Así debes echarte el perfume para que dure todo el día, según expertos

La elección de una buena fragancia no es tan importante como saber aplicarla, así como conservarla en condiciones que su olor se mantenga más fresco en el tiempo

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(Crédito: Freepik)
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La persistencia del aroma personal a lo largo del día depende de una combinación de factores que van mucho más allá de la simple elección de un perfume duradero. La química corporal, la concentración de la fragancia y la técnica de aplicación se entrelazan para determinar cuánto tiempo permanece ese rastro olfativo que, en ocasiones, parece acompañar a ciertas personas incluso después de que se han marchado.

Según Richard Rochon, perfumista y fundador de su propia línea de fragancias de lujo, el verdadero objetivo no es saturar el ambiente con un olor intenso, sino lograr que la fragancia se perciba como una prolongación natural de quien la lleva. En sus palabras, recogidas por los expertos consultados, “la fragancia es donde la química se encuentra con la memoria”. Esta visión subraya la importancia de comprender tanto la composición del perfume como la interacción con la piel.

Tipos de fragancias según su intensidad

Es recomendable tomar algunas medidas
Es recomendable tomar algunas medidas como aplicar el perfume en ciertas regiones. Foto: (iStock)

Existen varias categorías principales de fragancias femeninas, cada una con características específicas. El Parfum o Extrait de Parfum contiene entre un 25 % y un 40 % de concentrado, lo que le confiere una riqueza y profundidad diseñadas para perdurar durante toda la jornada con una sola aplicación. El Eau de Parfum (EDP), la opción más popular, ofrece una permanencia de entre 6 y 8 horas gracias a una concentración que oscila entre el 15 % y el 25 %.

Por su parte, el Eau de Toilette (EDT), con un 5 % a 15 % de concentración, resulta más ligero y fresco, ideal para el uso diario o para quienes prefieren un aroma discreto. El Agua de Colonia, con solo un 2 % a 5 % de concentrado, requiere reaplicaciones frecuentes, mientras que el Body Mist, con apenas un 1 % a 3 %, se presenta como la alternativa más accesible y ligera, perfecta para refrescarse rápidamente.

Mascarell advierte que la regulación en el etiquetado de fragancias no es estricta, por lo que no siempre resulta sencillo comparar productos entre marcas. Nicole Eckels, directora ejecutiva y fundadora de Glasshouse Fragrances, señala que el precio tampoco garantiza la calidad. Recomienda confiar en marcas con buena reputación o adquirir productos en tiendas que verifiquen sus artículos. Eckels añade que la calidad suele percibirse en la forma en que el aroma se despliega: “Se nota cuando algo está bien hecho porque se despliega con suavidad. No te impacta de golpe ni huele sintético ni fuerte”.

Cómo conseguir que el olor dure más

La duración de una fragancia sobre la piel no depende únicamente de su concentración. Las moléculas aromáticas se evaporan a distintas velocidades, y las notas más ligeras desaparecen antes que las más densas, como las maderas, almizcles o ámbar, según explica Rochon. Además, la química individual de la piel influye de manera significativa. Eckels indica que el calor corporal favorece el desarrollo y la proyección del aroma, lo que genera diferencias sutiles entre personas. El tipo de piel también juega un papel: “La piel seca tiende a absorber y perder el aroma más rápido, mientras que la piel hidratada o más grasa lo conserva por más tiempo”, afirma Rochon. Incluso la dieta puede modificar el resultado, ya que alimentos como el ajo o las especias pueden atravesar la piel y alterar la fragancia, según Eckels.

(Freepik)
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Para maximizar la permanencia del perfume, los especialistas recomiendan una serie de pasos prácticos. El primero consiste en aplicar la fragancia sobre la piel hidratada, preferiblemente después de la ducha, cuando aún está ligeramente húmeda. Rochon sugiere que este momento favorece la retención del aroma. La técnica de aplicar capas, recomendada por Eckels, implica utilizar una loción corporal con el mismo aroma antes del perfume, lo que crea una base que prolonga la duración. “Es como usar delineador de labios antes del lápiz labial. Cuando la capa superior se desvanece, aún queda algo debajo que la retiene”, explica Eckels.

La distancia al aplicar el perfume también importa: rociar a entre 15 y 20 centímetros asegura una distribución uniforme y evita la saturación de una zona, lo que podría afectar la absorción. Mascarell aconseja concentrarse en los puntos de pulso —muñecas, cuello, parte interna de los codos y parte posterior de las rodillas—, ya que el calor en estas áreas ayuda a difundir el aroma de manera natural. Es fundamental evitar frotar las muñecas tras la aplicación, ya que este gesto descompone las notas más delicadas y altera la estructura del perfume. Además, una ligera pulverización sobre la ropa o el cabello puede extender la duración, siempre manteniendo la distancia adecuada para no dañar las fibras ni provocar manchas.

La conservación del perfume también influye en su longevidad. Eckels recomienda almacenarlo lejos del calor, la humedad y la luz solar, ya que “las fluctuaciones de luz y temperatura pueden alterar la composición de un perfume con el tiempo”.