Metro de Madrid busca una empresa que localice los rayos que caen a menos de tres kilómetros de sus depósitos y de algunas estaciones

Actualmente, tiene instalados 53 pararrayos en su red y quiere un diagnóstico de posibles averías producidas por estas descargas eléctricas, además de analizar dónde tiene que instalar más. En Madrid cayeron en 2024 un total de 4.098 rayos

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Tormenta con rayos en Madrid
Tormenta con rayos en Madrid capital. (Alberto Lunas)

Metro de Madrid está preocupado por los rayos que pueden caer en sus instalaciones. A pesar de que ahora el foco mediático está puesto en las aglomeraciones que están sufriendo últimamente los usuarios por culpa del cierre parcial de la Línea 6 y de las obras que se están haciendo en varios puntos de la capital (que reducen el tráfico en superficie y empujan a los ciudadanos al suburbano), la empresa pública dependiente de la Comunidad de Madrid sigue con su trabajo diario. A finales de agosto publicó una licitación para contratar una empresa que le ayude a localizar si, cuando hay tormenta, alguna descarga eléctrica ha podido dañar depósitos o estaciones de trenes.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) cuantificó el año pasado 814.922 descargas eléctricas en todo el territorio nacional, incluidas Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. 352.701 tocaron tierra. Y de estos, solo 4.098 fueron registrados en la región. A pesar de ello, Metro quiere un “servicio de localización de los impactos de los rayos”, tantos directos como en las proximidades de una serie de instalaciones del suburbano que cuentan con pararrayos. El coste del contrato no es muy elevado, no llega a los 10.000 euros, teniendo en cuenta que se prestará durante cuatro años, entre enero de 2027 y diciembre de 2030.

Las empresas especializadas ofrecen este servicio mediante redes de sensores de detección y localización de rayos, que instalan, mantienen y luego explotan los datos suministrados por estos detectores. Metro de Madrid argumenta que “no dispone de esta red de detectores, ni sería económicamente rentable instalarla”. Por ejemplo, una de las compañías que se ha mostrado interesada en licitar es la francesa Meteorage, que lleva desde 1987 estudiando las tormentas y “diseñando soluciones con el mejor rendimiento posible con el fin de evitar riesgos que afecten a las personas, a su actividad y a sus infraestructuras”. Tiene incluso un contador de rayos. Madrid no está entre las 10 primeras comunidades con más descargas eléctricas, un listado que encabeza Castilla-La Mancha.

Varias personas esperan en una
Varias personas esperan en una estación de Metro de Madrid. (Violeta Santos Moura/Reuters)

Metro tiene instalados 53 pararrayos, la mayoría en los depósitos que tiene el suburbano por toda su red. El de Canillejas es el que más suma: en concreto 10. Este depósito es una infraestructura estratégica para el funcionamiento del suburbano, ya que alberga los talleres centrales donde se realizan las revisiones más complejas de todos los trenes. Además, en estas instalaciones se encuentran también las cocheras de las líneas 5 y 7, la Escuela de Formación de Metro y el nodo logístico principal de la compañía. Luego hay cinco en el depósito de Loranca y otros cinco en el de Hortaleza.

Pocos pararrayos en estaciones

Con cuatro pararrayos cada uno, hay cuatro depósitos: Fuencarral, Laguna, Valdecarros y Villaverde. Tres pararrayos tienen los depósitos de Sacedal y Cuatro Vientos y la cochera de Puerta de Arganda. Dos hay en el depósito de Aluche y uno en la Nave de Motores de Cavanilles. Finalmente, el depósito de Ventas solo tiene uno. Donde menos hay es en las estaciones: dos en la de Lago (línea 10), uno en Batán (línea 10) y otro en La Poveda (línea 9).

“Se necesita un servicio, basado en alguna de las redes de detección de rayos ya existentes en España, que pueda informar al responsable del mantenimiento de los pararrayos de que se ha producido una caída de rayo en cualquiera de las ubicaciones donde existe esta posibilidad, o en sus inmediaciones, tanto para efectuar las revisiones, como para ayudar en el diagnóstico de posibles averías o incidencias producidas por los rayos”, argumenta Metro, que quiere que la adjudicataria sea capaz de detectar caída de rayos en un radio de 3 Kilómetros de cada una de las localizaciones seleccionadas, con una precisión mínima de 250 metros. El objetivo es controlar también aquellas instalaciones en superficie que actualmente no disponen de pararrayos, “lo que permitirá disponer de datos que permitan evaluar la conveniencia de instalar alguno en un futuro”.