la aventura y los deportes en la naturaleza.

Mirador de Eira do Serrado, en
Mirador de Eira do Serrado, en Madeira (Adobe Stock).

Ciudad del Cabo: verano al pie de Table Mountain

En el sur de África, Ciudad del Cabo vive el verano en diciembre con días soleados y temperaturas por encima de los 20°C. Playas como Camps Bay y Muizenberg atraen a quienes buscan el Atlántico. El Jardín Botánico Nacional Kirstenbosch y Table Mountain son imprescindibles. Los barrios del Waterfront y Bo-Kaap encierran restaurantes, mercados y cultura local. Robben Island, donde estuvo preso Nelson Mandela, es una visita habitual entre los turistas interesados en la historia reciente.

Gibraltar: la Roca con aire británico y gaditano

Punto de encuentro entre Europa y África, Gibraltar conserva un ambiente singular. La subida a la Roca, en teleférico o a pie, recompensa con vistas al Estrecho y a las costas africanas y la presencia única de macacos. La Cueva de San Miguel es un escenario natural y cultural. El reducido tamaño del territorio permite recorrer el casco antiguo, el Castillo Moro y los históricos túneles del Gran Asedio, además de disfrutar de terrazas y bares con aire británico.

Hurghada: sol y coral en Egipto

En la costa del Mar Rojo, Hurghada es famosa por sus arrecifes y playas, sin el calor extremo del verano egipcio. Ofrece diversión nocturna, alojamientos familiares y excursiones al desierto o a islas como Giftun. Las playas como Mahmya invitan al descanso bajo el sol invernal, y el submarinismo es uno de sus grandes atractivos para quienes buscan explorar el fondo marino tropical sin alejarse demasiado de Europa.