La “pereza laboral” de la policía británica: destapado el truco del ‘bloqueo de teclas’ de varios agentes cuando teletrabajaban

Agentes y empleados del cuerpo de policía británico fueron sorprendidos utilizando un método conocido como “key jamming” o “bloqueo de teclas” para simular su actividad laboral mientras trabajaban desde casa. El truco consistía en colocar un objeto sobre el teclado, generalmente una pieza pesada o cualquier elemento capaz de mantener presionada una tecla de manera continua.

De esta manera, los sistemas de monitorio interpretaban que el empleado estaba activo frente al ordenador durante su jornada. Sin embargo, esta simulación no pasó desapercibida, gracias a la implementación de un software de registro de actividad en los dispositivos oficiales, que detectó patrones de pulsaciones anómalas y permitió documentar el comportamiento fraudulento de los agentes.

El subjefe de policía de Greater Manchester, Terry Woods, explicó la “pereza laboral” y la dinámica del fraude: “El comportamiento anormal de las pulsaciones de teclas se debe a pulsaciones repetidas y podría deberse a un objeto dejado en el teclado, que presiona una tecla”.

La investigación anticorrupción, que se prolongó durante varios meses, determinó que al menos 26 agentes, personal y contratistas presentaban patrones sospechosos en sus dispositivos oficiales. El uso de estas técnicas permitió a los implicados aparentar productividad mientras en realidad no cumplían con la totalidad de sus tareas.

“Nuestras comunidades merecen ver que se aprovecha el dinero, y cuando se demuestre que se trata de un comportamiento deliberado, pueden estar seguros de que tomaremos medidas decisivas al respecto”, señaló Woods.

Entre los incidentes más notorios de la investigación se encuentra el del detective Niall Thubron, perteneciente al cuerpo de Durham. Thubron llegó a presionar la tecla “I” más de 16.000 veces en un solo día, un comportamiento que inmediatamente saltó en el sistema de monitoreo.

Durante los 12 días en que falseó su actividad, las autoridades determinaron que solo cumplió con la mitad de su horario laboral.

Antes de recibir sanciones formales, Thubron presentó su renuncia, pero su caso tuvo repercusiones a largo plazo: fue incluido en la lista de personas vetadas para futuros empleos en cuerpos policiales del Reino Unido, una medida que restringe su acceso a cualquier cargo dentro de la institución.

Como consecuencia directa del escándalo, la Policía de Greater Manchester retiró el permiso de teletrabajo a todo su personal, incluyendo los agentes que habían cumplido con sus funciones. “Ya se han revocado los privilegios de trabajo desde casa para todo el departamento”, afirmó Woods.

Además, la institución anunció que los superiores de línea serán interrogados y sometidos a un mayor escrutinio de liderazgo, en un intento de asegurar que no existan negligencias en la supervisión de los empleados.

La investigación se centra también en determinar si hubo falta de control por parte de mandos intermedios y en evaluar posibles responsabilidades adicionales dentro de la estructura jerárquica.

“No es la primera fuerza del Reino Unido que ha llevado a cabo una operación como esta, y hemos visto a otras industrias tomar medidas rápidas, donde se ha demostrado una manipulación deliberada de las claves”, concluyó Woods.