La esfera de Buga, misterio ancestral o fraude moderno: un (supuesto) artefacto de 12.560 años de antigüedad que levita y emite campos electromagnéticos

En marzo de 2025, un vendedor de cacahuetes grabó una esfera metálica levitando, sin propulsión aparente y sin emitir sonido alguno: las hipótesis del ufólogo Jaime Maussan y las opiniones de los expertos

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Tras un choque con los cables de energía, el objeto descendió a tierra - crédito @jaimemaussanoficial / IG

Todo comenzó en marzo de 2025. José Arias Restrepo, vendedor de cacahuetes y aficionado a la búsqueda de monedas viejas, recorría el sector Alto Bonito, en el municipio de Buga (Valle del Cauca, Colombia) con su detector de metales. Lo que encontró le pilló por sorpresa: una esfera metálica levitaba a varios metros de altura, sin propulsión aparente y sin emitir sonido alguno. Habría quedado en anécdota, una de esas que nadie se cree, pero pudo grabarlo: el vídeo, de ocho minutos, muestra al objeto esférico moviéndose en el aire y descendiendo al cabo de un rato, según testigos, tras entrar en contacto con un cable de alta tensión, recibiendo una descarga eléctrica.

Arias relató que la esfera, cubierta de una serie de grabados evidentemente artesanales, pesaba alrededor de unos dos kilos en un principio. Días después, dijo, pesaba unos diez; y aseguró que, mientras manipulaba el objeto, empezó a notar efectos secundarios: mareos, vómitos y un sabor metálico que le hicieron asumir que su salud peligraba. Por eso decidió ceder la esfera a su primo David Vélez, conocido en Cali como “El Potro” y empresario en el negocio de detectores de metales. Vélez, precavido, recogió el objeto protegido con un traje de plomo y lo mantuvo durante dos meses bajo observación. Aseguró que el artefacto no mostró comportamientos extraños, más allá de esos cambios de peso y de que producía campos electromagnéticos.

El objeto no identificado fue
El objeto no identificado fue visto sobrevolando el municipio vallecaucano a inicios de marzo del 2025 - crédito @jaimemaussanoficial / IG

Las primeras investigaciones y la fiebre de las esferas

Vélez empezó a divulgar el caso en la red “Cazadores de Ovnis Latinoamérica”, donde compartió vídeos de avistamientos similares. “En Medellín hemos captado hasta cinco esferas en un solo video. En total tenemos 170 videos de avistamientos. En Tuluá, una de estas esferas se le atravesó a un parapentista y, como mi primo, sintió mareos y vómitos. Está, además, la esfera que apareció hace unas semanas en Yumbo; tenemos la foto en 4K. Hay muchos casos. Estas esferas han hecho cerrar aeropuertos”, aseguró.

El asunto cobró otra dimensión cuando Jaime Maussan, conocido periodista y ufólogo mexicano, se llevó la esfera a México para su análisis: Vélez sostiene que una prueba de carbono-14 (de muestras de resina contenida en los 31 orificios que recubren la línea que divide la esfera en dos) dató el objeto en 12.560 años de antigüedad, aunque no existe documentación científica que acredite de manera fehaciente ese resultado. Un laboratorio en Bogotá propuso una versión más terrenal, afirmando que la esfera sería parte de un experimento iniciado en 2011. Irónicamente, Vélez descartó esa hipótesis alegando una falta de pruebas.

En una conversación con W Radio el pasado 15 de julio, Maussan aseguró haber “encontrado un sinnúmero de avances científicos y tecnológicos que están dentro de la esfera y hacen suponer, a mí en lo personal, que el origen de esta esfera no es de aquí”. Explicó también que la esfera contiene un sistema de fibra óptica que “no está conectada a través de cables ni a través de la misma estructura con lo que parecen ser los pines, que sugieren una especie de antena” ubicada en la parte superior de la esfera. De acuerdo con el periodista, “en el Instituto Politécnico Nacional de México también se encontró que, emitiendo algunas frecuencias en la esfera, a través de los aparatos, emitió frecuencias de baja potencia, muy propias de señales que se mandan en el espacio exterior”. Parece una presunción arbitraria, pero Maussan explica que como “las frecuencias son altas pero la potencia es baja”, “se pueden transmitir mensajes en el espacio exterior. Esto nos hace suponer que la esfera, al ser excitada, responde con estas señales que pueden ir hasta el lugar donde están aquellos que la manejan“.

Esfera de Buga  -
Esfera de Buga - crédito @OvniChile1 / X

12.500 años y con grabados en supuesto “proto-sánscrito”

El debate se reavivó cuando, tras un análisis firmado por el Dr. Alexander Cherkinsky del Center for Applied Isotope Studies de la Universidad de Georgia, se anunció que una muestra de la resina extraída de la esfera había sido fechada en unos 12.560 años de antigüedad, anterior a las pirámides. Esto significaría que esta esfera metálica levitante - en realidad solo la resina, que los investigadores aseguran formaba parte de la estructura - habría sido fabricada en una época en que se estaban empezando a levantar templos como Göbekli Tepe.

Los investigadores apuntan que esta cifra coincide con el periodo conocido como el Dryas Reciente, una etapa de enormes cambios climáticos abruptos y violentos. Sin embargo, especialistas insisten en que las resinas industriales pueden falsear los resultados de dataciones con carbono, sobre todo si combinan compuestos biológicos y sintéticos. En estos casos, los análisis pueden arrojar antigüedades ficticias, tan antiguas como el mito quiera presentarlas. Tampoco se ha hecho saber, por lo menos todavía, la composición de esa resina.

Según Maussan, dos investigadores independientes habrían identificado en los grabados de la esfera un idioma que denomina “proto-sánscrito” y describe, más o menos, como un paso intermedio entre el protoindoeuropeo y el sánscrito. El mensaje, asegura, describe un acontecimiento que podría referirse al Dryas Reciente. Ninguno de estos descubrimientos ha sido publicado o respaldado en revistas científicas internacionales.

La supuesta traducción de los
La supuesta traducción de los grabados (@jaimemaussanoficial / YT )

Sí recibe, sin embargo, el respaldo de Steven Greer, un reconocido - o controvertido - traumatólogo y médico de emergencias estadounidense que abandonó su vida en hospitales para dedicarse a la ufología (y es considerado una “autoridad” en ese mundo). En una conversación entre ambos, Greer secunda la datación de la resina (fue su empresa la que delegó esta prueba a la Universidad de Georgia). En cuanto a su relación con el Dryas Reciente: “No quiero ser alarmista pero, como saben, se observan múltiples esferas de Buga en Colombia, pero tengo entendido que también en otros países. ¿Se debe a que el cambio magnético terrestre que se ha estado estudiando en Sudamérica está cambiando rápidamente? ¿Han existido durante tanto tiempo, 12.500 años (...) y se están reactivando porque detectan remotamente algún tipo de inestabilidad geofísica?“, plantea. Como siempre, sin embargo: las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias. O suficientes, por lo menos.

“Si tuviera sustento, la noticia circularía en medios científicos, revistas especializadas, no en TikTok”

Es cierto que la hipótesis de Maussan y Steven Greer (que sostienen - cosas de su profesión - que esta esfera es o bien un indicio de una civilización extraterrestre o prueba de contacto alienígena con civilizaciones terrestres antiguas) tiene mucho éxito mediático, pero poco más: ha sido objeto de mucha crítica por parte de diversas voces del ámbito académico en Colombia. Santiago Vargas, astrofísico del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional, señaló a El País de Cali que “los compuestos de la esfera son muy terrenales, como las fibras ópticas identificadas en su estructura”, y descartó tecnología “del otro mundo”.

El director de la Escuela de Astronomía de Cali, Marino Guarín, fue contundente: “Hasta ahora, lo que hay sobre la esfera son cuentos, charlatanería. No hay nada con soporte científico y por eso me declaro un escéptico total. Ni la Universidad de Georgia ni la de México tienen reportes oficiales, a diferencia de lo que dice Maussan, que asegura que un estudio de un laboratorio que aplicó la prueba de carbono 14 determinó que la esfera tiene 12.560 años. ¿Dónde está el reporte oficial de la universidad? En mi concepto, este artefacto debe ser algún montaje con ánimo publicista. Si tuviera sustento, además, la noticia circularía en medios científicos, revistas especializadas, no en TikTok. Tiene interés mediático, mas no científico, y eso dice mucho”.

Esfera de Buga - crédito
Esfera de Buga - crédito @OvniChile1 / X

Guarín añadió: “En ciencia no se toma como verdad lo que diga una persona o una sola institución, por más prestigio que tenga. Un trabajo de estos debe estar acreditado por un par científico, una institución adicional a la que hace la investigación, con mirada crítica. Pero lo que se tiene hasta ahora son publicaciones misteriosas de redes, nada más”.

En Buga, el revuelo fue tal que Óscar Amaya Montoya, director de la Fundación Casa de la Ciencia, dedicó una sesión con su alumnado para abordar el fenómeno en vez del laboratorio habitual. “Partiendo de que la ciencia es objetiva, no hemos podido definir realmente qué es la esfera de Buga. Sabemos que es un objeto con forma de balón, color gris, que no muestra puntos de soldadura, que tiene ciertos grabados, pero no hemos podido definir qué es. Luego, no podemos darle naturaleza todavía. Sin embargo, la tecnología está muy desarrollada en nuestro planeta, así que lo más posible es que la hayan hecho en algún lado terrenal. Y se pueda lanzar de muchas maneras, lo que explica que vuele. También debemos recordar que estamos en tiempos de la inteligencia artificial, que permite crear cualquier tipo de video”, dijo el profesor Amaya. “La ciencia requiere sistematicidad y rigor para llegar a conclusiones, elementos ausentes en este caso”, advirtió.

Lauren Flor Torres, astrofísica del Instituto de Física de la Universidad de Antioquia, aseguró que los objetos espaciales que ingresan a la atmósfera presentan alteraciones superficiales, fenómeno ausente en la esfera, que se muestra impecable. “Por ahora lo que hay es mucha especulación y opiniones individuales de cada persona, que deben ser respetadas. Por ahora, lo que la ciencia nos dice es que no se ha encontrado evidencia de vida extraterrestre. Eso no quiere decir que la probabilidad sea cero”, afirmó.

De momento, la esfera de Buga se mantiene entre la popularidad de redes sociales y la incredulidad académica, sin que exista aún una explicación definitiva. El debate, mientras tanto, alimenta historias sobre artefactos imposibles, lenguas extintas y civilizaciones que todavía esperan su turno en los libros de la historia oficial.