Si ves este insecto en tu jardín, no lo ahuyentes: estos son sus beneficios que tiene para la vida de tus plantas

Este insecto puede ayudar a la nutrición, el desarrollo de las plantas y la polinización

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Un escarabajo verde en una
Un escarabajo verde en una flor (Pinxio)

El cuidado de un espacio verde implica prácticas como el riego, la poda, la fertilización y el control de plagas. Cada acción responde a una lógica individual, pero la observación atenta de todos los elementos vivos resulta esencial, para garantizar el crecimiento estable. Una de las cosas que inquietan con mayor frecuencia es la presencia de insectos que pueden alimentarse de ellas.

De esta manera, la preocupación suele incrementarse entre quienes buscan mantener sus plantas saludables. Sin embargo, expertos de L’Est éclair aseguran que hay una excepción que no debe incomodar a los cuidadores de los vegetales. En concreto, han hecho hincapié en aquellas larvas blancas que se encuentran al excavar la tierra, identificadas como las larvas de cetonia dorada (Cetonia aurata), ya que representa un signo positivo para el ecosistema del jardín.

La nutrición y el desarrollo de las plantas gracias a la cetonia dorada

En el ciclo de mantenimiento de un jardín, controlar las plagas resulta un desafío frecuente. Ante la duda, muchos optan por eliminar cualquier larva hallada entre las raíces de las plantas. Sin embargo, las larvas del escarabajo cetonia no se alimentan de raíces, sino que contribuyen a la degradación de hojas muertas, madera vieja, compost y tierra para macetas.

Una larva de cetonia dorada
Una larva de cetonia dorada (Wikimedia Commons)

Las larvas de cetonia dorada presentan una morfología característica: cuerpo blanco o crema, aspecto curvado en forma de C y tamaño que alcanza entre 2 y 4 centímetros en estado maduro. El insecto se distingue porque se traslada sobre su lomo, en contraste con otros escarabajos, como los abejorros, que lo hacen sobre su vientre. Sus diminutas cerdas ventrales les permiten ese tipo particular de desplazamiento. La cabeza marrón claro, dotada de fuertes mandíbulas, está adaptada a la descomposición de materia orgánica.

Su actividad consiste en transformar residuos vegetales en humus fino y fértil, lo que favorece la nutrición y el desarrollo de las plantas. De hecho, el humus producido por estas larvas se integra en el suelo y mejora su estructura, promueve la absorción de nutrientes y fortalece el sistema radicular de las especies ornamentales y productivas del jardín.

Especialistas en manejo sustentable de jardines afirman que, cuando se encuentran larvas de cetonia durante tareas de trasplante o al mover macetas, es preferible recolocarlas en la pila de compost del jardín doméstico. Así, trabajan en conjunto con lombrices y otros organismos descomponedores.

Asimismo, el ciclo de vida de la cetonia dorada añade un beneficio extra. Tras varios meses bajo tierra como larva, el insecto experimenta una metamorfosis durante la primavera. La nueva etapa, en forma de escarabajo verde metálico con reflejos dorados y esmeralda, lo lleva a volar entre rosales, saúcos y otras flores, donde se alimenta de polen y néctar. En ocasiones, también extrae jugos de frutos muy maduros, aunque no provoca daños a las plantas.

De estas formas, nuestras plantas estarán más saludables

Tras haber investigado a estos insectos se ha podido detectar que su visita a diversas flores hace que aumente la polinización, proceso clave para la reproducción de distintas especies vegetales. La hembra deposita sus huevos en el compost o entre maderas y restos de raíces, perpetuando así la labor benéfica en el suelo de los jardines. El ciclo asegura la presencia continua de organismos que promueven la salud y productividad de las plantas.