“Usar grilletes no siempre es obligatorio”: un inspector jefe de la Policía explica cuándo un agente debe utilizarlos

Existe un protocolo claro aunque hay ocasiones que depende de la interpretación del profesional

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Detenido en un juicio (REUTERS/Heiko
Detenido en un juicio (REUTERS/Heiko Becker)

Una reciente actualización ha aclarado las circunstancias bajo las que los agentes deben emplear los grilletes policiales durante una detención. En ocasiones, un agente puede incurrir en un abuso al emplearlos en un momento que no corresponde, mientras que, en muchos casos, una persona detenida denuncia un trato injusto desconociendo que el agente está siguiendo el protocolo.

Según las explicaciones del inspector jefe Francisco Rius (@metodorius en TikTok), el uso de esta medida de seguridad está recogido en la legislación procesal penal, aunque también hay situaciones en las que su aplicación concreta queda sujeta al criterio del agente en función de diferentes factores del caso.

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Reglamento de los grilletes

La nueva instrucción 10/2025 de la Secretaría de la Asamblea ha tratado de determinar el funcionamiento de esta medida. El inspector jefe señala que, si bien la Ley de Enjuiciamiento Criminal contempla expresamente la posibilidad de emplear grilletes en los arrestos, la obligatoriedad de su uso no es absoluta.

El criterio del agente prevalece a la hora de decidir si realmente es imprescindible colocar las esposas en cada intervención. Factores como el tipo de delito, la actitud del detenido o las circunstancias personales del arrestado influyen en esa decisión. “La actuación policial debe adaptarse al contexto de cada situación”, resume el mando.

La regla general determina que se deben colocar los grilletes con las manos a la espalda. Sin embargo, existen situaciones excepcionales en las que resulta necesario utilizarlos por delante. El mando policial detalla que, aunque se priorizan los sistemas reglamentarios tradicionales de sujeción de muñecas, los agentes pueden recurrir de manera transitoria a manillas de plástico o lazos de seguridad en situaciones urgentes.

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Derechos y excepciones

La norma establece que la inmovilización nunca debe provocar sufrimientos innecesarios. La precaución se extrema especialmente en colectivos vulnerables, incluidas personas enfermas, mujeres embarazadas o detenidos con necesidades especiales. Recalca que “las esposas son una medida de seguridad, no un castigo” y que siempre debe prevalecer la proporcionalidad en su aplicación, respetando los derechos de la persona arrestada, haya cometido el delito que haya cometido.

Cualquier excepción al uso de grilletes, como no ponerlos cuando así lo determine un juez por escrito, también está debidamente aclarada. La nueva regulación pretende unificar los criterios de actuación y proporcionar a los agentes herramientas claras para actuar con respeto y humanidad durante las detenciones.

La instrucción insiste en que, aunque el uso de grilletes está justificado legalmente, es indispensable que los policías ejerzan su labor valorando cada intervención y procurando evitar daños innecesarios a la imagen y dignidad de las personas implicadas. La regulación también especifica que los procedimientos deben adaptarse a las condiciones particulares del entorno.

Durante los traslados en vehículos oficiales, la fijación de los grilletes nunca puede realizarse a elementos fijos del vehículo y exige adaptar la medida a criterios estrictos de seguridad. El objetivo, según la instrucción, es garantizar que la integridad física tanto del arrestado como de los agentes quede preservada en todo momento, aplicando los protocolos más adecuados a cada circunstancia sin vulnerar los derechos fundamentales.