Cuánto cuesta un euro frente al dólar este 27 de octubre

Así se comportó la divisa europea frente a la estadounidense

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El euro es la moneda
El euro es la moneda de la Unión Europea y su símbolo es €. (Jesús Avilés/Infobae)

El tipo de cambio euro-dólar continúa siendo un termómetro clave para medir la percepción de riesgo en los mercados internacionales. Esta paridad refleja no solo la fortaleza relativa de ambas economías, sino también las expectativas de los inversionistas sobre tasas de interés, crecimiento y política monetaria.

En las últimas jornadas, el par EUR/USD ha mostrado movimientos derivados de las últimas decisiones de los bancos centrales y la evolución de los indicadores macroeconómicos de ambos lados del Atlántico.

A continuación, te presentamos los últimos movimientos del tipo de cambio correspondientes al 27 de octubre, así como los principales elementos que han influido en su variación.

Precio del dólar en euros hoy

El euro, también llamada moneda
El euro, también llamada moneda única, es la moneda oficial de la Unión Europea. (Archivo Infobae/Agencias)

En el ámbito financiero, el tipo de cambio es un indicador clave de la salud económica. Actualmente, 1 dólar estadounidense está cambiándose por 0,8603 euros

Estas cifras resaltan la dinámica de las economías que impactan no solo en el comercio exterior sino también en la inversión y la planificación financiera a nivel empresarial y personal. 

La evolución de este tipo de cambio es especialmente crítica para sectores que dependen de la importación o exportación de bienes y servicios entre estas dos regiones, obligando a una revisión continua de estrategias para mitigar riesgos y aprovechar oportunidades. 

Previsiones económicas para Europa este 2025

El euro es la moneda
El euro es la moneda oficial de 20 países de la Unión Europea. (Archivo Infobae/Agencias)

La Comisión Europea destacó en su más reciente reporte de primavera de 2025 que la economía de la región arrancó con una base más sólida de lo previsto y se espera que mantenga un ritmo moderado en lo que resta de este periodo con una recuperación previstas para el 2026, a pesar de la incertidumbre de los mercados globales y las tensiones comerciales.

Se espera que el proceso desinflacionario en curso avance de forma sostenida, tras moderarse hasta el 2.4% en 2024 y se proyecta que la inflación en la eurozona alcance el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) del 2% para este año y mantenga este tendencia en 2026.

Los mercados globales se mantienen a la expectativa de las políticas comerciales de Estados Unidos, principalmente la imposición de aranceles impulsados por la administración de Donald Trump a sus principales socios comerciales.

La Comisión Europea especificó que si bien el aumento de los aranceles desplaza la demanda estadounidense de las importaciones hacia los bienes de producción nacional, también actúa como un shock adverso de oferta, puesto que encarece los bienes extranjeros para los hogares y las empresas estadounidenses.

Un 2025 de sobresaltos

A lo largo de su historia, la moneda europea ha sufrido varias caídas que afectaron tanto su cotización como la confianza en la economía de la Eurozona. Una de las más severas ocurrió en 2010, durante la crisis de deuda soberana. Países como Grecia, Irlanda y España atravesaban serios problemas financieros, lo que llevó a la creación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para frenar el contagio y restaurar la confianza.

Otro momento crítico se dio entre 2022 y 2023, cuando el euro cayó a su nivel más bajo frente al dólar en dos décadas, alcanzando la paridad 1:1. La guerra en Ucrania, la crisis energética por el recorte del gas ruso y la diferencia en políticas monetarias entre el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Europeo de Desarrollo (FED) provocaron una fuga de capitales hacia el dólar, debilitando aún más la divisa europea.

Para 2025, el valor del euro volvió a resentirse tras un acuerdo comercial con Estados Unidos que elevó los aranceles a exportaciones europeas. Esto generó inquietud sobre una posible desaceleración económica en la región, reflejando la vulnerabilidad de la moneda frente a tensiones comerciales.

En 2012, durante una etapa crítica de la crisis financiera, la imposibilidad de devaluar a nivel nacional dentro de la Eurozona agravó los desequilibrios. La caída del tipo de cambio afectó exportaciones clave, especialmente de Alemania y contribuyó a una mayor incertidumbre económica en el bloque.