La rutina de una chica de 28 años para poder ahorrar: “Si no, me sería imposible pagar un alquiler o pagar una locura por una habitación”

En 1 hora y 45 minutos aproximadamente está en la oficina. El viaje implica tomar el tren hasta Chamartín y luego el metro hasta su puesto de trabajo

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Muchas son las personas que
Muchas son las personas que hacen largos trayectos en tren y Renfe para llegar a sus puestos laborales (Fuente: Europa Press)

El alto coste de vida en Madrid está llevando a un número creciente de trabajadores a tomar una decisión drástica: vivir fuera de la capital y desplazarse a diario para trabajar. Dos jóvenes españolas, Sofía Frechilla y Carla Palies, compartieron en el programa televisivo Y Ahora Sonsoles su experiencia como parte de esta tendencia que busca equilibrar economía y calidad de vida.

Sofía, de 28 años, decidió dejar atrás el alquiler madrileño y regresar a Valladolid, su ciudad natal. Desde allí se traslada cada día hasta Madrid para trabajar. “Fue la decisión que tomé con el objetivo de poder ahorrar y no tener que cortar con mi familia y mis amigos de siempre”, declaró en directo.

La joven explicó que cada mañana sale de su casa en Valladolid, conduce hasta la estación de tren y toma un tren que la deja en Chamartín en aproximadamente una hora. Luego se traslada en transporte público hasta su lugar de trabajo. En total, estima que tarda alrededor de 1 hora y 45 minutos en llegar. “Creo que es lo mejor para mí, con un trabajo sin muchas responsabilidades, la verdad, y porque quiero compartir casa con mi pareja, respirar otro aire, otro ambiente, ir a otro ritmo… A mí me merece la pena”, afirmó.

La motivación económica ha sido determinante. “Ahorro en vivienda, en alquiler, puedo vivir en una casa mejor, más grande, y así gano en calidad de vida”, detalló Sofía, quien asegura sentirse satisfecha con su decisión, al menos “de momento”.

Otros casos similares

Un caso similar es el de Carla Palies, otra joven que reside en Tarragona, pero trabaja en Barcelona. Ella relató que cada día invierte cuatro horas en desplazamientos, dos de ida y dos de vuelta. “Me levanto a las 4 de la mañana para poder estar en Barcelona a las 8, pero es que si no me sería imposible pagar un alquiler o pagar una locura por una habitación en un piso compartido con cinco o seis personas”, explicó durante su intervención en el mismo programa.

Personas yendo a sus puestos
Personas yendo a sus puestos de trabajo en Metro Madrid (REUTERS/Violeta Santos Moura)

La situación que describen no es aislada. El elevado precio de la vivienda en Madrid y otras grandes ciudades españolas está impulsando a muchos trabajadores a buscar alternativas en localidades más pequeñas, donde los alquileres suelen ser más bajos.

La periodista María Manjavacas, también presente en plató, subrayó que incluso quienes viven dentro de Madrid enfrentan largos trayectos diarios. “Hay muchos ciudadanos de Madrid que tardan más de una hora en llegar a su oficina. La media son 45 minutos. El que está en Carabanchel invierte una hora u hora y media y al final es cierto que te dejas la vida en la carretera”, apuntó.

Demoras en el servicio de trenes

Sofía, sin embargo, dice que ha aprendido a aprovechar esos desplazamientos. “Aprovecho los trayectos para leer o hacer cosas que de otra manera seguro que no haría. Se me pasa rápido y al ir en tren voy tranquila, no pendiente del tráfico ni nada”, aseguró.

La decisión de estas jóvenes ilustra un fenómeno cada vez más visible: la dificultad de acceder a una vivienda en grandes urbes empuja a trabajadores a organizar su vida alrededor de largos desplazamientos. Aunque esta opción implica madrugones y un esfuerzo logístico diario, muchas personas la ven como una alternativa viable frente a alquileres que consideran inasumibles.

Según datos recientes del mercado inmobiliario, el precio medio del alquiler en Madrid supera ampliamente al de otras capitales de provincia. Esta brecha económica explica por qué perfiles jóvenes, con empleos estables pero ingresos ajustados, eligen residir fuera y asumir el coste temporal del transporte. Mientras el debate sobre el acceso a la vivienda se intensifica en todo el país, historias como las de Sofía y Carla revelan las estrategias personales que muchos están adoptando para poder mantener un nivel de vida más equilibrado sin renunciar a sus empleos en grandes ciudades.