
Un hombre de 82 años y una mujer de 60 han sido acusados esta semana de presuntamente retener de manera ilegal y realizar actos de tortura y barbarie a una mujer de 45 años. Los hechos han ocurrido en el municipio francés de Saint-Molf, en el departamento de Loira Atlántico.
El pasado 14 de octubre, la víctima, que presenta problemas psicológicos, llegó a casa de sus vecinos sobre las 21.30 horas, aprovechando que su presunto captor se encontraba viendo la televisión. Según han publicado medios como Le Monde o Ouest France, la mujer, que estaba “prácticamente desnuda”, llegó y golpeó la ventana.
Tal y como relató la víctima y difundieron las autoridades a los medios de comunicación franceses, la víctima llevaría retenida cinco años, en los que se había visto forzada a vivir en condiciones infrahumanas en una tienda de campaña en el jardín o en el garaje de la vivienda. Tras conseguir llegar a la casa de los vecinos, fue hospitalizada debido a un estado de hipotermia.
Condiciones precarias y estado de vulnerabilidad
La denunciante explicó que con anterioridad había vivido con la mujer acusada en el inmueble compartido. Fue cuando llegó el hombre de 82 años cuando la situación cambió: le pidieron que abandonara la casa o que se moviese al jardín o al garaje, cuya puerta, según las autoridades, se encontraba bloqueada desde el exterior con bloques de hormigón.
“Dormía en condiciones extremadamente precarias, en una tumbona”, explicó el fiscal de Nantes a cargo del caso. “Defecaba en un orinal o en bolsas de plástico. Comía papilla mezclada con jabón lavavajillas”. Junto a todo esto, a la víctima se le habría impedido salir de la vivienda.
En alguna ocasión, sin embargo, la mujer de 45 años sí había conseguido marcharse, pero debido a su fragilidad psicológica y a “su estado de vulnerabilidad”, había vuelto tras “pasar días enteros a la intemperie, bajo el frío y la lluvia”. Además, explicó que habí sido “víctima de violencia”.
Acusados de tres delitos
“Hace cinco años vivía con una mujer. Obviamente nos cruzábamos en el jardín. Después de eso, no la volvimos a ver. Llegó otra persona”, explicó la vecina que la rescató al medio ICI Loire Océan.
La víctima no solamente parecía haber desaparecido del vecindario, sino que también administrativamente. En sus cuentas bancarias apenas se hacían movimientos, más allá de grandes sumas de dinero que se transferían al acusado. “Ya no tenía teléfono ni suscripción”, explicó Bruno Makary, segundo al mando de la gendarmería de la región de los Países del Loira, tal y como recogió FranceInfo.
El hombre de 82 años y la mujer de 60 años, según destacaron las autoridades, “admitieron parte de los hechos, pero los minimizaron considerablemente”. Han sido acusados de un delito de secuestro con tortura o actos de barbarie, así como otros por abuso fraudulento del estado de sujeción psicológica o física de una persona y por abuso fraudulento de la debilidad de una persona vulnerable. El hombre ha sido puesto bajo supervisión judicial, mientras que la mujer se encuentra en prisión preventiva.
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