Los Bomberos de Santiago de Compostela se niegan a hacer horas extra y el parque se queda con solo cuatro efectivos

La falta de personal y el impago de las horas extraordinarias desde hace casi un año dejan el servicio de emergencias compostelano al borde de la inoperatividad

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Protesta de bomberos comarcales quemándose
Protesta de bomberos comarcales quemándose a lo bonzo en Santiago (Europa Press)

La ciudad de Santiago de Compostela se enfrenta este miércoles a una nueva jornada crítica en la cobertura de emergencias. El parque de Bomberos volverá a funcionar con solo cuatro efectivos durante las próximas 24 horas, una cifra muy por debajo del mínimo operativo establecido en los protocolos internos del servicio y en el plan de emergencias municipal. La falta de personal, unida a la negativa de bomberos y policías locales a realizar más horas extraordinarias, ha llevado al límite la capacidad de respuesta de la capital gallega ante posibles incendios o accidentes graves.

Según fuentes sindicales, la dotación mínima necesaria para garantizar la operatividad del parque debería estar compuesta por nueve personas —siete bomberos, un cabo y un sargento—. Sin embargo, el Ayuntamiento compostelano insiste en que las instalaciones no se encuentran cerradas, pese a que, en la práctica, no cuentan con los medios humanos suficientes para atender emergencias que requieran una intervención compleja. Ante esta situación, y en caso de un incendio o accidente grave, el servicio de emergencias 112 deberá movilizar a efectivos de otros ayuntamientos cercanos para reforzar el operativo en Santiago.

Tercera jornada con el parque “inoperativo”

El aviso de una nueva jornada en mínimos fue difundido por los propios bomberos a través de su cuenta de Instagram, donde alertaron de que, a partir de las 22.00 horas de este martes, el parque volvería a estar “inoperativo”. Se trata de la tercera ocasión desde el pasado lunes 27 de octubre en que el cuerpo se encuentra en esta situación. En sus mensajes, los profesionales insisten en que no pueden garantizar la seguridad de la ciudadanía con tan solo cuatro bomberos de guardia, una dotación que apenas permite realizar tareas de menor riesgo, como la retirada de ramas caídas o limpiezas de calzada.

Los sindicatos subrayan que, en caso de un incendio o de un accidente de tráfico con personas atrapadas, el personal disponible sería claramente insuficiente. “Para excarcelar a las víctimas de dos vehículos implicados harían falta, como mínimo, seis bomberos, y nosotros tenemos cuatro para toda la ciudad”, señalan fuentes del cuerpo. La precariedad de medios humanos ha convertido a Santiago en un punto especialmente vulnerable ante cualquier emergencia de envergadura.

Un efectivo de bomberos durante
Un efectivo de bomberos durante las labores de extinción de un incendio en una vivienda de Santiago de Compostela (César Arxina / Europa Press)

La protesta: dejar de hacer horas extra

La situación actual es consecuencia directa de la decisión de los bomberos y de los agentes de la Policía Local de dejar de realizar horas extraordinarias. Con este gesto, ambos colectivos quieren poner de manifiesto la falta de personal que arrastran desde hace años y exigir soluciones al Concello. Los sindicatos recuerdan que las horas extra no se abonan desde noviembre del año pasado y que, además, el personal lleva tiempo reclamando una revisión salarial acorde con las responsabilidades y las cargas de trabajo que asumen.

El conflicto laboral se encuentra en un punto de inflexión. El próximo viernes está previsto el inicio de las negociaciones entre representantes sindicales y el Ayuntamiento para abordar las mejoras retributivas y la reorganización de los turnos de trabajo. Mientras tanto, el servicio continúa al borde del colapso, y la plantilla, visiblemente agotada tras años de sobrecarga laboral, ha decidido plantarse y no asumir más horas de refuerzo.

Años de recortes

La raíz del problema se remonta a la imposibilidad de reponer las jubilaciones durante los años posteriores a la crisis económica de 2008. La plantilla del parque compostelano llegó a contar con 75 efectivos, pero actualmente, según datos del propio Concello, dispone de 56. No obstante, fuentes internas del cuerpo aseguran que la cifra real es aún menor, situándose en torno a los 44 bomberos en activo. Este número, advierten, no permite establecer turnos con los efectivos que recomienda la normativa operativa ni garantizar la seguridad de las intervenciones.

La ola de incendios de 2025 se ha posicionado como el peor año de superficie quemada de las últimas décadas

Ante la falta de personal, muchos bomberos han llegado a acumular hasta 72 horas de trabajo semanal, una situación insostenible que ha llevado a los profesionales a poner fin a su disponibilidad para cubrir más turnos. El desgaste, la presión y la sensación de abandono institucional han ido minando la moral del cuerpo, que se ve obligado a funcionar con recursos cada vez más limitados.

El pasado viernes, cuando el parque también quedó con solo cuatro efectivos, el Ayuntamiento aseguró que la ciudad podía atender la mayor parte de las incidencias que suelen registrarse, argumentando que “habitualmente no son graves”. Sin embargo, los sindicatos advierten de que confiar en la estadística es asumir un riesgo innecesario y peligroso para la ciudadanía compostelana, que podría verse desprotegida ante cualquier emergencia que exija una respuesta inmediata y coordinada.