Hito en uso de órganos de animales modificados para trasplantes en humanos: un paciente con cáncer que recibió un hígado de cerdo prolongó cinco meses su vida

El tejido extraído del animal funcionó correctamente durante los primeros 31 días tras la cirugía, pero luego tuvo que ser retirado por el desarrollo de complicaciones

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Quirófano.
SALUD
SANTYPAN/ ISCTOK
Quirófano. SALUD SANTYPAN/ ISCTOK

Un equipo de científicos chinos ha logrado el primer trasplante parcialmente exitoso de un hígado de cerdo genéticamente modificado en un ser humano vivo, un hito médico que supone un nuevo avance en este campo que trata de atajar la escasez de órganos para trasplantar. El procedimiento, realizado en el Hospital Afiliado Primero de la Universidad Médica de Anhui y el Laboratorio Estatal de Edición Génica Porcina y Xenotrasplante de la Universidad Agrícola de Yunnan, permitió que un hombre sobreviviera 171 días con parte de un órgano porcino, conforme ha publicado el equipo médico en el Journal of Hepatology.

El caso marca una diferencia clave respecto a intentos previos, que solo se habían realizado en pacientes con muerte cerebral o con órganos conectados fuera del cuerpo. En este caso, el órgano porcino funcionó dentro de un ser humano vivo, con integración vascular y biliar, y durante un periodo mucho más prolongado. Según detalla el informe, “este estudio demuestra la viabilidad del xenotrasplante hepático porcino auxiliar como estrategia puente hacia el trasplante humano”.

El paciente, un hombre de 71 años con cirrosis hepática por hepatitis B y un carcinoma hepatocelular avanzado, no era candidato para trasplante convencional ni para resección quirúrgica curativa. Tras agotar todas las opciones terapéuticas, el equipo médico recurrió a un hígado de cerdo modificado con 10 ediciones genéticas como último recurso. El órgano se implantó como un injerto auxiliar, es decir, sin retirar completamente el hígado humano, con el objetivo de brindar soporte funcional mientras el paciente esperaba una posible recuperación o un trasplante humano.

En el año 2024 se produjeron en España 433.357 defunciones, solo 194 defunciones más que el pasado año en la misma fecha, según los datos provisionales del informe 'Defunciones según la Causa de Muerte', publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que por segundo año consecutivo sitúa a los tumores como primera causa de muerte en 2024, con un 26,6% del total de defunciones, seguidos de las enfermedades del sistema circulatorio (26%). Fuente: Europa Press

El cerdo donante fue modificado mediante técnicas de edición genética como CRISPR/Cas9 y el sistema PiggyBac, eliminando genes responsables de provocar rechazo hiperagudo y añadiendo siete genes humanos para mejorar la compatibilidad inmunológica y de coagulación. Entre los genes humanos incorporados se encuentran CD46, CD55, CD59, CD39, TBM, EPCR y CD47, que ayudan a evitar el ataque del sistema inmunitario y a reducir el riesgo de coágulos.

31 días sin complicaciones

Durante los primeros 31 días tras la cirugía, el paciente no presentó rechazo agudo ni infecciones graves, y los marcadores de función hepática y renal se mantuvieron estables. El hígado porcino demostró actividad metabólica real: produjo bilis, sintetizó albúmina y factores de coagulación, y corrigió alteraciones metabólicas del paciente. El estudio aporta información inédita sobre la respuesta inmunológica y la compatibilidad funcional entre órganos porcinos y humanos. Las biopsias del injerto no mostraron signos de rechazo agudo, lo que sugiere que la combinación de edición genética y un régimen inmunosupresor específico puede evitar las formas más agresivas de rechazo. Además, el monitoreo exhaustivo descartó la transmisión de virus porcinos al receptor, un riesgo que preocupa en este tipo de procedimientos.

No obstante, el caso también pone sobre la mesa los desafíos pendientes. A partir del día 31, el paciente desarrolló microangiopatía trombótica asociada a xenotrasplante (xTMA), una complicación grave caracterizada por daño vascular, anemia y disfunción multiorgánica. El equipo médico controló inicialmente el cuadro con anticoagulantes, pero la progresión obligó a retirar el hígado porcino en el día 38. Tras la explantación, el paciente recibió tratamiento con eculizumab y recambios plasmáticos, lo que permitió la recuperación de la función hepática residual. Sin embargo, meses después, el paciente falleció por hemorragias digestivas recurrentes, una complicación relacionada con su enfermedad de base.

La investigación también revela limitaciones importantes. La aparición de xTMA y la necesidad de retirar el injerto muestran que la compatibilidad entre especies no es perfecta, especialmente en lo que respecta a la coagulación y la interacción entre las células endoteliales humanas y porcinas. Los autores admiten que que “la xTMA posoperatoria representa un desafío considerable para el éxito a largo plazo, lo que subraya la necesidad de más investigación para mejorar los resultados del xenotrasplante”.

El siguiente paso será optimizar la edición genética para reducir aún más el riesgo de complicaciones como la xTMA y mejorar la compatibilidad funcional. Además, será necesario establecer protocolos de inmunosupresión y vigilancia de infecciones a largo plazo. El estudio sienta las bases para futuros ensayos clínicos y abre la puerta a una nueva era en la medicina de trasplantes, aunque los expertos advierten que aún quedan obstáculos técnicos, éticos y normativos por resolver antes de que el xenotrasplante hepático se convierta en una opción estándar.