El lujoso piso de Amaia Montero en plena Milla de Oro de Madrid: 300 metros cuadrados valorados en 3 millones de euros

La cantante atraviesa un momento de renacimiento personal y profesional tras su regreso a los escenarios y su vuelta a La Oreja de Van Gogh

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El piso de Amaia Montero
El piso de Amaia Montero en Madrid

La cantante Amaia Montero, una de las voces más reconocibles del pop español de las últimas décadas, atraviesa una nueva etapa personal y profesional. Tras varios años alejada de los escenarios, Montero ha regresado con fuerza: ha retomado su carrera en solitario, ha vuelto a formar parte de La Oreja de Van Gogh —la banda que la lanzó a la fama— y ha cosechado un éxito inmediato con entradas agotadas en múltiples conciertos de su gira “Tantas cosas que contar”.

Este regreso coincide con una vida más estable, reflejada también en su patrimonio inmobiliario, que incluye una de sus propiedades más valiosas: un piso en pleno barrio de Salamanca, en Madrid, una de las zonas más exclusivas de la capital.

Una inversión clave en su carrera en solitario

Amaia adquirió esta vivienda en 2009, justo cuando comenzaba a consolidar su carrera en solitario tras abandonar La Oreja de Van Gogh. En ese momento, decidió establecer su residencia en el centro de Madrid, apostando por una zona de alto valor inmobiliario y gran prestigio.

Según ha publicado Informalia, la artista pagó un millón de euros por el inmueble, que actualmente podría superar los tres millones de euros en el mercado. La propiedad, de 289 metros cuadrados, cuenta con cinco habitaciones y cinco baños. Aunque no aparece a título personal como propietaria, sí lo hace a través de su empresa, lo que evidencia una estrategia patrimonial planificada.

Un piso en una zona privilegiada

Calle de Goya, Madrid. (Adobe
Calle de Goya, Madrid. (Adobe Stock)

El barrio de Salamanca, donde se sitúa el inmueble, es conocido por sus avenidas elegantes, tiendas de lujo, restaurantes gourmet y edificios de estilo señorial. En particular, la cercanía con la denominada “Milla de Oro” madrileña convierte a este piso no solo en una residencia de alto nivel, sino también en una inversión inmobiliaria sólida y revalorizable.

Pese a su relevancia mediática, Amaia Montero ha sido siempre muy discreta en cuanto a su vida personal. No ha mostrado imágenes del interior de su casa, ni en entrevistas ni en sus redes sociales, donde se limita a compartir aspectos de su faceta artística.

Parte de un patrimonio diversificado

La vivienda de Madrid es solo una de las propiedades con las que cuenta la cantante. Amaia también posee un piso en San Sebastián, su ciudad natal, adquirido en 1999 tras sus primeros éxitos musicales. Además, actualmente residiría en una vivienda unifamiliar en una urbanización en Irún, localidad guipuzcoana fronteriza con Francia, donde vivió durante su infancia.

Estas inversiones forman parte de un patrimonio sólido, apoyado también en su actividad empresarial. Montero posee un 20% de participación en la sociedad La Oreja de Van Gogh S.L., que en 2022 declaró activos por valor de 2,9 millones de euros. También gestiona su carrera en solitario a través de Poquito a Poco S.L., con activos que rondaban los 3,7 millones de euros.

Su vida actual: vuelta a los escenarios y mensaje de esperanza

Amaia Montero ha vuelto a conectar con su público tras un periodo difícil en lo personal. Su reaparición en el verano de 2024, durante un concierto de Karol G en el estadio Santiago Bernabéu, marcó el inicio de su nueva etapa, en la que también confirmó su regreso a La Oreja de Van Gogh para la gira del 30º aniversario del grupo.

En aquel concierto, emocionó a los asistentes al interpretar Rosas y lanzar un mensaje cargado de esperanza: “Hoy puedo decir que cuando mi mundo se derrumbó, hay un momento mágico que se da antes de la luz. Es muy duro, oscuro y persiste, pero no es para siempre”, afirmó.

Su piso en el barrio de Salamanca, hoy revalorizado, es mucho más que una propiedad de lujo. Es el reflejo de una artista que supo hacer una pausa, reinventarse y regresar con fuerza, tanto en lo profesional como en lo personal.