José Antonio Latre, experto en gran consumo: “Si tuviera que invertir, lo haría en fast food o en alta gastronomía prémium, no en la clase media”

La creciente calidad de la oferta y el cambio en los hábitos de consumo convierten a las secciones “ready to eat” en un competidor directo para la hostelería tradicional

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Un restaurante al aire libre
Un restaurante al aire libre (Freepik)

Las secciones de “listo para comer” de los supermercados han dejado de ser una alternativa novedosa pero poco socorrida para convertirse en un auténtico fenómeno de consumo. Lo que hace apenas unos años parecía impensable, como la idea de ver a ejecutivos almorzando platos precocinados dentro de un supermercado en lugar de desplazarse hasta un restaurante para una comida completa, hoy es una imagen cotidiana en grandes ciudades como Madrid o Barcelona.

Así ha describió esta imagen el consultor y experto en gran consumo José Antonio Latre durante su intervención el pasado martes en una conferencia, según recoge el medio especializado Food Retail & Service. El especialista en el mundo del retail aseguró en el acto organizado por la empresa de software centrado en el análisis del sector hostelero Delectatech que este segmento es ya “un competidor clarísimo para la hostelería”. La afirmación resume un giro en los hábitos del consumidor español, que busca calidad y conveniencia a un precio ajustado.

Con la llegada de nuevos productos, el mapa de la hostelería se está reconfigurando. Según Latre, “pasaremos de modelos independientes a grupos con cinco, seis, treinta restaurantes. Si tuviera que invertir, lo haría en fast food o en alta gastronomía prémium, no en la clase media, que está viendo rápidamente reducido su espacio”. Esto significa que tanto las franquicias de comida rápida como los restaurantes de alto nivel cuentan con más margen de adaptación. En cambio, la hostelería intermedia enfrenta un reto mayúsculo: cómo mantener su posición en un mercado cada vez más polarizado.

El salto cualitativo de la comida preparada

La transformación no es solo una cuestión de volumen, sino también de calidad. Según Latre, “ya no hablamos de un producto industrial, congelado o refrigerado. Vamos hacia una comida preparada fresca, casi casera”. Según datos aportados por Xavier Mallol, CEO de Delectatech, “las secciones de comida preparada ya aglutinan el 12% del mercado”, destaca Food Retail & Service. Una cifra nada despreciable que confirma la magnitud de esta tendencia.

Una camarera atiende a un
Una camarera atiende a un cliente. (Freepik)

Latre advierte de las consecuencias para los productores tradicionales: “Si fabricas ingredientes, tienen un problema estructural. La gente ya no cocina, vamos hacia una cocina de ensamblaje a partir de elementos semipreparados”.

Inflación, costes y un consumidor que se reinventa

La hostelería no solo lidia con la competencia del retail. También debe soportar una inflación disparada y el incremento de costes asociados a los salarios con la subida del SMI. Al mismo tiempo, el consumidor medio ajusta sus cuentas. Lejos de recortar a toda costa, busca optimizar su gasto. En palabras de Latre recogidas por el medio especializado: “No estamos ante un ahorro indiscriminado, sino ante un consumo inteligente”. Se exige más valor por el dinero invertido: experiencias memorables a precios razonables. Este escenario coloca a los supermercados en una posición ventajosa, al ofrecer comodidad y precios competitivos sin renunciar a la percepción de calidad.

No todo son amenazas. El turismo continúa siendo un pilar clave para la restauración en España. En 2025 se espera superar las cifras de llegadas de viajeros del año anterior y el gasto por visitante también crece, con un repunte del 7,1% en el mes de agosto, impulsado por la inflación y por una tendencia hacia la premiumización del sector turístico. Esto genera oportunidades para la alta gastronomía y la restauración enfocada en experiencias exclusivas, aunque desplaza al turismo más low cost.