Una pasajera borracha obliga al aterrizaje de emergencia de un avión en otro destino: “Estaba fuera de control”

Un avión de pasajeros procedente de Gran Bretaña y que viajaba en dirección hacia Egipto se ha visto obligado a desviar su ruta hacia la isla de Creta, donde realizó un aterrizaje imprevisto después de que una mujer británica de 38 años pusiera “el vuelo patas arriba” con su comportamiento ebrio. La pasajera, que viajaba con su esposo y su hijo pequeño, estaba “gravemente intoxicada”, según ha informado el medio británico Daily Mail.

Según este diario, que ha citado los testimonios de varios pasajeros de ese vuelo, la mujer ignoró repetidas instrucciones de la tripulación de cabina y se volvió agresiva, “dejando al personal con pocas opciones más que alertar al capitán”. Otros viajeros describieron a la mujer como “fuera de control”.

Finalmente, el capitán solicitó permiso para desviar el vuelo por razones de seguridad. Poco después, la aeronave aterrizó en el Aeropuerto de Heraclión, en la isla griega de Creta, donde los agentes de policía aguardaban su llegada en la pista.

La mujer fue arrestada en cuanto se abrieron las puertas. Ahora se enfrenta a una denuncia por su comportamiento.

Los episodios de este tipo no son infrecuentes. Todas las semanas hay noticias de vuelos desviados por culpa de algunos pasajeros, ya que, por seguridad, las aerolíneas toman la decisión de aterrizar en el sitio más cercano —o incluso de dar la vuelta— en cuanto alguien arma jaleo en un vuelo o desobedece al personal de la empresa.

Frente a ello, las aerolíneas de toda Europa destacan el impacto de estos episodios, afirmando que el comportamiento disruptivo en el aire “pone en riesgo a los pasajeros y les cuesta a las compañías miles de euros cada vez que un vuelo es desviado”. La frecuencia de incidentes relacionados con pasajeros ebrios parece ir en aumento, ocasionando no solo desvíos inesperados y retrasos, sino también arrestos y sanciones severas.

Esta misma semana, un vuelo de Ryanair que cubría la ruta Londres Luton–Alicante aterrizó de emergencia en Toulouse. El motivo, según comunicaron los responsables, fue que un turista británico integrante de una despedida de soltero, “intentó abrir una salida de emergencia”. Según los testigos, los problemas comenzaron incluso antes del despegue, con varias personas moviéndose por la cabina, cambiando de asientos y desobedeciendo las normas básicas de seguridad. Una vez en vuelo, la situación empeoró debido a discusiones a viva voz y el consumo de alcohol. Una turista relató a The Daily Mail que fue entonces cuando uno de los detenidos trató de mover una puerta de emergencia, describiendo la situación como “aterradora” para el resto de los pasajeros. Tras el aterrizaje de emergencia, las autoridades francesas procedieron a retirar del avión a cinco hombres, permitiendo que el trayecto continuara tras el incidente.

Otro episodio ocurrió en septiembre, cuando un vuelo de Manchester a Ibiza se retrasó a causa de que otro viajero ebrio “se negó a abrocharse el cinturón de seguridad”. La negativa desembocó en una discusión con la tripulación y la intervención forzosa de la policía, mientras “vítores de los frustrados veraneantes” acompañaron la salida del pasajero.