Si tienes algunos de estos apellidos, puede que tus antepasados fueran huérfanos o niños ilegítimos

Muchos desconocen que portan apellidos heredados por razones históricas y sociales que marcaron generaciones enteras desde la Edad Media hasta hoy

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Si tienes estos apellidos puede
Si tienes estos apellidos puede que tus antepasados fueran huérfanos o niños ilegítimos. (Imagen Composición Infobae)

Los apellidos en España, tal y como los conocemos hoy en día, comenzaron a consolidarse durante los siglos XII y XV como una herramienta administrativa para identificar a los individuos dentro de las comunidades más pobladas. Al principio, se basaban en el nombre del padre (Fernández o Martínez) o en el lugar de origen (Navarro), pero también en el oficio (Herrero, Molina) o en los rasgos físicos (Calvo, Delgado).

Con el paso del tiempo, estas denominaciones dejaron de ser simples etiquetas para convertirse en símbolos de linaje, pertenencia o estatus social. Sin embargo, no todos los apellidos surgieron por tradición familiar, sino que algunos fueron impuestos por instituciones civiles o religiosas para clasificar o revelar el origen de quienes los portaban.

La creadora de contenido, Rocío Girasol, se ha hecho viral en redes sociales al explicar que “si tienes alguno de estos apellidos, puede que tus antepasados fueran huérfanos”, lo que ha despertado el interés de sus seguidores por el significado oculto y la historia que arrastran.

El apellido como símbolo de origen

Según Rocío Girasol, “en España y en muchas zonas de Europa se utilizaban apellidos concretos para señalar a niños que habían sido huérfanos o ilegítimos”, una práctica que se extendió desde el siglo XVI hasta el siglo XIX y que “acababa marcando a esos menores para toda su vida y para las generaciones posteriores”.

Entre estos apellidos, la tiktoker destaca que “los más comunes eran: Expósito, que literalmente significa expuesto o niño dejado en la cuna. Huérfano o Huérfana, ahí directamente”, una denominación que no dejaba lugar a dudas sobre la condición del niño.

Pero la asignación de los apellidos no se limitaba a los más explícitos. “De la Cruz o Cruz, que se utilizaban a veces para proteger a esos niños”, ofrecían una suerte de amparo simbólico. También eran frecuentes “Iglesia o De la Iglesia, cuando el niño había sido abandonado en esta entidad” o “Misericordia o De la Misericordia, cuando los niños habían sido abandonados en un hospicio”.

Topónimos para disimular el origen

Pero no todos los apellidos pretendían señalar directamente el abandono. “También eran muy utilizados apellidos de origen toponímico como del Río, del Monte, de la Vega, etcétera”, explica Rocío, una estrategia que buscaba dar identidad sin estigmatizar.

Aunque “los apellidos variaban según la comunidad”, afirma. En Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana se usaba Trobat, que significa “hallado”, mientras que “en el País Vasco, por ejemplo, era muy utilizado Echevarría, pero también se utilizaba en niños legítimos”, señala la creadora de contenido.

Tráiler 'Ocho apellidos marroquís'

El final de una práctica discriminatoria

El cambio llegó con la Ley del Registro Civil de 1870, que prohibió asignar apellidos que revelaran el origen de los niños abandonados. Desde entonces, se optó por repetir el primer apellido o elegir otros neutros.

Hoy, esos apellidos siguen vivos en miles de familias españolas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 34.000 personas llevan Expósito como primer apellido y más de 37.000 como segundo. Incluso existen casos de ciudadanos registrados como “Expósito Expósito”.