El estado de los embalses de España miércoles 22 de octubre

El Boletín Hidrológico Peninsular ha publicado la situación de los embalses de agua en España

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Desde el panorama general hasta
Desde el panorama general hasta la situación por cuenca, así están los embalses de agua hoy (EFE)

Los datos publicados en el último Boletín Hidrológico Peninsular este miércoles 22 de octubre sitúan la capacidad de los embalses españoles en un 52,12 %, según reportó el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

Esta información oficial resultó negativa, pues indica que el almacenamiento de agua en el país bajó en comparación de la semana anterior.

La fotografía actual de los embalses ofrece un punto de partida para abordar los retos asociados al uso del agua en España. En diferentes fechas clave, los datos recabados marcan el rumbo de decisiones políticas y sociales vinculadas tanto al consumo como a la conservación de este recurso.

Panorama general de los embalses de España

Fecha: miércoles 22 de octubre de 2025.

Capacidad: 56.041 hm3.

Total de agua embalsada: 29.206 hm3.

Porcentaje de agua embalsada: 52,12 %.

Variación de hace una semana: -534 hm3.

Variación porcentual semanal: -0,95 %.

Agua embalsada registrada hace un año: 27.177 hm3.

Porcentaje de agua embalsada hace un año: 48,49 %.

Estado de los embalses peninsulares

 Hacer una revisión constante
Hacer una revisión constante de la capacidad de los embalses de agua es fundamental para conocer la situación hídrica del país (Europa Press)

Andalucía: 42,90%.

Aragón: 51,83%.

Asturias: 58,33%.

C. Valenciana: 39,67%.

Cantabria P. Vasco La Rioja: 39,36%.

Castilla-La Mancha: 50,28%.

Cataluña: 72,31%.

Comunidad de Castilla y León: 53,47%.

Extremadura: 58,15%.

Galicia: 53,63%.

Murcia: 23,65%.

Navarra: 31,60%.

Tips para ahorrar agua en el jardín

Independientemente de la situación en los embalses en España, siempre se debe ser responsable con su uso. Por ello, el Miteco publicó una serie de recomendaciones para ahorrar agua desde los hogares, específicamente desde el jardín.

En España, las viviendas unifamiliares con jardín consumen entre 2 y 5 veces más agua que los pisos. El jardín suele ser, por tanto en un gran consumidor de agua. Pero hay soluciones para evitarlo.

Una de las opciones más evidentes para reducir el consumo de agua en el jardín es utilizar plantas que tengan requerimientos de riego modestos o que, simplemente, no tengan requerimiento de riego alguno una vez hayan arraigado bien. Esto no significa que

tengamos que llenar el jardín de cactus y chumberas. En realidad la mayoría de las especies utilizadas tradicionalmente en nuestros jardines (árboles, arbustos y matas mediterráneos) son muy poco exigentes en riego.

Normalmente, más de las dos terceras partes del agua empleada en un jardín se dedica a mantener el césped. Por ello no es exagerado decir que el césped es el gran consumidor de agua de nuestros modernos jardines. Por ello, limitar su extensión es la forma más segura y efectiva de recortar el gasto de agua.

Recubriendo superficies del jardín con materiales naturales como piedras o gravas cortezas de árbol se reducen mucho los gastos de agua a la vez que se logran agradables efectos estéticos. Los recubrimientos impiden el calentamiento excesivo del suelo, protegen contra el viento y la erosión, evitan la aparición de malas y hierbas y facilitan la ocultación de los sistemas de riego.

Los sistemas de riego localizado suministran el agua a las plantas mediante “goteros” que riegan a baja presión. Estos sistemas permiten aportar a cada planta la cantidad exacta que necesita y evita pérdidas de agua por evaporación. Por ello utilizan entre la mitad y la cuarta parte del agua que requeriría un riego por aspersión.

El agua de lluvia que cae sobre tejados y patios puede aprovecharse para el riego del jardín. Una vez recogida por los canalones o por el drenaje de los patios puede ser conducida a un pequeño depósito donde se almacenará para luego poder regar.

Un pequeño depósito semienterrado resulta ideal para almacenar agua de lluvia, aunque también podemos utilizar otros recipientes improvisados, desde un tonel a un bidón o una vieja bañera. Conviene colocar el depósito en una zona alta de la parcela, para poder regar por gravedad.

Riegue en las horas más frescas del día, así evitará perdidas por evaporación y daños a las plantas. Además, recuerda que el riego excesivo hace que las plantas sean menos resistentes a la sequedad y más sensibles a las enfermedades.