Sacar los activos rusos del congelador y detener la flota ‘fantasma’ rusa: los retos de la UE para seguir presionando a Putin

Crecen las sospechas de que la flota fantasma puede ser utilizada como puerto de los drones rusos que han sobrevolado el espacio europeo en las últimas semanas

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Líderes de la UE se
Líderes de la UE se reúnen con el presidente ucraniano, Volodímir zelenski. (Europa Press)

La UE quiere seguir presionando al presidente ruso Vladimir Putin, pero la guerra es demasiado cara, EEUU está cortando el grifo de la financiación militar a Kiev y muchos gobiernos de la UE enfrentan dificultades fiscales. ¿Qué queda sobre la mesa?

Una de las claves que pueden añadir músculo a los europeos está en la idea de utilizar los miles de millones de euros en activos rusos congelados desde el inicio de la invasión en 2022. La idea que propuso la dirigente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es utilizar ese dinero como aval para el “préstamo de reparación” de 140.000 millones de euros para apoyar a Kiev en 2026 y 2027, un dinero que sería pagado de vuelta por Ucrania solo “si Rusia paga las reparaciones” por la guerra.

La Unión Europea, junto a Estados Unidos, Reino Unido, Suiza y otros países, mantienen retenidos unos 300.000 millones de euros propiedad de Rusia desde el inicio de la invasión. La mayoría de ellos, unos 210.000 millones de euros, se encuentran congelados en la institución financiera Euroclear, con sede en Bruselas y, por tanto, sujeta a la jurisdicción comunitaria.

La propuesta ha ido cogiendo forma desde que se anunció y las expectativas hasta esta semana eran altas. ”Apoyo firmemente la idea”, afirmó la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, después de las conversaciones de los líderes en Copenhague. Un portavoz de la Comisión aseguró que está comprobado que las sanciones están funcionando contra Rusia y que el impacto “será mayor” si se movilizan esos millones de euros.

Pero la última reunión informal del Consejo Europeo fue un jarro de agua fría a las prisas de la Comisión: Francia todavía tiene dudas, a lo que se le une la negativa de Bélgica y Luxemburgo. ¿Resultado? Los activos seguirán en el congelador.

Hasta ahora, la UE ha utilizado los beneficios extraordinarios que ha generado la liquidez de esos activos. Pero las principales dudas legales de las capitales tienen que ver con su uso, ya que, según el derecho internacional, los activos soberanos no pueden ser confiscados. Importa especialmente la opinión de Bélgica, país sede de la institución financiera, pues el derecho internacional señala que tendría que asumir el riesgo por ser el país sede de Euroclear. Es decir, es la nación responsable del dinero y Rusia podría recurrir a arbitrajes o tribunales por violación de la inmunidad estatal.

La Comisión ha insistido en que la fuerza de esta medida está en el compromiso de todas las capitales de asumir los costes si el plan sale mal. “Von der Leyen ya dijo que era absolutamente claro que Bélgica no puede ser el único país que asuma el riesgo. El propósito es la compartición de riesgos. Cómo se hará en la práctica no se sabe aún”, admitió la portavoz de la Comisión, Claudia Pinho. Alemania también ha insistido en el uso de los activos rusos, y el canciller alemán, Friedrich Merz, aseguró que apoyará “cualquier vía” para hacerlo.

El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, adelantó que este asunto se discutirá más a fondo en tres semanas para tratar de resolver los aspectos legales de la operación. Mientras tanto, Europa mira también a otros países del G7 como Japón, que también tiene dinero congelado en sus instituciones financieras. “Japón tiene activos y lo sabemos. Estamos abiertos a discusiones en próximas cumbres del G7″, señalan desde Bruselas.

La “flota fantasma” y los drones rusos en Europa

Otro de los asuntos que centraron la agenda en la última reunión de líderes europeos en Dinamarca ha sido su estrategia para detener la llamada ‘flota fantasma’ rusa, que Moscú utiliza para eludir las sanciones del bloque y seguir financiando su esfuerzo bélico. La UE prepara el marco legal para hacerlo y, en el decimonoveno paquete de sanciones, planea añadir otros 120 petroleros de la flota paralela rusa, ampliando su lista negra a 568 buques. Algunos de ellos ya no entran formalmente en puertos de la UE, pero siguen utilizando el mar Báltico para su transporte.

Tusk y Orban se enfrentan por Rusia en la cumbre de líderes europeos

El pasado miércoles, personal militar francés abordó el petrolero Boracay, sospechoso de pertenecer a la llamada flota sombra involucrada en el comercio de petróleo ruso. Las alarmas han saltado cuando Macron agregó que aún está por determinarse si el barco, en el que se llegaron a avistar personas con uniforme militar, había estado involucrado en incursiones con drones en Dinamarca la semana pasada.

Según datos de MarineTraffic recogidos por la agencia Reuters, el barco pasó a unas 50 millas náuticas (90 kilómetros) al sur de Copenhague cuando la actividad de drones obligó a la interrupción del tráfico aéreo y el cierre del aeropuerto de la capital danesa la semana pasada, y más tarde estaba frente a la costa occidental de Dinamarca cuando se informó que había drones volando cerca de varios aeropuertos en esa zona. Esto ha hecho crecer las sospechas de que la flota fantasma puede estar siendo utilizada como puerto de los drones rusos que han sobrevolado el espacio europeo en las últimas semanas.