El reencuentro más esperado de las infantas Elena y Cristina: el motivo de su primer acto público conjunto en casi una década

Las hijas del rey emérito han acudido este domingo 5 de octubre a Torrejón de Ardoz para el Gran Homenaje a la Bandera

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LAS INFANTAS, DOÑA CRISTINA Y
LAS INFANTAS, DOÑA CRISTINA Y DOÑA ELENA, EN EL GRAN HOMENAJE A LA BANDERA, EN TORREJÓN DE ARDOZ. (EUROPA PRESS).

Desde que Felipe y Letizia asumieron el trono en 2014, Casa Real ha atravesado una profunda transformación. Los monarcas, conscientes del desgaste que había sufrido la institución durante los últimos años del reinado de don Juan Carlos, apostaron por un cambio de rumbo basado en tres pilares: transparencia, modernización y austeridad. Su objetivo era claro: recuperar la confianza ciudadana y garantizar un futuro estable para sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Entre las medidas más visibles de esta nueva etapa destacó la redefinición del papel de las infantas Elena y Cristina. Ambas quedaron relegadas de la agenda oficial para reforzar la idea de una monarquía más acotada y profesionalizada, centrada en el núcleo directo de la familia real. Pero las razones iban más allá de lo institucional: las dos hermanas del rey habían atravesado momentos complicados en su vida personal y mediática.

Por un lado, la infanta Elena, tras su divorcio de Jaime de Marichalar, mantuvo una estrecha relación con su padre, el rey emérito, en los años más controvertidos de su figura pública. Por otro, Cristina quedó marcada por el caso Nóos, en el que su exmarido, Iñaki Urdangarin, fue condenado por corrupción, y ella misma tuvo que declarar como acusada. Años más tarde, la aparición de la relación del exdeportista con Ainhoa Armentia la devolvió a los titulares, consolidando su discreta retirada de la vida institucional.

LAS INFANTAS, DOÑA CRISTINA Y
LAS INFANTAS, DOÑA CRISTINA Y DOÑA ELENA, EN EL GRAN HOMENAJE A LA BANDERA, EN TORREJÓN DE ARDOZ. (EUROPA PRESS).

Por ello, durante casi diez años, las infantas Elena y Cristina se han mantenido alejadas de los actos de la Corona. Sin embargo, el tiempo, la prudencia y un deseo evidente de reconciliación familiar han ido limando asperezas. El primer gran gesto público se produjo en la boda de Victoria López-Quesada, ahijada del rey, donde por fin se pudo ver a los tres hermanos juntos tras casi una década sin coincidir ante las cámaras.

En los últimos meses, la infanta Elena ha retomado de forma esporádica su participación en actividades institucionales, como la entrega de los Premios de Pintura Infantil y Juvenil de Patrimonio Nacional. Actos discretos pero simbólicos que muestran una voluntad de reintegración progresiva y controlada. Sin embargo, hasta ahora, lo que no se había producido era la reaparición conjunta de Elena y Cristina en un evento público de relevancia, algo que por fin ha ocurrido este domingo 5 de octubre en Torrejón de Ardoz, marcando un punto de inflexión.

El árbol genealógico de la Familia Real española

Una imagen de unidad en Torrejón de Ardoz

Las dos hermanas del rey acudieron a las fiestas patronales del municipio madrileño, donde presidieron el Homenaje a la Bandera, un acto con gran carga simbólica para las Fuerzas Armadas. Su presencia, aunque no oficial en representación directa de la Corona, tuvo un fuerte componente emocional e institucional: un gesto de apoyo al ejército español y de unidad familiar en tiempos de renovación monárquica.

Desde su llegada, las infantas se mostraron relajadas, sonrientes y muy cómplices. Intercambiaron dos besos, conversaron animadamente y no ocultaron la sintonía que las une. Durante la ceremonia, ambas inclinaron la cabeza en señal de respeto cuando se izó la bandera, un gesto solemne que fue recibido con aplausos por el público congregado.

Fieles a su estilo sobrio, las hermanas apostaron por looks coordinados pero con matices personales. Por su parte, la infanta Elena, siempre fiel a su estética clásica con un toque andaluz, lució pantalón blanco recto, blusa del mismo tono y americana coral, a la que añadió un pequeño broche dorado como guiño al estilo de su madre, la reina Sofía. Completó el conjunto con tacones bicolor en blanco y coral, proyectando una imagen luminosa y cercana.

Y, por otro lado, la infanta Cristina optó por un pantalón palazzo satinado en tono tierra y una chaqueta corta color beige con bordado floral, combinados con unos salones beige y un clutch metálico discreto. Un estilismo cómodo, elegante y en sintonía con las tendencias otoñales, que subrayaba su apuesta por la naturalidad. Ambas evitaron el exceso de joyas o maquillaje, reforzando un mensaje de sobriedad y respeto por el acto.

LAS INFANTAS, DOÑA CRISTINA Y
LAS INFANTAS, DOÑA CRISTINA Y DOÑA ELENA, EN EL GRAN HOMENAJE A LA BANDERA, EN TORREJÓN DE ARDOZ. (EUROPA PRESS).