Los refugios de animales piden ayuda ante los avisos por lluvias de la DANA Alice: “Queremos evitar que vuelvan a vivir otra situación así sin una familia”

Este viernes, la Región de Murcia y la provincia de Alicante se encuentran en alerta roja por fuertes precipitaciones y tormentas

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Imagen de archivo de dos
Imagen de archivo de dos personas paseando a un perro en una zona afectada por la DANA, a 16 de noviembre de 2024, en Paiporta, Valencia, Comunidad Valenciana (España). (Carlos Luján/Europa Press)

Este viernes, junto con el sábado 11 de octubre, serán los días álgidos del episodio de fuertes precipitaciones de la DANA Alice, que afectará principalmente al litoral mediterráneo. Ante esta situación de lluvias “muy fuertes y persistentes” que pueden ir acompañadas de tormentas y granizo, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) informaba el pasado martes del lanzamiento de un aviso especial desde las últimas horas del miércoles hasta, al menos, el domingo 12 (más tarde, amplió la alerta hasta el lunes).

Los chubascos más intensos se esperan en Valencia, Alicante y Murcia, donde la población ya ha recibido en sus teléfonos móviles el mensaje masivo Es-Alert de Protección Civil y donde varios centros educativos ya han suspendido su actividad presencial, como la Universidad de Alicante (UA), la Universidad de Murcia (UM) o colegios en distintos municipios de estas zonas.

Este viernes, de hecho, son estas regiones las que cuentan con niveles más elevados de avisos: en la Región de Murcia el riesgo es “extremo” (es decir, alerta roja) por precipitaciones acumuladas de 60 mm en una hora o de 180 en 12 horas; también en la provincia de Alicante, donde en el litoral sur se esperan acumulados de 180 mm en 12 horas. También hay avisos por lluvias y tormentas en Valencia (naranja) y en Castellón, Tarragona, Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla (amarillo).

Ante estas previsiones y el riesgo de inundaciones y crecidas repentinas, son varias las protectoras de animales de las zonas afectadas que han mandado un mensaje de petición de ayuda a la población para buscarles un hogar temporal y permanente a los perros de los refugios. Y es que, en la DANA del 29 de octubre de 2024, que se cobró 229 vidas y provocó serios daños materiales, pudieron verse imágenes de desesperación de estos voluntarios.

El día después de la dana más devastadora del siglo.

En Sueca (Valencia), la dueña de uno de los refugios de perros, el año pasado compartía a través de Instagram (@adoptavalencia) su preocupación por el temporal, ya que el centro comenzó a inundarse: “¡Ayer nos desalojaban a nosotras, pero a los perros no, y dijimos que de aquí no nos movíamos, no íbamos a abandonarlos aquí!“, escribían. Por ello, solicitaban la ayuda urgente de personas que pudiesen acoger a los animales en sus casas al menos durante una semana; además, pedían camas para los perros grandes, pienso, sábanas y toallas: ”Las donaciones materiales ahora mismo no podemos ni recibirlas, no tenemos dónde dejar las cosas, necesitamos puntos de recogida con voluntarios que puedan almacenar estas cosas durante unos días y que después nos lo hagan llegar".

En ese momento, a gran parte de la ciudadanía las lluvias torrenciales le pilló completamente por sorpresa. Un año después, tras el recuerdo imborrable que dejó la DANA, los mensajes de alerta se han enviado con mayores márgenes de tiempo. Por ello, en los últimos días, varias protectoras de animales de las zonas en las que se prevé que los acumulados sean más cuantiosos han solicitado la misma ayuda.

Imagen de archivo. Los perros
Imagen de archivo. Los perros de un refugio de Sueca (Valencia) sufren las inundaciones de la DANA de octubre de 2024 (@adoptavalencia/Instagram)

La importancia del voluntariado y de los protocolos estatales

En la ciudad de Valencia, la protectora Petjades Trobades explicaba a través de Instagram (@petjadestrobades) su preocupación por el aviso naranja del jueves, que se repite este viernes: “Otra vez tenemos que hacer esta publicación. Las danas ya no sabemos ni cómo vienen”.

Por ello, pedían acogidas de mínimo dos semanas, ya que “la alerta va a durar más tiempo y necesitamos margen de maniobra para buscar casas más estables”. También desde XDANA (Por la Defensa de los Animales No Atendidos) realizaban una petición de ayuda también a través de las redes sociales (@xdana.animal en Instagram): “Nuestros perros son supervivientes de la DANA que azotó Valencia en octubre de 2024. Ya han pasado por momentos muy difíciles y queremos evitar que vuelvan a vivir otra situación así sin una familia. Estamos buscando acogidas de media o larga estancia donde puedan estar tranquilos y cuidados como se merecen”, escribían junto a un carrusel de imágenes de los perros que necesitan un hogar.

Imagen de archivo. Dos perros
Imagen de archivo. Dos perros durante la ‘Sanperrestre’ 2024, a 30 de diciembre de 2024, en Madrid (España), convocada por la protectora El Refugio y cuya recaudación se destinó a protectoras de animales afectados por la DANA de Valencia. (Eduardo Parra/Europa Press)

Esta situación se repite cada vez que se producen crisis climáticas o episodios de extremo riesgo, como la ola de incendios que azotó España durante el verano y que dejó más de 330.000 hectáreas arrasadas solamente en el mes de agosto. Desde la Plataforma Defensa Animal, su portavoz Diego Nevado señala la importancia de crear “un protocolo a nivel estatal para que los animales también sean protegidos durante estas situaciones”: “Ante las alertas por lluvias, varios refugios de animales podrían volver a inundarse y los animales bastante tienen con estar ahí por haber sido abandonados o maltratados”.

“Los demás animales vuelven a ser los grandes olvidados, vuelven a quedar fuera de la protección civil”, explica a Infobae España Rosa Más, bióloga de la Plataforma de Defensa Animal. “Esta situación de total abandono afecta particularmente a los animales que se encuentran en protectoras y refugios, que suman el peligro de una inundación a las tristes circunstancias que los llevaron a un chenil”.

Tal y como señala la experta, estas emergencias no son ajenas a los animales, que también sienten la angustia y la preocupación con estos intensos fenómenos atmosféricos: “Hay que tener en cuenta que los animales compartimos la capacidad de sentir y de experimentar emociones, también el miedo que supone ver cómo el agua anega nuestros hogares mientras sube peligrosamente de nivel”.

Este riesgo grave puede llevarles a “generar episodios de pánico”, por lo que el voluntariado para evacuar y acoger a estos animales se convierte en indispensable. Rosa Más, por tanto, reitera la exigencia de establecer “planes de contingencia que ayuden a toda la población, humana o no”: “Es inadmisible que no exista un protocolo de ayuda para las instalaciones que acogen a los animales que alguien sin escrúpulos abandonó un día”.