Los españoles de la Flotilla deportados por Israel llegan a Madrid: “No se puede permitir la impunidad ante toda esta violación sistemática de derechos humanos”

Los 21 activistas, entre los que se encuentran Ada Colau y Jordi Coronas, han denunciado maltrato y vejaciones durante su detención

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Algunos de los españoles de
Algunos de los españoles de la Flotilla aterrizan en Madrid. (Reuters/Juan Medina)

Después de cinco días de tensión y proclamas, por fin han llegado a la capital los primeros españoles que viajaban en la Global Sumud Flotilla, capturados por el ejército israelí el pasado miércoles 1 de octubre mientras intentaban llegar a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria para “romper el bloqueo ilegal”. Los 21 deportados de los 49 han llegado pasadas las 20:30 de la tarde al aeropuerto de Barajas de Madrid, donde han sido recibidos por 200 familiares, periodistas y simpatizantes que portaban pancartas y banderas de Palestina. A los pocos minutos de aterrizar han narrado cómo han vivido esos días de retención en la prisión de Saharonim.

Recordemos que la interceptación se produjo cuando las fuerzas israelíes abordaron varias de las embarcaciones, entre ellas el Alma, el Adara y el Sirius, esta última en la que viajaba la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y quien comunicó a través de un video que “habían sido interceptados”. Tal y como denunciaron posteriormente los integrantes de la Flotilla, el ejército israelí utilizó cañones de agua contra los barcos, a tan solo 70 millas de la Franja. Pese a sus esfuerzos, todos fueron finalmente interceptados. Por su parte, el Ministerio de Exteriores israelí aseguró que la detención se realizó “de forma segura” y que “sus pasajeros están siendo trasladados a un puerto israelí”, añadiendo que “Greta (Thunberg) y sus amigos están sanos y salvos”. De este modo, las autoridades pusieron bajo custodia a más de 400 integrantes de la flotilla, todos ellos capturados en aguas internacionales.

La captura, que los activistas españoles han denunciado como “un proceso constante de deshumanización, ha generado una oleada de manifestaciones en todo el mundo. Y es que, nada más ser interceptadas las primeras embarcaciones, las calles de varias ciudades de países de todo el mundo se empezaron a llenar de manifestantes espontáneos. Así, miles se congregaron en Italia, Alemania, Grecia, Uruguay, Brasil, Colombia, México, Argentina, Mauritania, Bélgica, Suecia, Túnez, Australia, Inglaterra, Francia, Malasia... Al igual que en España, donde sobre las 21 horas del jueves, 2 de octubre, miles de personas llenaban las calles de Madrid, Barcelona, Palma, Salamanca, Logroño, Valencia, Pamplona, Santander, Bilbao... en apoyo a la Flotilla y condenando el “genocidio” (considerado ya tal por la ONU).

Una bienvenida multitudinaria

El grupo ha aterrizado entre ovaciones y respaldados por cientos de personas en el aeropuerto de Barajas, entre los que se encontraban familiares, amigos y representantes políticos para darles la bienvenida. Se ha podido ver a la ministra de Sanidad, Mónica García, dirigentes de Podemos e Izquierda Unida, así como representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Mientras esperaban al aterrizaje del avión con los 21 activistas de la flotilla, García ha aprovechado para agradecer a los 49 y denunciar que fueran “secuestrados ilegalmente”. También ha destacado la intervención de Exteriores y del consulado en Tel Aviv y su intención “para proteger a los que siguen detenidos y para parar el genocidio”.

Por su parte, Ione Belarra ha considerado a los españoles capturados como “lo mejor de nuestra sociedad”, a la par que reclamaba: “Es el momento de romper relaciones diplomáticas, económicas, militares y de todo tipo con el Estado terrorista de Israel”. Asimismo, la de Podemos ha recalcado la situación de los tres miembros de su partido que continúan detenidos en Israel (Lucía Muñoz, Serigne Mbayé y Alejandra Martínez) y que “están en huelga de hambre” para denunciar “el brutal genocidio” que Israel está cometiendo en Gaza.

En cuanto a los 28 españoles restantes que aún permanecen bajo el control del ejército israelí, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha informado que sigue trabajando para su vuelta, después de que rehusaran firmar documentos que reconocieran la entrada ilegal en el país. En este sentido, las autoridades penitenciarias han anunciado a los representantes legales de la Global Sumud Flotilla que “deportarán a otros 170 activistas de la misión humanitaria el próximo lunes”, tal y como ha explicado la Adalah, el grupo de abogados que lleva la defensa de los activistas en Israel. Por el momento se desconocen los detalles sobre la nacionalidad y el destino de estas personas, aunque sumando esta cifra a los que se han liberado este sábado y domingo en Estambul, Italia y España, solo restarían 60 tripulantes de la flotilla.

El concejal de ERC en
El concejal de ERC en Barcelona, Jordi Coronas, y la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, a su llegada El Prat. (Kike Rincón/Europa Press)

“Ellos mismos han firmado los documentos”

Entre los activistas que han regresado a España se encuentran la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el concejal de ERC, Jordi Coronas, quienes tras llegar a Barajas continuaron su viaje a hasta Barcelona en otro vuelo que aterrizó sobre las 23:00. Mientras que los otros cuatro activistas catalanes de la flotilla (Guillem Esteban, Sofía Peris, Laia Rosell y Cèlia Vélez) han hecho su traslado a Cataluña en coche. A su llegada a El Prat, Colau y Coronas han denunciado los “abusos y maltratos” que han recibido durante los días de cautiverio, por los que la exalcaldesa ha decidido que emprenderá “acciones para no permitir la impunidad” y ha hecho un llamamiento a la movilización para parar los pies a este “Estado terrorista neofascista” israelí: “No se puede permitir la impunidad ante toda esta violación sistemática de derechos humanos”. Asimismo ha confesado haber vivido “una experiencia muy dura”, desde “la detención ilegal” de los activistas de la flotilla, que ha definido como un “secuestro en aguas internacionales”, tras el cual fueron llevados a un puerto donde les esperaban “centenares de policías muy agresivos, muy violentos”, que los maltrataron, antes de llevarlos a una “horrible” prisión de alta seguridad en el desierto.

La exalcaldesa ha dejado claro así que “no se respeta ningún derecho”, ya que no han tenido acceso a un abogado y se encontraban “absolutamente incomunicados”, además de tener prohibido una ducha y no haberles facilitado medicinas. “Se han violado todos nuestros derechos”, ha reiterado, mientras añadía, que estaba retenida en una celda de “seis por tres” metros junto con quince mujeres. Tal y como ha recogido EFE, la celda daba a un patio donde los carceleros habían desplegado “una foto enorme de Gaza devastada por las bombas”, con una leyenda en árabe: “Bienvenidos a la nueva Gaza”. En cuanto a la documentación que les han dado justo antes de embarcar en el aeropuerto de Tel-Aviv, el concejal de ERC ha asegurado que se trataba de unos papeles en los que admitían la ilegalidad de su entrada a Israel y por el que asumían el decomiso de los barcos. Sin embargo, Coronas ha afirmado que al negarse en rotundo los 21 españoles, “han cerrado la puerta y ellos mismos han firmado los documentos. Esto es fascismo”, ha reiterado.

Por su parte, el resto de activistas que se han terminado su viaje en el aeropuerto madrileño también han relatado las condiciones que vivieron tras ser interceptados. Entre sus declaraciones, todos han denunciado malos tratos, episodios de violencia y una situación que describen como “de humillación y vejaciones”. Una de las integrantes de la flotilla ha explicado que tras ser “interceptados ilegalmente en aguas internacionales” les trasladaron “en contra de nuestra voluntad, al puerto de Ashdod”, donde “la violencia escaló notablemente”. A continuación, el abogado Rafael Borrego, también miembro de la flotilla, ha comunicado que estuvieron “siete horas maniatados con las manos en la espalda, sentados en el asfalto de noche”, mientras el ministro Ben-Gvir “vino a darnos una especie de lección, pero conseguimos echarlo de ahí”. Seguidamente ha asegurado que una vez procesados para ser transportados a la cárcel, “pasamos por un trámite también humillante en el que nos robaron prácticamente todos nuestros objetos personales y nos dejaron apenas un par de prendas de ropa a la mayoría”, ha narrado. Igualmente ha añadido cómo “se reían en nuestra cara y nos trataban como si fuéramos menos que seres humanos, menos que animales”.

Según otros testimonios, durante los chequeos de seguridad dentro de las celdas, los guardias “han entrado varias veces y ya nos han apuntado con el puntero de las armas en partes vitales, en la cabeza, en el corazón”, reconocía otro según declaraciones recogidas por Europa Press. Asimismo, otro de los integrantes ha recordado cómo uno de sus compañeros “decía que sentía que si fuésemos palestinos habríamos estado asesinados y esa es la sensación que nos queda después de todo”. Del mismo modo, otros han descrito que llegaron “en una condición de absoluta indefensión” y vivieron “una situación de escalada constante”, en la que se les negó “el derecho a atención sanitaria”, agua potable y sufrieron privación de sueño y racismo. Concretamente, el mismo testificante añadió: “Esta es la ropa con la que hemos llegado, porque no nos la han dejado cambiar (...) Abríamos el agua porque nos decían que tomábamos agua del grifo y salía agua gris, agua café, que no se podía tomar, pero no les importaba”.

Decenas de personas esperan la
Decenas de personas esperan la llegada de los 21 ciudadanos españoles integrantes de la Sumud Global Flotilla. (A. Pérez Meca/Europa Press)

Adalah sobre las condiciones dentro de Ktziot

Tal y como ha informado Adalah, las condiciones dentro de la prisión de Ktziot, donde permanecen detenidos participantes de la Global Sumud Flotilla, han presentado varias problemáticas. Aunque finalmente han logrado remendarlo, durante las primeras horas “se nos ha negado el acceso a todos los participantes” de la flotilla, a pesar de las gestiones legales y la intervención de embajadas extranjeras. Solo después de la insistencia legal y las visitas diplomáticas, las autoridades israelíes permitieron que los detenidos pudieran recibir medicación dentro de la prisión.

Durante las breves visitas concedidas a abogados, en las que solo se pudo entrevistar a once activistas tunecinos —todos ellos en huelga de hambre—, se desvelaron los “ataques generalizados y violencia durante su traslado desde el puerto (de Ashdod) a la prisión y durante los primeros días de encarcelamiento”. Pese a que la organización ha asegurado que “ahora las condiciones dentro de la prisión son relativamente estables”, persisten “preocupaciones por el estado de salud de las personas que están en huelga de hambre y por la falta de una atención sanitaria adecuada”; como es el caso de Adrià Plazas, miembro del secretariado nacional de la CUP, y no el de Pilar Castillejo, tal y como ha señalado Colau a su llegada a El Prat.

El grupo legal mantiene que continúa velando “estrechamente por las condiciones de los participantes de la flotilla retenidos bajo custodia israelí” y trabaja “por la protección de los derechos de todos los detenidos hasta su deportación y regreso seguro a sus países de origen”. A pesar de toso, al ser consultados por el temor a perder la vida, uno de los activistas afirmó: “Ha habido momentos que he pensado, aquí es donde me matan”. Pese a todo, han asegurado que “sin duda” volverían a embarcar en otra flotilla y, sobre el efecto de la acción, el diputado Juan Bordera ha declarado que “es una obviedad que ha cambiado algo en el inconsciente colectivo”.