Por qué se tarda siete días en contar cuántos accionistas han entrado a la OPA de BBVA sobre Sabadell

Tras el cierre del plazo de aceptación este viernes, el resultado oficial se conocerá el 17 de octubre, cuando la operación podría convertirse en un éxito, abrir la puerta a una segunda oferta o fracasar

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Declaraciones del presidente de BBVA, Carlos Torres, quien comunica la decisión de no desisir de su OPA sobre Sabadell tras analizar la condición que el Gobierno impuso la semana pasada a la operación (Fuente: EUROPAPRESS)

Pese a que este viernes 10 llego a su fin el periodo para acudir a la oferta pública de adquisición de acciones, la OPA de BBVA sobre Banco Sabadell mantendrá en suspense a 200.000 accionistas hasta el 17 de octubre, fecha prevista para que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publique el resultado oficial de la operación. El proceso implica verificar cada aceptación, comprobando que las acciones estén correctamente registradas y libres de cargas. Las declaraciones viajan desde las sucursales a Iberclear, la Bolsa y finalmente al regulador, con BBVA como agente clave.

El plazo de siete días hábiles para conocer los resultados de una OPA responde a motivos legales, administrativos y técnicos. Una vez finalizado el periodo de aceptación fijado por la CNMV, las entidades depositarias, como Iberclear (el nombre comercial con el que se conoce la sociedad gestora de los depósitos de valores de la Bolsa), deben recibir y verificar las órdenes de los accionistas que desean vender sus acciones. Esto implica comprobar que las acciones ofrecidas están correctamente registradas, libres de cargas y que pertenecen efectivamente a quien las ha presentado.

Un proceso meticuloso de comprobación

Además, se deben calcular los porcentajes de aceptación sobre el total de acciones en circulación, verificando si se cumplen las condiciones establecidas en la OPA, como alcanzar un umbral mínimo de aceptación. Este proceso requiere precisión, porque cualquier error podría afectar la legalidad de la operación y la transparencia ante el mercado.

Palacio de la Bolsa de
Palacio de la Bolsa de Madrid. (Europa Press)

Solo tras estas validaciones se publica el resultado oficial, cumpliendo la normativa bursátil española. Por eso, aunque a simple vista pueda parecer que contar aceptaciones es un proceso rápido, en realidad requiere varios días hábiles para garantizar que los datos sean correctos y la operación se ejecute de manera legal y transparente.

Qué pasará después del día 17

Mientras el mercado espera conocer el resultado de la OPA, la gran pregunta es si los accionistas del banco catalán han acudido al canje de acciones en número suficiente para que la operación se de o acabará fracasando. La oferta de BBVA propone una acción propia por cada 4,8376 de Sabadell, con una prima del 3,063%, beneficiando a quienes acepten el canje.

Carlos Torres, presidente de BBVA, confía en que la operación superará ampliamente el 50% y subraya que la oferta ha impulsado la cotización de Sabadell a niveles históricos. Si se da este escenario, BBVA habrá conseguido controlar Sabadell y la operación se considerará un éxito rotundo, consolidando al banco vasco como uno de los gigantes del sector financiero español.

En el otro lado, los directivos de Sabadell mantienen la prudencia. César González-Bueno, consejero delegado, estima que la aceptación rondará el 30%, un resultado que abriría la puerta a una segunda OPA. BBVA podría lanzar otra oferta, bajo las mismas condiciones de canje y prima, para intentar atraer a accionistas que optaron por esperar, buscando así aumentar su participación y garantizar el éxito de la operación. De momento, según Sabadell, solo una pequeña parte de los accionistas minoritarios ha dado el “sí”, mientras que los institucionales muestran mayor disposición a participar.

Si, por el contrario, la aceptación no alcanza el 30%, la OPA se considerará fallida. En ese caso, BBVA tendría que retirarse y la entidad catalana seguiría independiente, mientras que la cotización de Sabadell podría ajustarse a la baja ante la decepción del mercado.