Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba, a los 77 años: los tres enfrentamientos que le separaron de Cayetano y alteraron su tranquilidad

Los hermanos, conocidos por sus personalidades opuestas y algún que otro desencuentro, atraviesan una etapa de tranquilidad

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El Duque de Alba, Carlos
El Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart durante la presentación de la biografía de Luis Martínez de Irujo celebrada en el Palacio de Liria. (Foto de archivo/Europa Press)

Este jueves 2 de octubre, Carlos Fitz-James Stuart cumple 77 años. Y lo hace en un momento de calma, o al menos de tregua, en lo que es el agitado mundo de la Casa de Alba. El actual duque ha logrado asentarse en su papel al frente de una de las sagas nobiliarias más icónicas de España, un trabajo nada fácil debido al gran legado de su madre y, por si no fuera poco, ha conseguido limar asperezas con su hermano pequeño, Cayetano, con quien las fricciones han acaparado titulares durante años.

Si algo ha caracterizado la relación entre Carlos y Cayetano es la tensión constante. Si bien compartieron ese gran amor materno, sus personalidades no podían ser más distintas. Mientras que el duque de Alba es discreto, metódico y tradicional; el conde de Salvatierra destaca por ser un tanto más impulsivo y emocional, además de cercano a los medios. Entre ellos hubo silencios largos, distancias difíciles y, por suerte, también momentos de reconciliación.

La última muestra de ese acercamiento es que Carlos no faltará a la boda de Cayetano con Bárbara Mirjan, una señal de que las aguas bajan menos turbias. Aun así, es imposible no mirar atrás y recordar a los tres frentes que más desgastaron su vínculo fraternal.

Cayetano Martínez de Irujo. (Europa
Cayetano Martínez de Irujo. (Europa Press)

El cierre del negocio gourmet

En 2012, el duque de Arjona se encargó de uno de los proyectos más especiales de la Casa de Alba, lanzar una línea de productos gourmet con el sello de la familia. Tras meses de trabajo, se decantó por artículos de calidad que iban desde aceite hasta embutidos, todo ello con el consentimiento de su madre.

La situación cambió precisamente tras el fallecimiento de Cayetana, pues su hijo menor tuvo que pasar el testigo del proyecto a su sobrino Carlos, segundo hijo del actual duque.

La Duquesa de Alba. (Europa
La Duquesa de Alba. (Europa Press)

El problema llegó cuando, a principios de 2025, se decidió cerrar la empresa dentro de una reestructuración empresarial. ¿El detalle? Cayetano asegura que no fue informado. No hubo ningún escándalo público, pero sí una herida para Cayetano, que criticó la decisión en algunas entrevistas. “Mi hermano no cuenta conmigo para nada, pero me he enterado a toro pasado. La verdad es que es una pena”, dijo en Vanitatis.

La apertura de los palacios al público

El actual duque de Alba, Carlos, optó hace un tiempo por abrir al público tres de los palacios familiar, Dueñas, Monterrey y Liria, para acercarlos al público y, de paso, intentar sufragar con la venta de entradas sus costosos mantenimientos.

Si bien muchos vieron en esta maniobra una gran idea, pues seguía los pasos de otras instituciones, Cayetano se mostró totalmente en contra.

Visita de Julio Iglesias a 'OT 2006'. (Mediaset España)

“Es un acto inmoral”, llegó a escribir en su biografía, De Cayetano a Cayetana, acusando a su hermano de diluir el legado de su madre. Según él, abrir las puertas de Liria era como traicionar el carácter íntimo y casi sagrado con el que Cayetana vivió y cuidó esos espacios. “Soy consciente de que la decisión del actual duque de Alba de abrir Liria al público cuenta con buena prensa, pero yo considero que es un acto inmoral. No me manifiesto en contra de todas las decisiones últimas, es más fácil: siento que se pretende diluir el recuerdo de mi madre y su obra. Ella jamás pudo imaginar tal descomposición”, escribió de manera literal.

Palacio de Liria, Madrid (Wikimedia).
Palacio de Liria, Madrid (Wikimedia).

Y añadía: “Mi casa será un escaparate como el de Zara. Las alfombras que con tanto mimo cuidó mi madre, los muebles, las pinturas, nuestras fotos y recuerdos van a ser expuestos previo paso por caja”.

El adiós al que era su hogar, el palacio de Liria

Otra de las grandes grietas sucedió cuando Cayetano tuvo que abandonar su residencia en el Palacio de Liria. Él mismo lo contó con cierta ironía: “Carlos no me echó, me invitó a que me fuera”. Lo entendió, asegura, porque el espacio era necesario para los hijos del actual duque. Pero no fue fácil.

La mudanza tuvo lugar en el año 2015 y, según afirmaron fuentes cercanas en ese momento, “con 52 años y un enorme patrimonio gracias a la herencia, Carlos le dijo a Cayetano que era el momento de vivir de sus propias rentas”.