José Rodríguez de Arellano, el rey de la gasolina barata: “Cuando compramos a los grandes proveedores, sale de un depósito donde está mezclado todo”

Tras varios intentos empresariales y reveses, el emprendedor dirige Plenergy, firma que ha consolidado su modelo de eficiencia y bajo coste en el sector de estaciones de servicio y alcanzará los 370 puntos de venta este año

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Estación de servicio de Plenoil

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Estación de servicio de Plenoil (Archivo, Europa Press)

José Rodríguez de Arellano recuerda, en conversación con El País, los días en los que recogía espárragos y melocotones, apenas con 17 años. Después de completar la carrera de Económicas en la Complutense y cumplir con el servicio militar, encontró empleo en el departamento financiero del primer supermercado Alcampo de Vigo, durante años reconocido como uno de los más económicos del país. A los 32 años decidió emprender; montó una joyería llamada Anel, pero la aventura no salió como esperaba. “Me equivoqué de socios. Era un momento complicado por varias enfermedades en la familia, me quedé sin nada”. Sin ahondar mucho más, lo resume con un simple: “Son cosas que pasan, como todo en la vida”.

Tras ese revés, regresó al sector de la distribución y trabajó en Eroski. Posteriormente, puso en marcha otra empresa, esta vez de promoción inmobiliaria, que tampoco sobrevivió a los años de la burbuja inmobiliaria. Rodríguez de Arellano siempre tuvo un objetivo claro en el mundo empresarial: crear algo capaz de vender más barato que la competencia. Al tercer intento llegó la fórmula que funcionó.

“Exactamente el mismo” producto base, pero más barato

Actualmente, Rodríguez de Arellano dirige Plenergy, la empresa que fundó junto a otros cuatro socios y que pasó a llamarse así tras ser conocida como Plenoil. El año pasado, Plenergy alcanzó una facturación de 1.550 millones de euros, con la compra de 1.500 millones de litros de combustible y una red de 308 estaciones de servicio. Compite de cerca con Ballenoil — que actualmente cuenta con unas diez estaciones más — y lidera el combustible low cost para automoción en España, expandiéndose con nuevos puntos de venta en Portugal. “Entre 2015 abrimos la primera gasolinera de Plenergy, en 2017 teníamos ocho. Fuimos muy despacio, probando el modelo”, explica Rodríguez de Arellano. Los grandes operadores no facilitaban las cosas: “La primera vez que fui a hablar con un gran operador para que me vendiese gasolina, mi interlocutor me dijo que no. La segunda vez, tampoco. Tuvimos suerte con la tercera”, comenta entre risas.

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01/12/2022 Una gasolinera 'low-cost' de Plenoil de Puente Genil. ECONOMIA ESPAÑA EUROPA ISLAS BALEARES PLENOIL

Defiende que la calidad del combustible ofrecido en las estaciones low cost es idéntica a la de las grandes marcas. “Cuando nosotros compramos combustible a cualquiera de los grandes proveedores, sale de un depósito donde está mezclado todo el combustible. El producto base es exactamente el mismo”. Sobre los aditivos que supuestamente marcan la diferencia en el rendimiento, es directo: “Esa es la gran mentira. Nosotros compramos el aditivo que recomienda Exolum. Pero ni vale nada, ni vale para nada. Ponemos el aditivo porque la gente piensa que el aditivo es bueno. ¿Por qué ningún organismo independiente ha podido demostrar que uno es mejor o diferente que otro? El aditivo no tiene importancia para el motor. Lo que pasa es que estamos en una dinámica en la que todo el mundo habla del aditivo. Si valiera para algo, ya lo habrían dicho los líderes. Habrían hecho un estudio independiente para demostrar que su aditivo permite que el coche ande más kilómetros. Es la misma fantasía que la que sigue habiendo en el país entendiendo que el combustible es diferente, pero sale del mismo depósito”.

La estrategia de Plenergy ha pasado por buscar ubicaciones favorables, maximizar la eficiencia e implantar un modelo de negocio de bajo coste: contratos de alquiler a largo plazo para los suelos, menos personal, menos gastos de mantenimiento, incluso menos farolas que la competencia. “Y en vender al menor precio sin dar prioridad a ningún cliente. Aquí da igual que compres cinco litros o cinco millones”. La compañía establece márgenes muy ajustados, con un beneficio que ronda el 2,5% de la facturación.

El pasado año, Plenergy experimentó cambios significativos con la entrada de dos fondos — uno estadounidense, Tensile, y otro español, Portobello — que adquirieron la mayoría accionarial. Rodríguez de Arellano, que mantiene cerca del 20%, decidió permanecer: “No me fui porque me gusta esto. Me gusta tener dinero, pero no es lo más importante. Me importan los proyectos”. En su opinión, estos nuevos socios han traído mayor seguridad financiera y una gestión profesionalizada, aportando “herramientas más modernas y una visión a largo plazo”. Según señala, “los fondos tienen más claro lo que va a pasar en el mundo de 2030 que cualquiera, porque reciben información de miles de empresas”, aunque matiza que a cambio también exigen “lo mismo que exigiría cualquier accionista racional”.

La hoja de ruta prevé que la gasolina tenga recorrido por delante. El objetivo de la compañía se centra en elevar su cuota de mercado del actual 6% hasta el 10% u 11% en 2027. Para conseguirlo, calcula que existen entre 3.000 y 4.000 gasolineras en España sin futuro, gestionadas por familias que no han invertido o prefieren dejar la actividad. Plenergy ofrece modernizarlas y asumir su gestión con un modelo más eficiente. “Hay un número importante que va a pasar de un operador a otro y otras muchas van a cerrar. Aún sigue quedando hueco para crecer”.

“La electrificación va a tardar mucho más de lo esperado”

El plan para este año apunta a acabar con 370 estaciones, superar los 1.700 millones de litros vendidos y conservar el liderazgo entre las low cost. Las estaciones mantienen presencia de empleados en horario diurno — con equipos de dos o tres personas, frente a las siete u ocho de las estaciones tradicionales — y operan de forma automática por las noches. El desarrollo tecnológico apunta a agilizar el repostaje — incluso a través de reconocimiento facial —, persiguiendo que la experiencia del cliente sea la más rápida posible. Sobre el futuro del sector no muestra preocupación: “Nos puede dar la sensación de que el mundo ha ido sustituyendo unas fuentes de energía por otras, pero todas son necesarias. Creemos que la electrificación va a tardar mucho más de lo esperado”.

Respecto a la electrificación de las estaciones, el 70% dispone de puntos de recarga, aunque la mayoría no es ultrarrápida. “Un punto de carga necesita 150 kilovatios. Una vivienda, nueve. Eso significa que un coche necesita la potencia de 15 viviendas. No hay redes de transporte adecuadas para ello”. Además, calcula que, aumentando la velocidad de carga a 30 minutos por vehículo, serían necesarias 120.000 electrolineras en el país, una cifra diez veces superior a la actual. La recarga en casa, sostiene, no es una opción generalizada: “Sí, para el 12% de los españoles ricos. Pero el 88% viven en casas sin parking, más del 85% de los coches duermen en la calle”.

Los planes inmediatos no incluyen nuevas aventuras fuera de España o el lanzamiento de otros productos. Tampoco plantea ventas a grandes consumidores ni franquicias. “Sería despistarnos. Estamos todo el día pensando en cómo hacer más eficiente el negocio y siempre hay cosas que mejorar”. En la proyección hacia el futuro, si la energía cambia, la empresa también lo hará. Por eso el cambio de nombre, dejando atrás el ‘oil’ de Plenoil en favor de Plenergy, y la reciente incorporación del piloto Carlos Sainz como embajador de la marca. “A mí puedes no creerme, pero a un hombre de extraordinaria seriedad como él seguro que sí”.