Actualización del tipo de cambio dólar-euro hoy 22 de octubre

Todos los días se ajusta el precio de las monedas de acuerdo a su valor actual

Guardar
El euro cumplió 25 años
El euro cumplió 25 años en el mercado. (Jesús Avilés/Infobae)

El intercambio monetario entre el dólar y el euro es uno de los más importantes a nivel global por lo que representan ambas regiones en el mapa geopolítico. En la relación entre el bloque económico europeo y el país norteamericano recae diversas transacciones comerciales internacionales de gran peso.

El tipo de cambio entre ambas divisas es uno de los indicadores financieros con mayor relevancia a nivel global, pues refleja la relación económica entre las dos principales economías del mundo. Su valor influye en el comercio internacional, mercados financieros, decisiones de inversión y las políticas monetarias.

A continuación te compartimos cuál ha sido la evolución reciente del tipo de cambio euro-dolar de este 22 de octubre, así como los factores globales que están influyendo en su comportamiento.

Precio del dólar en euros hoy

El euro, también llamada moneda
El euro, también llamada moneda única, es la moneda oficial de la Unión Europea. (Archivo Infobae/Agencias)

En el ámbito financiero, el tipo de cambio es un indicador clave de la salud económica. Actualmente, 1 dólar estadounidense está cambiándose por 0,8614 euros

Estas cifras resaltan la dinámica de las economías que impactan no solo en el comercio exterior sino también en la inversión y la planificación financiera a nivel empresarial y personal. 

La evolución de este tipo de cambio es especialmente crítica para sectores que dependen de la importación o exportación de bienes y servicios entre estas dos regiones, obligando a una revisión continua de estrategias para mitigar riesgos y aprovechar oportunidades. 

Previsiones económicas para Europa este 2025

El euro es la moneda
El euro es la moneda oficial de 20 países de la Unión Europea. (Archivo Infobae/Agencias)

La Comisión Europea presentó en su informe de primavera 2025 un balance económico positivo, destacando que la región inició el período con mayor robustez de la prevista. El crecimiento mantendría un curso moderado en los próximos meses, con expectativas de recuperación en 2026, a pesar de la persistente volatilidad y las disputas en el comercio internacional.

La desinflación continúa avanzando y se prevé que la inflación de la eurozona se sitúe en el 2%, cumpliendo el objetivo del Banco Central Europeo este año y que esa tendencia permanezca en 2026, después de que en 2024 se moderara al 2,4%.

El informe observa que los mercados siguen atentos a las decisiones comerciales estadounidenses y, especialmente, al impacto de los aranceles impulsados por el gobierno de Donald Trump contra naciones asociadas.

La Comisión advierte que esta política comercial redirige la demanda estadounidense hacia la producción interna, pero también encarece las importaciones, generando un efecto negativo en la oferta disponible para hogares y empresas en Estados Unidos.

El euro, sus altas y bajas

A lo largo de su historia, la moneda europea ha sufrido varias caídas que afectaron tanto su cotización como la confianza en la economía de la Eurozona. Una de las más severas ocurrió en 2010, durante la crisis de deuda soberana. Países como Grecia, Irlanda y España atravesaban serios problemas financieros, lo que llevó a la creación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para frenar el contagio y restaurar la confianza.

Otro momento crítico se dio entre 2022 y 2023, cuando el euro cayó a su nivel más bajo frente al dólar en dos décadas, alcanzando la paridad 1:1. La guerra en Ucrania, la crisis energética por el recorte del gas ruso y la diferencia en políticas monetarias entre el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Europeo de Desarrollo (FED) provocaron una fuga de capitales hacia el dólar, debilitando aún más la divisa europea.

Para 2025, el valor del euro volvió a resentirse tras un acuerdo comercial con Estados Unidos que elevó los aranceles a exportaciones europeas. Esto generó inquietud sobre una posible desaceleración económica en la región, reflejando la vulnerabilidad de la moneda frente a tensiones comerciales.

En 2012, durante una etapa crítica de la crisis financiera, la imposibilidad de devaluar a nivel nacional dentro de la Eurozona agravó los desequilibrios. La caída del tipo de cambio afectó exportaciones clave, especialmente de Alemania y contribuyó a una mayor incertidumbre económica en el bloque.