30 millones en comisiones: la Audiencia Nacional juzga 17 años después la última pieza del caso Gürtel para perseguir el dinero oculto en el extranjero

Ya se han celebrado 11 juicios de la trama. Este lunes día 20 comienza el último juicio de una red de corrupción que costó la presidencia a Mariano Rajoy. La Fiscalía pide 77 años de cárcel para Francisco Correa. Hay otra veintena de procesados

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El empresario Francisco Correa, líder
El empresario Francisco Correa, líder de la trama. (AFP)

Por fin. Este lunes 20 de octubre empieza en la Audiencia Nacional el último juicio del caso Gürtel: una trama de corrupción tan compleja que se tuvo que desgajar en 12 piezas separadas para que los investigadores pudieran atar todas las piezas del puzle. En esta ocasión, los cerebros de la red, liderada por Francisco Correa, y los abogados, asesores fiscales y testaferros que idearon los tejemanejes de negocios ilegales durante una década (1999-2009) se sentarán en el banquillo por fraude fiscal, falsedad documental, asociación ilícita y blanqueo de capitales. Estamos hablando de 21 acusados.

La celebración de este último juicio será el capítulo final de unos de los mayores escándalos que ha golpeado al PP. Tan duro que acabó con el Gobierno de Mariano Rajoy tras la moción de censura presentada por el PSOE de Pedro Sánchez, una vez que se conoció la primera de las sentencias del caso, en 2018. La Audiencia juzga ahora las maniobras que realizaron Correa y su equipo para esconder en el extranjero el dinero que ganaron “por su intermediación en la concesión de adjudicaciones irregulares”. El juez instructor cifró en 30.945.506,97 euros, con céntimos incluidos, las comisiones percibidas por “sus actividades presuntamente ilícitas”.

La Fiscalía pide para Correa 77 años de prisión. Este, que actualmente está en libertad, ya ha enviado a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional una nueva confesión para cumplir con el compromiso de que sigue colaborando con la justicia. Son solo tres páginas en las que menciona la cuenta ‘Soleado’, abierta en Suiza. “Quienes conocían perfectamente el origen ilícito de mi capital en el extranjero fueron Arturo Fasana y Dante Canonica”, señala Correa. Fasana y Canonica son dos reputados brókeres, famosos ya por ser los agentes y testaferros que gestionaron en Suiza los 65 millones que Juan Carlos I recibió de la monarquía de Arabia Saudí. Curiosamente, ninguno de los dos será juzgado.

Álvaro Pérez "El Bigotes" (i),
Álvaro Pérez "El Bigotes" (i), Francisco Correa (c) y Pablo Crespo (d), durante otro de los juicios de la trama Gürtel. (Europa Press)

Habrá que ver si Correa da detalles nuevos en el juicio o se limita a ratificar lo que averiguaron la Fiscalía y el juez instructor durante la investigación. Otro de los que ha presentado confesión es Pablo Crespo, máximo colaborador de Correa y que llegó a ser secretario de organización del PP gallego. “Como contraprestación con relación a mi participación en diversos negocios con el señor Correa, percepción de comisiones por adjudicaciones de obras y para canalizar de forma opaca al fisco las cantidades percibidas, constituí varias sociedades en Panamá”, admite Crespo. En resumen, la trama ganó tanto dinero armando contratos públicos y organizando eventos, que decidió esconderlo fuera de España. El culmen del despropósito es que Correa, empresario acaudalado durante años y con un alto nivel de vida, no llegó a presentar en años ninguna Declaración de la Renta.

Territorios ‘offshore’

La pregunta que se hacen los investigadores es si han descubierto realmente todo el dinero que los procesados escondían en el extranjero. Muchas de las empresas que Correa y su gente creó en España tenían como accionistas “a compañías ubicadas en territorios ‘offshore’, si bien se interponen distintas entidades instrumentales ubicadas en países de la Unión Europea”. Por ejemplo, una empresa española tenía como accionista a otra en Portugal, esta a otra en Reino Unido, y esta última a otra en la Isla de Nevis, una isla caribeña considerada paraíso fiscal. Correa tenía la ayuda para configurar este entramado societario del abogado Luis de Miguel Pérez y del fiscalista Ramón Blanco Balín, que también serán juzgados.

Economista y asesor fiscal, Ramón Blanco Balín era el cerebro financiero de la trama, un experto en blanqueo de capitales. Inspector de finanzas del Estado. Amigo de José María Aznar, con grandes contactos en el mundo empresarial. Su currículo es brillante. Ha tenido cargos en 40 empresas, entre las que destacan el Banco Zaragozano, Barclays Bank, NH Hoteles o Gas Natural. En 1996, tras la victoria de Aznar, Blanco Balín se incorporó a Repsol como consejero. En el año 2000 Alfonso Cortina, el presidente, lo nombró su segundo y en 2002 fue elegido consejero delegado. En esos años también era apoderado de la Corporación Financiera Alcor, la sociedad patrimonial de ‘Los Albertos’ (Cortina y Alcocer). También ha mandado a la Audiencia una confesión, asegurando que conoció a Correa a través de Alejandro Agag, yerno de Aznar, y que empezó a trabajar para ellos porque le “indicaron que tenían muchas y buenas relaciones con diversos miembros del Partido Popular, e influencias para conseguir adjudicaciones de contratos públicos”.

José Ramón Blanco Balín
José Ramón Blanco Balín

Además, serán juzgados José Luis Izquierdo, el que fuera contable de la trama, y varios testaferros que ayudaron a Correa a ocultar sus fondos, por ejemplo, en Panamá, EEUU (en Miami, Correa compró varios apartamentos) y las Islas Vírgenes Británicas. Izquierdo es un personaje peculiar. Por su cabeza pasaba el complejo entramado de apuntes, registros, entradas y salidas de la contabilidad de las principales empresas de la trama. Confesó cuando fue detenido que Correa le pidió “que cuando me refiriera a él le llamara Don Vito”, como el capo de la película ‘El Padrino’.

José Luis Izquierdo fue arrestado la mañana del 6 de febrero de 2009 en unas oficinas de la calle Serrano, casi a la misma hora en la que su jefe Correa era apresado a 640 kilómetros de distancia, en Sotogrande (Cádiz). Dos policías acompañaron a Izquierdo al garaje y registraron minuciosamente su Mercedes C220, pero no encontraron nada. El siguiente destino fue la casa de Izquierdo, en el municipio madrileño de Coslada. Allí decomisaron un ordenador, pero les faltaba algo. Tras la vivienda, llegó el cacheo del propio Izquierdo. En uno de sus bolsillos, 65.000 euros en billetes de 500 euros. Pero tampoco era lo que buscaban.

Entonces uno de los policías notó que Izquierdo tenía cerrado el puño de la mano izquierda. Con fuerza. El agente miró a su compañero y sonrió. “Abra la mano, por favor”. La contabilidad de la caja ‘B’ de Correa acababa de ser descubierta oculta en un pequeño pen drive de color negro y 8 gigas de capacidad, y con ella, los secretos de la trama. “El puto pen drive, macho. Es que sin ese pen drive no tendrían nada, me pongo malo”, diría después Paco Correa en prisión a uno de sus abogados.

José Luis Izquierdo, el contable
José Luis Izquierdo, el contable de la trama, en un momento de su declaración en otro juicio del caso Gürtel

También se sentarán en el banquillo de los acusados Antoine Sánchez, el primo de Correa, y el poderoso empresario José Luis Ulibarri. Tiene el 50% de la televisión de Castilla y León y es propietario de varios medios en esa región, entre ellos ‘El Mundo de Castilla y León’ y varias cabeceras locales. Ya fue condenado en otra de las piezas del caso, y en este la Fiscalía pide para él 14 años de prisión, multas de 20 millones de euros y la pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas durante cuatro años.

Los 11 juicios celebrados hasta la fecha sobre la trama Gürtel dejan ya casi un centenar de personas condenadas a penas de prisión. Una minuciosa radiografía de este listado deja claro que la Gürtel fagocitó como una hidra las entrañas del PP. Ya se ha acreditado, por ejemplo, que los populares manejaban una caja B con la que llegaron a financiar la reforma de su sede de la calle Génova. Entre los condenados populares están los extesoreros del partido Luis Bárcenas y Ángel Sanchís; el exdiputado y exvicepresidente de Castilla y León Jesús Merino; el ex secretario general del PP valenciano Ricardo Costa; y el exconsejero madrileño Alberto López Viejo, que formó parte de los Gobiernos de Esperanza Aguirre.

Luis Bárcenas, extesorero del PP,
Luis Bárcenas, extesorero del PP, a la salida de los juzgados, en una foto de archivo de 2015. (Europa Press)

La lista la completan diputados autonómicos como Benjamín Martín Vasco y Alfonso Bosch; y exalcaldes madrileños como Guillermo Ortega (Majadahonda), Jesús Sepúlveda (Pozuelo de Alarcón) Arturo González Panero (Boadilla del Monte) y Ginés López (Arganda del Rey). Sin olvidar que el PP ha sido condenado ya en tres ocasiones a título lucrativo, es decir, por beneficiarse de los negocios ilícitos de la trama. La justicia es lenta pero inexorable. Esta pieza en concreto se abrió en agosto de 2008. Casi dos décadas después, la Audiencia podrá cerrar el telón de esta malograda película.