Cuenta atrás para los accionistas indecisos del Sabadell: este viernes acaba el plazo para aceptar la opa de BBVA

El resultado de la operación lo dará a conocer la Comisión Nacional del Mercado de Valores el próximo 17 de octubre

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El presidente del BBVA, Carlos
El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila (d), y el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (i). (Montaje de Infobae con imágenes de Europa Press)

El reloj corre para los accionistas de Banco Sabadell, que tienen hasta mañana para decidir si aceptan o rechazan la oferta pública de adquisición (opa) lanzada por BBVA sobre el banco catalán. Los dos bancos no han escatimado en gastos de publicidad para atraer a su terreno a los accionistas que mañana tienen que optar por ser fieles a su banco o canjear papel.

Para convencerles, BBVA decidió el pasado 22 de septiembre mejorar la opa y ofrecer una acción suya por cada 4,8376 acciones de la entidad catalana. Con esta subida pretende que la opa llegue a buen puerto después de que la anterior oferta, consistente en una acción de BBVA y 0,70 euros en efectivo por cada 5,5483 acciones de Banco Sabadell, no dio el resultado esperado. Esta oferta valora las acciones del banco catalán en 3,39 euros, máximos de diez años.

El resultado de la operación es incierto. Mientras que desde BBVA, su presidente Carlos Torres ha asegurado este jueves que la operación conseguirá su objetivo de superar “ampliamente el 50%” con el apoyo de accionistas minoristas e institucionales, el consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, cree que la opa ya ha fracasado porque es imposible que acudan al canje todos los fondos de inversión, “como mucho”, ha señalado, “BBVA conseguirá un tercio de los apoyos”.

Declaraciones del presidente de BBVA, Carlos Torres, quien comunica la decisión de no desisir de su OPA sobre Sabadell tras analizar la condición que el Gobierno impuso la semana pasada a la operación (Fuente: EUROPAPRESS)

¿Una segunda opa?

La incógnita se despejará el próximo 17 de octubre cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dé a conocer el resultado, según ha informado en un comunicado, y en caso de producirse una segunda opa informará de los criterios para determinar el precio equitativo y que serviría de ‘suelo’ para la nueva contraprestación. Y es que, si la oferta inicial obtiene una aceptación superior al 30% pero inferior al 50%, el BBVA podrá decidir seguir adelante con la operación mediante una segunda opa, cuyo precio deberá ser aprobado por la CNMV.

Sobre una posible segunda opa, Carlos Torres ha señalado que de producirse, “en ningún caso sería a un precio distinto a la oferta actual”, ya que “le corresponde al BBVA fijar el precio”. Ha incidido en que “hay unos mínimos legales, que es el precio más elevado que hubiéramos pagado en los últimos doce meses, que corresponde al precio actual”. En este sentido, ha señalado que “especular con un segundo tren no tiene ningún sentido, porque se arriesga a que no haya otra oportunidad. Sería lo más probable. Y en todo caso, sería al mismo precio y en efectivo”.

Por su parte, González-Bueno, cree que una posible segunda opa del BBVA resultaría “muchísimo más atractiva” para los accionistas de la entidad catalana que la actual.

Pérdidas de puestos de trabajo

Mientras se produce este cruce de declaraciones entre los directivos de ambos bancos, el sindicato La Intersindical de Banco Sabadell, ha informado este jueves que el triunfo de la opa podría acarrear la supresión e entre 5.000 y 6.000 puestos de trabajo.

El secretario general de la sección sindical en el Sabadell, Vicenç García, ha señalado a EFE que temen que, aunque los recortes podrían afectar a ambas entidades, la mayor parte se concentraría en el banco catalán. La Intersindical cuenta con 21 de los 365 delegados del Sabadell en España, un 5,9%, y es la segunda fuerza sindical de la entidad en Cataluña, con una representación del 22%. Tiene al mismo tiempo una representación del 1% en el BBVA a nivel estatal y del 5% en Cataluña.

García señala que la destrucción de empleo podría producirse una vez concluya el periodo de entre tres y cinco años en los que el Gobierno ha vetado una eventual fusión entre ambos bancos. Advierte, sin embargo, de que “los jueces, o bien un cambio de gobierno” podrían alterar ese periodo y precipitar las medidas para aprovechar las sinergias de la operación.