Sánchez planta a la prensa en el Palacio Real: se retira antes de los tradicionales corrillos para viajar a Egipto y participar en la firma del acuerdo de paz

Tras saludar a los reyes y a sus hijas, el jefe del Ejecutivo se dirige a Sharm El-Sheikh para participar en un acto diplomático internacional

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La reina Letizia, el rey
La reina Letizia, el rey Felipe VI, la princesa Leonor y la infanta Sofía saludan al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la recepción en el Palacio Real de Madrid con motivo de la Fiesta Nacional este domingo. (EFE/ Fernando Villar)

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ausentó este domingo de la tradicional charla informal con la prensa durante la recepción del Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional, un gesto inédito en la historia reciente de este acto. Tras participar en la parada militar en la Plaza de Colón y saludar a los reyes Felipe VI y Letizia, así como a la princesa Leonor y la infanta Sofía, Sánchez abandonó el Palacio sin ofrecer explicaciones ni participar en los corrillos habituales, donde los líderes políticos suelen intercambiar impresiones con los periodistas.

Según fuentes de Moncloa, la decisión del presidente de marcharse de manera precipitada está vinculada a su viaje a Sharm El-Sheikh, donde este lunes participará en la ceremonia de firma del acuerdo de paz entre Israel y Hamás, un acto que reunirá a Estados Unidos, los principales países árabes y varios estados europeos. No obstante, la salida del Palacio Real se produjo varias horas antes de lo estrictamente necesario, lo que ha generado comentarios y especulaciones en ámbitos políticos y mediáticos.

Otro de los ausentes más destacados ha sido Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, quien, a pocas semanas de su comparecencia judicial por un caso de revelación de secretos, no asistió ni al desfile militar ni a la recepción del Palacio Real con motivo de la Fiesta Nacional. Tampoco fueron los únicos; Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se retiró igualmente tras el besamanos con Sus Majestades.

Llegada marcada por abucheos

Durante su llegada a la Plaza de Colón para el desfile militar, Pedro Sánchez fue recibido con pitos y abucheos por parte de algunos asistentes. El acto, que contó con la participación de casi 4.000 efectivos, reunió a autoridades de distintos niveles, incluyendo miembros del Gobierno, presidentes autonómicos, el alcalde de Madrid y líderes políticos. Entre los integrantes del gabinete que acompañaron al presidente se encontraban Yolanda Díaz, Ernesto Urtasun y Margarita Robles.

Los reyes Felipe y Letizia,
Los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía, durante el acto solemne de homenaje a la bandera nacional y desfile militar por el 12 de octubre, Día de la Hispanidad. (EDUARDO PARRA / EUROPA PRESS)

Tras saludar a los reyes y a sus hijas, Sánchez se retiró del besamanos sin interactuar con los periodistas, algo que no se había registrado en actos recientes, aunque sí se había ausentado de otros eventos por motivos personales o institucionales. La decisión fue comunicada internamente por Moncloa, que indicó que se trata de una medida vinculada a su agenda internacional.

Este domingo, Sánchez también difundió un vídeo institucional con motivo de la Fiesta Nacional en el que reivindicaba el “orgullo de ser español”, acompañado de imágenes de protestas por Gaza, la Guerra Civil, los incendios del pasado verano y movilizaciones feministas del 8-M. La publicación generó debate en redes sociales, al mostrar numerosas banderas palestinas, pero sin incluir ningún símbolo nacional de España ni la presencia de la Familia Real.

Imágenes de la llegada de los Reyes al desfile del 12 de octubre y del salto de los paracaidistas con la bandera de España. (Europa Press)

El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, afirmó no haber tenido ocasión de saludar a Sánchez y se limitó a comentar que “no es fácil que el presidente hable de lo que está pasando”, sin valorar directamente su ida precipitada. La salida temprana del Palacio Real se produce en un contexto de especulación constante sobre la estabilidad política en España, en un año en que el rumor sobre la convocatoria de elecciones no cesa, pese a que Sánchez asegura que mantendrá el Ejecutivo hasta última hora antes de decidir si convoca a los españoles a las urnas.