Los escándalos de Rodríguez Menéndez, el “abogado del diablo”: de su relación con Mila Ximénez a la mujer que intentó asesinarlo

A lo largo de su trayectoria, el mediático abogado protagonizó numerosas polémicas que le ocasionaron problemas judiciales y hasta condenas a prisión

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El abogado Emilio Rodríguez Menéndez ha fallecido a los 75 años tras una larga enfermedad. (Europa Press)

La muerte de Emilio Rodríguez Menéndez a los 75 años pone fin a la trayectoria de una figura que fusionó el escándalo, la abogacía y el espectáculo mediático. Autodenominado “abogado del diablo”, su vida estuvo marcada tanto por relaciones sentimentales con celebridades como por polémicas judiciales que lo mantuvieron en el foco público durante décadas.

Rodríguez Menéndez murió en Madrid este jueves 16 de octubre, el mismo día de su cumpleaños, tras una larga enfermedad. Su discurso directo y su habilidad para el engaño lo catapultaron a la fama en los años 90, cuando su nombre se asoció a casos judiciales de alto perfil y a montajes mediáticos. Durante tres décadas, su presencia fue constante en los platós de televisión y en los titulares de la prensa rosa, donde se movía con la misma soltura que en los tribunales.

Mediáticos romances

El historial sentimental de Rodríguez Menéndez fue tan complejo como su expediente judicial. Resulta imposible precisar el número exacto de matrimonios que contrajo, aunque se le atribuyen al menos siete esposas. Su primera mujer, Pilar Marqueta, madre de sus dos hijos, lo denunció por malos tratos en 1974, tras una convivencia que el propio abogado describió como una “pelea diaria”. Durante sus años de estudiante, que se extendieron desde 1968 hasta 1981, contrajo varios matrimonios sin divorciarse entre uno y otro, lo que lo llevó a la bigamia en más de una ocasión.

Su periplo sentimental incluyó bodas en México y Chile, donde llegó a presentarse como alto funcionario diplomático y fue encarcelado por estafa. En Chile, se casó con Viviana Muñoz Ronda, a quien utilizó para sortear problemas judiciales. De regreso a España, abrió su despacho junto a Viviana, aunque aún no había obtenido el título de abogado, lo que le valió una condena posterior por intrusismo.

Emilio Rodríguez Menéndez, junto a
Emilio Rodríguez Menéndez, junto a Nuria Bermúdez en una fotografía de archivo. (Europa Press)

Entre sus relaciones más mediáticas destacan los romances con figuras del espectáculo. Su affaire con la periodista Mila Ximénez fue breve, pero intenso, alimentando su leyenda en la prensa del corazón. Con Nuria Bermúdez la historia fue distinta: ambos pasearon su supuesta relación por los programas televisivos, aunque Rodríguez Menéndez confesó más tarde que todo fue un montaje para ganar notoriedad y beneficios económicos. También se le relacionó con Sonia Moldes y Malena Gracia; esta última demandó a la revista Dígame —propiedad de Rodríguez Menéndez— por insinuar que ejercía la prostitución.

Uno de los episodios más extremos de su vida personal ocurrió en 1999, cuando Laura Fernández, una de sus esposas, intentó asesinarlo. Fernández, universitaria de 28 años, organizó el crimen junto a un cómplice, ofreciendo como pago un reloj Cartier, 50 millones de pesetas y una relación sexual. El ataque se produjo cuando Rodríguez Menéndez llegaba a su domicilio en Las Rozas, Madrid, y solo la intervención de su escolta evitó el desenlace fatal. Fernández fue condenada a 12 años y medio de prisión por este intento de asesinato.

Polémicas profesionales

La vida profesional de Emilio Rodríguez Menéndez estuvo marcada por la controversia y el escándalo. Defendió a personajes como El Dioni, la Dulce Neus y Antonio David Flores, este último en su conflictiva separación de Rocío Carrasco. Precisamente, la hija de Rocío Jurado describió al letrado como alguien “que tenía atemorizadas a muchas personas con chantajes y vídeos personales, una persona que demostraba no tener ningún tipo de escrúpulos”. Su despacho llegó a emplear a 20 personas y se convirtió en un hervidero de casos relacionados con el crimen organizado.

Emilio Rodríguez Menéndez, en una
Emilio Rodríguez Menéndez, en una fotografía de archivo. (Europa Press)

Las condenas judiciales se acumularon a lo largo de los años. En 2023, la Audiencia Provincial de Madrid lo sentenció a cuatro años de prisión por estafa agravada y usurpación de funciones, con una indemnización de cerca de 120.000 euros a las víctimas. Anteriormente, había sido condenado por delitos contra la intimidad (2002) y contra Hacienda (2005). Tras una fuga en 2004, utilizó un pasaporte falso para refugiarse en Argentina, donde fue detenido y sobre él pesó una orden internacional de búsqueda y captura. Regresó a España en 2014, cuando sus delitos prescribieron.

Además de convertirse en un oscuro personaje de la crónica social, Rodríguez Menéndez también se lucró como empresario en el sector de la prensa rosa, ejerciendo como editor de polémicas publicaciones como Dígame y Ya. La revista Dígame fue clausurada por violar el derecho a la intimidad, mientras que en Ya llegó a publicar una falsa entrevista con Antonio Anglés, el asesino de las niñas de Alcàsser. En Dígame, Antonio David Flores trabajó como subdirector y la publicación se vio envuelta en demandas por difamación y reportajes que rozaban el disparate.

En los últimos años, el abogado se mantuvo alejado del foco mediático. Pasó sus últimas semanas ingresado en el Hospital Central de la Cruz Roja de Madrid, donde falleció tras una larga enfermedad.