Una conductora estaciona para comprar cigarrillos y recibe una multa desmesurada: “¡Casi 100 euros por 20 minutos de aparcamiento! ¡Es un robo!”

La sanción fue impuesta por una empresa privada de control de aparcamientos en un supermercado que estaba cerrado

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Imagen de archivo de vehículos
Imagen de archivo de vehículos aparcados (Europa Press)

Una mujer austríaca de 48 años, identificada como Bianca L., ha recibido una multa de casi 100 euros tras estacionar durante apenas 20 minutos en el aparcamiento de un supermercado Penny en Vösendorf, cerca de Viena.

Según el relato de la afectada, la situación se produjo cuando se detuvo en el aparcamiento de un supermercado junto a un estanco para comprar cigarrillos en un distribuidor automático instalado en la fachada del local. Aunque el supermercado se encontraba cerrado por ser domingo, Bianca asumió que podía aparcar sin problema en el recinto, dado que iba a realizar una compra en un negocio asociado a la zona. Sin embargo, las cámaras de la empresa “Park & Control Austria” captaron su vehículo estacionado en el aparcamiento del establecimiento durante aproximadamente veinte minutos, tiempo suficiente para que la compañía emitiera una sanción administrativa cercana a los 100 euros.

Un malentendido bajo el sol de junio

El suceso, aparentemente trivial, se complicó debido al calor extremo de aquel día. Bianca explica que la máquina expendedora de tabaco no funcionaba correctamente debido a las altas temperaturas y llegó incluso a retenerle el dinero sin entregar el paquete solicitado. “Hacía demasiado calor y mi coche ya empezaba a dar fallos. Solo quería comprar un paquete rápido y marcharme”, relató la mujer a medios locales.

Tras varios intentos frustrados, una transeúnte que pasaba por la zona le prestó una moneda para completar la compra, aunque el distribuidor no le ofreció la marca de cigarrillos que buscaba. Todo este proceso le llevó alrededor de veinte minutos. Cuando finalmente regresó al coche, no había ningún aviso físico sobre la infracción. Días después, recibió la notificación de sanción en su domicilio: una multa que consideró “completamente desproporcionada”.

Coches aparcados (REUTERS/Annegret Hilse)
Coches aparcados (REUTERS/Annegret Hilse)

La empresa defiende su política

Consultada por el incidente, la compañía “Park & Control Austria” explicó que el aparcamiento en cuestión, ubicado en la dirección Laxenburgerstrasse 166 de Vösendorf, solo está disponible para clientes del supermercado Penny durante el horario de apertura. Fuera de esas horas, según la empresa, el estacionamiento está estrictamente prohibido, algo que —aseguran— está “claramente y visiblemente indicado en los carteles del recinto”.

“Las normas son las mismas para todos los usuarios”, declaró un portavoz de la empresa. “Nuestra labor consiste en garantizar que las plazas estén disponibles para los clientes legítimos del establecimiento durante las horas autorizadas. La señalización cumple con los estándares legales y está colocada en lugares visibles”.

Bianca, sin embargo, asegura no haber visto ninguna señal que indicara la restricción. “No había ningún cartel visible desde donde aparqué. Si lo hubiera sabido, jamás habría parado allí. Fue una parada corta para comprar cigarrillos, nada más”, insistió.

“Incluso los empleados me dijeron que era una barbaridad”

Lo que más ha enfurecido a Bianca no es tanto la multa en sí como la falta de empatía que percibió al intentar resolver la situación. Asegura que, tras recibir la notificación, contactó tanto con la empresa de control como con el propio supermercado y el estanco, pero ninguno de ellos pudo ofrecerle una solución.

“Hasta los propios empleados de Park & Control me dijeron que la suma era una barbaridad”, explicó. “Pero no podían hacer nada. Me remitieron a un formulario en línea para presentar una queja, aunque ya me advirtieron de que no serviría de mucho”.

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Desde el supermercado Penny, la respuesta fue igualmente tajante: al tratarse de un contrato de gestión de aparcamiento firmado con la compañía privada, el establecimiento no tiene potestad para anular ni modificar las sanciones emitidas, incluso en casos excepcionales como el de Bianca. El estanco, por su parte, señaló que alquila el espacio exterior donde se encuentra el distribuidor automático, pero no tiene ningún control sobre el aparcamiento del recinto.