Dos consejos clave para mantener cálida la casa sin encender la calefacción, según expertos: “Será más acogedora de inmediato”

Estos sencillos trucos reducirán la factura de energía y luz

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Expertos recomiendan trucos sencillos para
Expertos recomiendan trucos sencillos para mantener el calor en los hogares sin poner la calefacción (Imagen Ilustrativa Infobae)

Con la llegada del frío en las próximas semanas, muchas familias empiezan a considerar las distintas formas de mantener el hogar caliente y acogedor. Aunque haya quienes lo pospongan lo máximo posible, tal vez, los más frioleros, ya estén pensando en cómo conciliar con el incipiente frío de otoño. Con el alto precio de la luz, sin embargo, muchas personas se lo piensan dos veces antes de gastar energía, buscando otras formas de entrar en calor. Expertos recomiendan una serie de consejos para ahorrar en la factura de la luz y conservar el calor en nuestros hogares. Todos estos consejos están diseñados por los especialistas para ofrecer alternativas sostenibles y económicas a la cuestión del frío, en un contexto social donde los precios de la luz y la energía se han visto considerablemente disparados.

En primer lugar, utilizar una manta eléctrica o un calefactor eléctrico para mantenerse calentito. Según informa Matthrew Knight, líder en la división de Energía y Gas de Siemens, involucrado en desarrollo de proyectos energéticos y de transmisión eléctrica, el uso de las mantas y calefactores eléctricos pueden ser una forma de ahorrar considerablemente en energía.

Los expertos recomiendan el calefactor
Los expertos recomiendan el calefactor o la manta eléctrica para entrar en calor durante el invierno y reducir la factura de la luz (Freepik)

En un video compartido por la organización de consumidores Which?, el señor Knight explicó las diferencias de precio entre distintos sistemas de calefacción en Reino Unido. Según sus cálculos, mantener la calefacción central encendida cuesta entre 1,50 y 2,50 libras por hora, lo que equivale aproximadamente a 1,70 – 2,90 euros por hora al cambio actual. En contraste, un calefactor eléctrico supondría alrededor de 0,50 libras por hora, es decir, unos 0,60 euros por hora. La comparación pone de relieve que, aunque la calefacción central puede ser más eficiente para calentar toda la vivienda, el uso puntual de un calefactor eléctrico puede representar un ahorro significativo en determinadas situaciones.

Sobre las corrientes de aire

En segundo lugar, otro de los consejos que ofrecen los expertos es proteger los hogares de las posibles corrientes de aire. Muchas veces, las corrientes de aire pasan inadvertidas a través de pequeñas grietas u orificios. Una inspección exhaustiva de la casa nos puede ayudar a discernir esos pequeños lugares cotidianos dónde, al generarse corrientes de aire, el frío pasa con una mayor vehemencia y exhaustividad.

Sensación térmica

Emily Symour, editora de energía y responsabilidad, anima a las personas a inspeccionar sus hogares para descubrir esos pequeños resquicios donde se cuela el aire. De esta manera, podrán cubrirlos de inmediato antes de que llegue el frío. Asimismo, sugiere que las distintas áreas a revisar incluyan marcos de ventanas y puertas, ya que son lugares muy propensos a las corrientes de aire. Si bien, incluso durante los meses de invierno, las casas deben ventilarse a diario, el resto del día es preferible que todas las ventanas y puertas estén cerradas.

El último consejo proviene de James Aitchison, un investigador de Which? dedicado a la energía. El medio digital Express recoge su valioso testimonio: “si tienes una tarifa variable, deberías considerar cambiar a una tarifa fija. Tener una tarifa fija significa que se le cobrará un monto fijo por sus unidades de gas y electricidad, lo que significa que estará protegido de cualquier aumento de precio que pueda ocurrir durante los meses de invierno”.

Más allá de la elección entre calefacción central o eléctrica, los expertos recuerdan que la clave para reducir costes está en mantener el calor dentro de la vivienda. Pequeñas medidas como mejorar el aislamiento, cerrar rendijas en puertas y ventanas, utilizar cortinas gruesas o alfombras, y calentar solo las estancias en uso, pueden marcar la diferencia tanto en la factura energética como en la sensación de confort durante el invierno.