El ascensor de una residencia de ancianos se estropea y los pacientes tienen que ser bajados en sillas por las escaleras

No es la primera vez que esta residencia francesa sufre averías en equipos instalados hace apenas dos años

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Una persona pulsando el botón
Una persona pulsando el botón de un ascensor. (Freepik)

Los ancianos. Esos miembros de la tercera edad que representan mucho más que una etapa de vida. Son aquellos que saben sacar provecho y adquirir experiencia de los acontecimientos pasados, inculcando valores y creencias al resto de la sociedad. Han dedicado gran parte de su vida en crear el presente que ahora existe, y ahora se merecen ser cuidados con amor, calidad y dignidad.

Tener un ascensor funcional en una residencia de ancianos no es un lujo ni algo debatible. Es fundamental para la accesibilidad, la independencia de los residentes con movilidad reducida y la seguridad de todos los individuos, incluido el personal encargado del cuidado. Pero en esta residencia francesa, Thiers de Antibes, esto no está ocurriendo.

El ascensor principal de una residencia de ancianos en Antibes (Francia), utilizado tanto por los residentes como por los servicios de emergencia para acceder a las cuatro plantas del edificio, lleva más de dos semanas averiado. Los cuidadores, familiares y residentes del lugar reportan averías frecuentes que complican la vida diaria de todos.

No es la primera vez que ocurre

Esta situación es aparentemente recurrente, a pesar de que el hospital vinculado con la residencia declaró que los equipos llevan instalados apenas dos años. Las primeras denuncias se hicieron de manera repetida ya en 2019. “Durante todo el mes de agosto, los ascensores dejaron de funcionar, lo que obligó a los residentes a confinarse y a reducir sus actividades. La vida cotidiana era muy difícil”, declaró un familiar de un residente al medio regional Nice-Matin.

Desde mediados de septiembre, el sistema de ascensores ha vuelto a dejar de funcionar. “En cuanto a mi madre, vengo a verla todos los días, así que no hay problema. Pero algunas personas están aisladas o muy debilitadas. Este colapso puede ser muy difícil de sobrellevar”, continuó declarando el hombre entrevistado por el diario francés.

Consecuencias de la avería del ascensor

Además del confinamiento y la reducción de actividades de los residentes, estas averías están causando otros miedos y consecuencias reales.

Por ejemplo, los servicios de emergencia no pueden desplazar con seguridad a los ancianos, al no disponer de un ascensor donde quepa una camilla médica. “Tenemos que cargar a la persona en una silla para bajarla. No es nada fácil, pero nos adaptamos”, confiesa un paramédico.

Además, otro miedo constante es que se provoque un incendio, ya que la avería del ascensor complicaría de forma rotunda una evacuación rápida y eficaz de los residentes.

El ex-consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid Alberto Reyero ha declarado ante el juez que instruye una de las causas sobre muertes en residencias durante la primera ola de la pandemia que los protocolos de derivación de residentes a hospitales aplicaron criterios discriminatorios en la atención sanitaria. Tras concluir la declaración, el ex-consejero ha reiterado que él no elaboró los protocolos y que tendrían que "ser otros autores o las propias personas de la Consejería de Sanidad los que tendrán que decir cuál fue el proceso de elaboración de esos protocolos".

La respuesta a las denuncias por parte del hospital responsable

El hospital de Antibes se ha encargado de señalar que no se trata de una “avería permanente”: “Se están realizando intervenciones técnicas y estamos haciendo todo lo posible para que la situación se resuelva rápidamente” explicaron a Nice-Matin.

Además, los responsables del hospital han querido calmar la situación comunicando el posible y actual acceso al lugar de bomberos y personal de ambulancias, que no han dejado de acudir si se necesita, así como la realización de actividades que se han mantenido y adaptado a las circunstancias.