Ni velas ni ambientadores: el paso a paso para que tu casa huela siempre bien

El sencillo truco de ventilar y desinfectar que ayuda a refrescar los ambientes cargados de las estancias habitadas

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Imagen recurso de alféizar de
Imagen recurso de alféizar de ventana sucio (Getty Images)

Olores dulces, cítricos, afrutados, marinos... hay infinidad de fragancias que despiertan recuerdos y refrescan ambientes, aunque no siempre a gusto de todas las personas. Aquello que sí es general es la necesidad de limpiar las estancias de una casa para poder alcanzar aquellos olores que guardan en su interior infinidad de memorias.

El primero de los trucos no tiene mucho misterio: abrir las ventanas. Lo recomendable es ventilar temprano unos diez minutos diarios y en todas las estancias. Si se vive en una ciudad, el cuándo abrir las ventanas es todavía más importante que si se reside en el campo, ya que en las horas puntas entrará más contaminación. Este simple gesto previene la acumulación de ácaros y malos olores en los tejidos de las habitaciones. Además, es más recomendable ventilar diariamente espacios cortos de tiempo que ratos largos de vez en cuando.

Otro de los consejos consiste en desinfectar para mantener una buena higiene hogareña. Una casa puede tener la apariencia de limpia y desprender olores desagradables. El motivo radica en que no es suficiente con limpiar las superficies de los muebles, paredes y suelos; sino que es fundamental desinfectar previamente antes de limpiar. También es importante mirar en los rincones más recónditos de una casa: desde debajo de los cubos de basura, debajo de las encimeras a detrás de la nevera. Adicionalmente, es de vital importancia desinfectar todos los utensilios con los que se suele limpiar una casa. Los cubos de basura, los trapos de cocina, las esponjas y los trapos suelen ser nidos de bacterias y malos olores, además de retener la humedad. Por ello, un desinfectado regular es fundamental para limpiar con herramientas aptas para que cumplan su función.

La manera más sencilla de desinfectar los botes de basura, por ejemplo, es limpiarlos con agua, alcohol isopropílico y unas gotas de jabón líquido. Así, se eliminan los gérmenes que causan malos olores. Además, permite dejar cierta sensación de frescura en aquellos utensilios ya de por sí poco apetecibles. Antes de guardarlos, es importante dejar que se sequen para no almacenarlos con humedad y con el riesgo de que se pudran. Pueden añadirse unas gotas de aceite esencial a los trapos o esponjas del olor que más le guste a los inquilinos del inmueble para prolongar la sensación de limpieza. Y, de igual manera que los utensilios de limpieza, los tejidos son los que retienen más los olores, ya sean toallas, fundas de almohadas o sábanas. Estas deben cambiarse semanalmente e, incluso, cada cinco días.

Una vez se han desinfectado las estancias de una casa, es posible esparcir fragancias por las distintas habitaciones. Mantener un aroma agradable sin recurrir a ambientadores químicos es posible. Un truco efectivo es colocar un pequeño recipiente con bicarbonato de sodio en cada habitación. Este producto neutraliza los olores desagradables sin ocultar aromas naturales del hogar. También pueden emplearse velas y difusores, aunque siempre con moderación. Estas fragancia permiten personalizar los ambientes al gusto de cada uno. Aquellas velas que sean de cera natural, como la de soja o la de abeja, evitan olores artificiales que pueden ser contraproducentes en la tarea de refrescar las estancias.

Cinco ingredientes para crear un perfume casero

No hace falta comprarse uno de aquellos juegos que, para los más peques, siguen fabricando y con los que podías hacer tu propio jabón, colonia, etc. Es mucho más sencillo que eso y con tal solo cinco ingredientes.

En primer lugar, se necesita un frasco de vidrio limpio con atomizador para poder mezclar y almacenar el contenido que se fabricará. También hay que tener preparado alcohol de 96º, que será la base del perfume; aceites esenciales del aroma deseado; agua destilada, con la que se diluirá la mezcla; y, si se quiere, dimeticona, que viene a ser una silicona líquida usada comúnmente en productos cosméticos y cuya función aquí sería la de fijar para que el aroma dure más tiempo.

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La mezcla viene a ser bastante sencilla. Es necesario haber limpiado bien el recipiente donde se verterá el alcohol. En él, debe verterse, aproximadamente, has alcanzar el 70% del frasco. A continuación, deberán añadirse las esencias escogidas. Para ello, puede consultarse la composición de cualquier perfume que se tenga en casa o experimentar. Una vez hayamos probado las mejores mezclas olfativas, es necesario incorporar el fijador, si finalmente quiere usarse uno. Tan solo unas gotas. Y, para acabar, tapar y agitar contundentemente. Es mejor si la mezcla se deja reposar en un lugar oscuro y fresco durante, al menos, dos semanas. De tal manera, los aromas se armonizarán entre sí. En caso de que haya quedado demasiado denso tras el reposo, puede completarse el frasco con agua destilada y volver a agitar.