El look de Eugenia Martínez de Irujo en la boda de su hermano Cayetano con Bárbara Mirjan: pantalón con detalles cuidados, top con volumen y un estilo personal por bandera

Con un dos piezas en tonos oscuros, maquillaje otoñal y un tocado con rejilla, Eugenia demostró que se puede brillar en una boda sin recurrir a lo convencional

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Eugenia Martínez de Irujo y
Eugenia Martínez de Irujo y Narcís Rebollo llegan a la iglesia del Cristo de los Gitanos. (Europa Press)

Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan se han dado el ‘sí, quiero’ este sábado 4 de octubre en una de las bodas más esperadas del año. El enlace, celebrado en la iglesia del Cristo de los Gitanos de Sevilla —un lugar de especial carga emocional para el duque de Arjona, ya que allí reposan parte de las cenizas de su madre, la recordada Cayetana de Alba— ha reunido a cerca de 300 invitados en una jornada que ha combinado tradición, emoción y estilo.

Entre los asistentes, no han faltado rostros conocidos del ámbito social, político y mediático como Susanna Griso, Carmen Lomana, Bertín Osborne, Emilio Butragueño, Olivia de Borbón y Julián Porras, así como Begoña Villacís con su pareja, Juan Cañada. La celebración posterior tuvo lugar en Las Arroyuelas, la finca familiar de Carmona heredada por Cayetano, donde los invitados continuaron la fiesta en un ambiente más distendido.

Aunque todas las miradas estaban puestas en el vestido de novia de Bárbara Mirjan, diseñado por el taller Navascués, con bordados inspirados en la iconografía sevillana y una cola de gran caída, la atención se desvió momentáneamente hacia la hermana del novio, Eugenia Martínez de Irujo, que volvió a demostrar que su estilo es inconfundible.

Eugenia prescinde del vestido y apuesta por un conjunto vanguardista

Eugenia Martínez de Irujo y
Eugenia Martínez de Irujo y Narcís Rebollo llegan a la iglesia del Cristo de los Gitanos. (Europa Press)

En lugar de elegir un vestido tradicional, la duquesa de Montoro sorprendió con un dos piezas de Roberto Diz, uno de sus diseñadores de cabecera. La elección fue tan arriesgada como acertada: un pantalón tobillero rematado con botones forrados en el bajo y un original top de manga larga con diseño escultórico, que incorporaba una especie de cola que rozaba el suelo, aportando movimiento y sofisticación al conjunto.

Fiel a su esencia, Eugenia complementó el estilismo con sandalias de plataforma, un minibolso negro y un tocado con rejilla, que dejaba entrever un maquillaje otoñal: ojos delineados en negro y labios en burdeos, uno de los tonos estrella de la temporada.

No es la primera vez que Eugenia confía en Roberto Diz, el diseñador gallego afincado en Sevilla y uno de los nombres más influyentes en la moda andaluza de alta gama. En la primavera pasada ya apostó por una de sus creaciones —un vestido negro muy llamativo— para la fiesta del décimo aniversario de Netflix. Diz es conocido por vestir a figuras destacadas de la jet set como Isabel Preysler, Carla Pereyra, Alejandra Osborne, Blanca Suárez o Paz Vega, y mantiene además una relación profesional estrecha con Inés Domecq, fundadora de IQ Collection y esposa de Javier Martínez de Irujo, sobrino de Cayetano.

Un estilo personal que no pasa desapercibido

La elección de Eugenia fue celebrada en redes sociales y entre los asistentes por su frescura y personalidad. Lejos de seguir los códigos más tradicionales, la duquesa apostó por una estética contemporánea, alejada del convencionalismo pero alineada con su trayectoria estilística: elegante, con carácter y siempre original.

En un evento marcado por la elegancia y el peso simbólico, Eugenia Martínez de Irujo volvió a demostrar que sabe cómo destacar sin robar protagonismo, aportando su propio sello en una boda que ha unido historia, familia y moda en uno de los escenarios más emblemáticos de Sevilla.