Las crías de tortuga gigante prosperan en las islas Seychelles tras la primera incubación artificial exitosa: nacen 13 crías de 18 huevos recuperados

La especie sufrió una aniquilación en la mayor parte de las islas del océano Índico en el siglo XIX por las campañas de caza

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Las crías de tortuga gigante
Las crías de tortuga gigante prosperan en las islas Seychelles tras la primera incubación artificial exitosa. (@naturesey)

El ritmo de las pequeñas patas de las tortugas gigantes de Aldabra vuelve a escucharse en las islas Seychelles, después de conseguir la primera incubación artificial exitosa de esta especie amenazada. Tal y como ha anunciado The Guardian, trece crías han sobrevivido tras el procedimiento pionero que ha despertado nuevas esperanzas para uno de los reptiles más grandes y longevos del mundo.

Una semana después de la intervención, las crías recuperan fuerzas alimentándose con rodajas de plátano y verduras de hoja verde. Este grupo forma parte de una de las últimas poblaciones de tortuga gigante de Aldabra —especie que puede superar los 250 kilogramos y alcanzar una vida de más de un siglo— y cuya conservación ha preocupado intensamente a los especialistas internacionales.

Las nuevas crías son resultado de dieciocho huevos recuperados por conservacionistas en un único nido localizado en la isla Cousin, parte del archipiélago de las Seychelles. Los científicos emplearon una técnica innovadora para determinar qué huevos fallidos estaban fertilizados y contaban con posibilidades de desarrollo.

“Demuestra lo que puede lograr la conservación”

“Es un gran avance”, afirmó Alessia Lavigne, investigadora seychellense de la Universidad de Sheffield en Inglaterra y autora principal del reciente estudio sobre el proyecto, según declaraciones recogidas por The Guardian. “Demuestra lo que puede lograr la conservación”, recalca al basarse en el éxito reproductivo de cinco especies de tortugas, tanto marinas como terrestres, de su proyecto.

Las crías de tortuga gigante
Las crías de tortuga gigante prosperan en las islas Seychelles tras la primera incubación artificial exitosa. (@naturesey)

El estudio científico reveló que el 75 % de los huevos no desarrollados habían sido fertilizados, pero los embriones murieron durante una etapa temprana. Estos resultados ofrecen una explicación clave sobre el bajo éxito de incubación que presenta la tortuga gigante de Aldabra en nidos silvestres, un problema atribuido a cuestiones ambientales, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y no a factores genéticos.

Esta crisis tiene un hilo histórico, justo después de que las tortugas gigantes sufrieran una aniquilación en la mayor parte de las islas del océano Índico en el siglo XIX por las campañas de caza impulsadas por marineros. La población del grupo de islas Aldabra sobrevivió al estar aislada del resto del océano. Por lo que, esta singularidad biológica, junto con la existencia de más de 400 especies endémicas y el característico paisaje colorido, llevó a que el atolón Aldabra fuera declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1982.

En esta misma línea, con el objetivo de ofrecer una red de seguridad para la especie ante posibles amenazas futuras, diversos ejemplares fueron trasladados a otras islas, entre ellas Cousin, donde actualmente prosperan estas crías bajo protección. Esto cobra especial relevancia en contexto del desarrollo turístico observado en al menos una isla, financiado con inversión procedente de Qatar.

El bajo número de avistamientos de crías en zonas silvestres sugiere tasas reproductivas limitadas en muchas de las islas. La incubación de huevos fertilizados, que se está probando en colaboración con Nature Seychelles y otras organizaciones conservacionistas locales, puede ayudar a reforzar las cifras en caso de crisis

Safari Madrid y SEPRON han rescatado a un ejemplar de tortuga mordedora en un lago de un parque de Mentrida, en Toledo. El animal fue avistado por un grupo de adolescentes que avisó a las entitades.

La línea de investigación apunta a mejorar paulatinamente la situación de los nidos naturales. Nicola Hemmings, del departamento de Biociencias de la Universidad de Sheffield, declara: “Es maravilloso que se haya demostrado que estos huevos son viables, pero la incubación artificial no es una solución a largo plazo”. Según la experta, la línea de investigación es clara: “Ahora tenemos que identificar las variables que afectan a la supervivencia en el entorno natural del nido y ver si hay formas de mejorarlas”.

El equipo de investigación afirma su interés en compartir los resultados obtenidos con la comunidad científica de las islas Galápagos, único otro lugar donde sobrevive una especie similar de tortuga gigante, con la intención de contribuir a los esfuerzos globales por la conservación de estos emblemáticos reptiles.