Arturo Valls estrena la segunda temporada de ‘El 1%’: “Invitaría a Donald Trump a ‘Ahora caigo’ para tirarlo por la trampilla”

El conductor de televisión valenciano vuelve a acompañar a 100 nuevos concursantes que intentarán hacerse con el bote de 100.000 euros y, en una entrevista para ‘Infobae España’, revela las novedades de este proyecto

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Arturo Valls, presentador del espacio
Arturo Valls, presentador del espacio 'El 1%' (Atresmedia)

El 1% de la población no sabe que la paella valenciana en sus orígenes se hacía con ratas de campo”. Un dato que, si bien para muchos puede ser impensable, lo cierto es que, de conocerlo, podrías llevarte 100.000 euros de premio. Tras el éxito de su primera edición, El 1% regresa a Antena 3 la noche de este miércoles, 29 de octubre, a las 22:50 horas.

Arturo Valls es el encargado de acompañar a los 100 concursantes que intentarán pertenecer al selecto club del 1%. Para ello, deberán responder correctamente a una pregunta que solo el 1% de la población española acertaría y, con ello, se llevarían el gran premio del concurso. Aunque “hay una norma no escrita que dice que lo que funciona bien, mejor no lo toques”, tal y como afirma el valenciano en una entrevista para Infobae España, lo cierto es que el formato presenta pequeñas novedades.

Arturo Valls, conductor del concurso
Arturo Valls, conductor del concurso de Antena 3 'El 1%' (Atresmedia)

Hay famosos como invitados y tienen un poquito más de presencia. Es decir, interactúan un poco más. Además, hay algunas preguntas que tienen que ver con ellos”, revela el también humorista en la entrevista, añadiendo que otra de las grandes diferencias respecto a la primera temporada es que habrá “un poquito más de humor, de entretenimiento y de comedia”.

Y, hablando de rostros conocidos, el actor de Villaciosa de al lado tiene claro a qué dos personales le gustaría ver en el concurso. “Invitaría a Ibai, que sé que le gustan mucho los concursos, o a Donald Trump, aunque a él mejor lo veo a Ahora Caigo para tirarlo por la trampilla". En la entrevista, Arturo Valls confiesa que le ha sido complicado contener el humor y encontrar momentos para hacer bromas. “Ten en cuenta que yo vengo de un parque de atracciones con Ahora Caigo. Ahí había barra libre para hacer el tonto", afirma, entre risas.

“No soy buen concursante”

De acuerdo con su testimonio, el hecho de que el programa no fuese en horario prime time y que hubiese menos dinero en juego, le permitía hacer alarde de su característico sentido del humor. Sin embargo, en El 1% ha tenido que “hacer un ejercicio de contención para darle un poquito más de solemnidad y seriedad. Pero, al final, la cabra tira al monte y la interacción con los concursantes ha dado situaciones más divertidas. Ha sido un reto interesante”.

Arturo Valls en el espacio
Arturo Valls en el espacio 'El 1%' (Atresmedia)

Según Valls, el secreto detrás del éxito de este programa es que es un formato que permite que el público también participe, como si fuese un concursante más, pero desde la comodidad de su hogar. “El tipo de preguntas es lo que ha marcado un poco la diferencia. Las preguntas no tienen tanto que ver con conocimientos culturales o los conocimientos académicos que uno tenga, sino con el sentido común, con la lógica, con cómo funciona tu cabeza. Y esto ha hecho que la gente se enganche bastante al programa”, explica a este medio.

Presentación de la nueva identidad de Antena 3. (Atresmedia)

Pese a que le encanta la dinámica del programa y se lo pasa superbién, lo cierto es que tiene claro que no abandonaría su rol de conductor del espacio para ser participante del programa. “Casi que prefiero estar presentando que concursando. Me pongo muy nervioso y me agobio con el tiempo. Empiezo a pensar en chorradas a ver qué chiste puedo hacer. No soy buen concursante, no te creas”, confiesa, admitiendo que acostumbra a ver las cifras de audiencias, aunque con un matiz bastante diferente respecto a cómo lo hacía antes. “Suelo mirar las cifras de audiencias al principio, ahora ya no tanto la verdad. Uno se da cuenta de que no todo depende de tu trabajo y del propio producto, sino de lo que tienes enfrente. Antes cuando no eran buenas, te enfadabas. Ahora, si no son buenas, pues dices ‘oye mi trabajo está bien’”.