El renacer del palacio de Tatoi: salen a la luz los objetos personales que la reina Sofía dejó en Grecia en su exilio

El Ministerio de Cultura griego ha dado un impulso a este histórico edifico al exhibir algunos recuerdos de la antigua familia real

Guardar

Después de décadas en ruinas, el palacio de Tatoi, antigua residencia de la familia real griega, se prepara para renacer como un museo. Un proyecto ambicioso que no solo busca recuperar el esplendor de un emblema arquitectónico, sino también devolver al presente capítulos personales de una de sus protagonistas más queridas: la reina Sofía

Aunque lleva más de medio siglo instalada en España, Sofía nunca ha roto el lazo con su país natal, Grecia. La madre del Felipe VI ha regresado en numerosas ocasiones a sus raíces, especialmente para visitar a su familia, entre ellos, su hermano, el fallecido rey Constantino, y también para conectar con los escenarios que marcaron su infancia. Uno de ellos, sin duda, es el Palacio de Tatoi, un lugar cargado de emociones y recuerdos.

El palacio, situado a las afueras de Atenas, ha sido objeto en los últimos años de un intenso plan de restauración liderado por el gobierno heleno. La ministra de Cultura y Deportes, Lina Mendoni, ha confirmado que, aunque los trabajos aún no están concluidos, se espera que las visitas puedan comenzar antes de que finalice 2025. Los primeros espacios en abrir al público serán el palacio principal y las caballerizas del rey Jorge I.

Los zapatos que la reina
Los zapatos que la reina Sofía llevó en su boda con el rey Juan Carlos. (tatoicollections)

Y mientras se pule el mármol y se barnizan los suelos, los trabajos de restauración han ido desvelando auténticos tesoros: más de 70.000 objetos han sido rescatados del olvido. Entre ellos, una inesperada cápsula del tiempo con fuerte carga sentimental para la reina Sofía. Aunque ninguno de estos artículos volverá a manos de la familia real, todos han pasado a formar parte del patrimonio nacional griego, muchos son testigos silentes de su historia.

Uno de los hallazgos más llamativos ha sido nada menos que los zapatos de novia de Roger Vivier que Sofía calzó el día de su boda con el entonces príncipe Juan Carlos, en Atenas. Aunque su vestido de novia se conserva en el Palacio Real de Aranjuez, los emblemáticos zapatos se daban por perdidos. Aparecieron entre los escombros de Tatoi, intactos, discretos pero llenos de historia.

Junto a ellos, se han recuperado varios vestidos de juventud de la reina emérita. Entre los más destacados, uno de color beige con flores del diseñador Jean Dessès y otro blanco, también floral, que llevó durante los días en que se anunciaba su compromiso real. Prendas que hablan de una época que parecía lejana y que ahora, con la reapertura del palacio, vuelve a cobrar vida.

La Reina Sofía y su
La Reina Sofía y su hermana Irene salen del Auditorio Nacional donde han asistido al concierto de Zubin Mehta con la Filarmónica de Múnich y el pianista Yefim Bronfman. (Europa Press)

Y no son los únicos. Se han hallado también modelos de la reina Federica, madre de doña Sofía, así como de la princesa Irene. Entre los atuendos de Sofía destaca un vestido de organza azul, que lució en la cena previa a su boda, y otro diseño largo en satén floral. Aunque por ahora no está previsto que estos vestidos ni los zapatos sean expuestos en el museo, su recuperación ha generado un fuerte revuelo en los círculos royals y entre los admiradores de la historia europea.

El árbol genealógico de la Familia Real española

El proyecto de Tatoi no solo ha contado con apoyo local. El rey Carlos III del Reino Unido ha estado también involucrado, dada su conexión familiar con Grecia a través de su padre, el príncipe Felipe.