Mujeres resilientes de familia humilde que optan por carreras asequibles: así es el perfil de los beneficiarios de las becas universitarias

Un análisis de EsadeEcPol y Stockholm University señala que las ayudas no eliminan todas las barreras de acceso y permanencia, y que su efecto directo en el éxito académico es menor al estimado

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Un estudiante realiza uno de
Un estudiante realiza uno de los exámenes de la EBAU. (Alberto Ruiz / Europa Press)

Mujeres resilientes y estudiosas que optan mayoritariamente por carreras de ciencias sociales o humanidades, y cuyos progenitores no han accedido a los estudios superiores. Así es el perfil del alumnado que recibe las becas para acceder a la universidad en España, según el estudio ¿Quiénes son los beneficiarios de las becas y como avanzan a lo largo del periplo universitario?, publicado este martes por el laboratorio de ideas EsadeEcPol-Center for Economic Policy.

Los datos también muestran que los becados provienen mayoritariamente de familias con menor nivel educativo: el 68% de los no becados tiene al menos un progenitor con estudios superiores, cifra que desciende al 45,6% entre los becados. Solo el 37,7% de los estudiantes con beca son hombres, una diferencia atribuida en parte al mayor abandono escolar temprano entre varones de entornos socioeconómicos bajos. En palabras del informe, “los estudiantes con beca que finalmente acceden y permanecen en la universidad constituyen un grupo altamente seleccionado, que ha logrado superar múltiples barreras educativas”.

Eligen titulaciones consideradas de menor dificultad académica

En cuanto a la elección de estudios, tienden a matricularse en Ciencias Sociales y Jurídicas y tienen menor presencia en titulaciones consideradas de mayor dificultad académica, como Ingeniería, Arquitectura y Ciencias de la Salud. Solo el 28% de los beneficiarios accede a titulaciones clasificadas en el tramo de mayor dificultad, frente al 40% de los no becados. Esta diferencia en la elección de carrera influye en los resultados académicos y en la interpretación de los datos de rendimiento.

Los requisitos académicos para mantener la beca son exigentes y varían según la rama de conocimiento. Por ejemplo, en Ciencias se exige aprobar al menos el 65% de los créditos matriculados, mientras que en Ciencias Sociales el umbral asciende al 90%. Los datos muestran que el 61% de los estudiantes que reciben las ayudas con menor nota de acceso pierde la beca en primero, cifra que alcanza el 80% en Ingeniería y Arquitectura. Al contrario, solo el 25% de los becados con mejor rendimiento previo pierde la ayuda. En este sentido, el informe destaca que estos porcentajes responden a “la mayor frecuencia de pérdida de beca entre los estudiantes con menor rendimiento previo”.

El análisis de la trayectoria académica revela además un fenómeno de “selección positiva” entre los que reciben ayudas económicas. Es decir, al ingresar en la universidad, los estudiantes con beca se concentran en la parte baja de la distribución de notas de acceso. Sin embargo, a medida que avanzan los cursos, la proporción de becados que obtienen mejores calificaciones aumenta.

El Gobierno aprobará el próximo martes en Consejo de Ministros el real decreto de creación, reconocimiento y autorización de universidades por el cual se "reforzará la exigencia de calidad" para todas las universidades y servicios "mejorarán los mecanismos de supervisión y control", según ha anunciado la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant.

Menos abandono y más créditos superados

En términos de resultados académicos, los becarios presentan, en promedio, menor abandono universitario, más créditos superados y una mayor probabilidad de graduarse en tiempo. El 86% de los becarios se gradúa en el tiempo previsto, frente al 62% de los no becarios. Además, los becarios superan, en promedio, el 86% de los créditos matriculados en un curso académico, mientras que los no becarios aprueban solo el 70%.

Sin embargo, al ajustar estos resultados por características sociodemográficas, condiciones de acceso y decisiones educativas, las diferencias se reducen considerablemente. El análisis econométrico muestra que “aproximadamente el 99% de la diferencia observada en abandono puede explicarse por diferencias en características sociodemográficas, variables de acceso y decisiones educativas, así como por el proceso de selección positiva y no por el efecto directo de la beca”.

La exclusión por la tardanza en el abono de las becas

Un aspecto crítico identificado es el momento en que se concede y paga la beca. El sistema actual otorga las ayudas cuando el curso académico ya está avanzado, lo que limita su capacidad para facilitar el acceso inicial a la universidad. “La beca, que debería facilitar el acceso a la universidad, llega cuando ya se han asumido los principales costes”, advierte el informe. Esta situación, alertan, puede excluir a los estudiantes más vulnerables, que no pueden anticipar el gasto de la matrícula sin disponer aún de los recursos prometidos. La evidencia internacional sugiere que el acceso a la beca incrementa la probabilidad de matriculación universitaria inicial en menos de 5 puntos porcentuales, lo que implica que un porcentaje no despreciable de potenciales beneficiarios podría estar quedando fuera del sistema por limitaciones financieras.