La tiktoker española Ana Alcalde, apodada “Barbie Gaza”, se convierte en el rostro mediático de la Global Sumud Flotilla que avanza hacia Gaza

Con cerca de un millón de seguidores en TikTok, la influencer comparte desde el barco la travesía y las dificultades de la misión humanitaria

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Ana Alcalde en uno de
Ana Alcalde en uno de los barcos de la Flotilla (@familiaabdelkaderoficial)

Ana María Alcalde, conocida en el ámbito religioso como Hanan y apodada en medios como “Barbie Gaza”, ha pasado en pocos días de ser una creadora de contenido con un público consolidado en redes a convertirse en uno de los rostros más seguidos de la flotilla internacional que navega hacia la Franja de Gaza. Su cuenta de TikTok, @familiabdelkader, suma ya cerca de un millón de seguidores, una cifra muy superior a la registrada en artículos publicados semanas atrás, cuando se la situaba en torno a los 659.000. El incremento ilustra el interés generado por su participación en el convoy marítimo, rodeado de advertencias diplomáticas y riesgo de interceptación.

Alcalde, originaria de Granada y residente en Ceuta desde hace más de dos décadas, lleva años combinando su vida familiar con la comunicación digital. Está casada con Amin Abdelkader, de origen marroquí, y juntos han formado una familia numerosa con seis hijos: Insaf, Ibra, WiAm, Yasmin, Morad y Yamila. La “Familia Abdelkader” ha sido precisamente el centro de su contenido en redes sociales, donde expone situaciones cotidianas, reflexiones religiosas y mensajes sobre discriminación e islamofobia.

Trayectoria marcada por el compromiso social

Licenciada en Trabajo Social por la Universidad Complutense de Madrid y con estudios de posgrado en políticas de integración, Ana Alcalde ha vinculado su actividad en internet con causas sociales y educativas. Sus vídeos, grabados en casa o en espacios públicos de Ceuta, combinan escenas familiares con mensajes sobre convivencia, diversidad y respeto a la mujer musulmana.

En entrevistas previas y en blogs que han seguido su trayectoria, Alcalde ha relatado cómo su decisión de vestir el velo islámico marcó un punto de inflexión personal y profesional. Ha explicado que en el ámbito laboral encontró obstáculos y actitudes de rechazo que la llevaron a profundizar en la denuncia de prejuicios sociales. Esa línea de activismo digital se ha reforzado ahora con su participación física en la flotilla, un paso que la expone a un escenario internacional de gran visibilidad.

Ana Alcalde en uno de
Ana Alcalde en uno de los barcos de la Flotilla (@familiaabdelkaderoficial)

De la cotidianeidad digital a la primera línea mediática

La cobertura de medios internacionales sobre la Global Sumud Flotilla ha convertido a Alcalde en protagonista involuntaria de titulares, tanto por su papel a bordo como por sus intervenciones públicas. En prensa española y en redes se la ha llegado a apodar “Barbie Gaza”, un apelativo que mezcla admiración, ironía y crítica.

Sus declaraciones desde el barco también han generado controversia. Algunos medios han destacado que ha puesto en cuestión informaciones ampliamente difundidas sobre los ataques del 7 de octubre en Israel, lo que ha desatado críticas en el ámbito político y mediático. El hecho de que esas manifestaciones se produzcan en medio de un convoy humanitario y bajo la mirada internacional ha amplificado su alcance.

La flotilla, bajo vigilancia internacional

La travesía de la Global Sumud Flotilla está siendo seguida de cerca por gobiernos y organizaciones. Israel ha advertido en reiteradas ocasiones que no permitirá el acceso no autorizado a aguas de Gaza, mientras que colectivos de solidaridad internacional defienden el derecho a entregar ayuda humanitaria por mar. Según agencias internacionales, los barcos han entrado en una zona catalogada de riesgo y podrían ser interceptados.

En ese contexto, la presencia de figuras mediáticas como Ana Alcalde añade un componente de comunicación directa con el público. A través de TikTok e Instagram, la tiktoker retransmite fragmentos de la travesía, muestra escenas cotidianas a bordo y transmite mensajes de apoyo a la población gazatí. Los vídeos acumulan decenas de miles de visualizaciones en pocas horas y han multiplicado su notoriedad más allá de España.

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Una familia en el centro del relato

El perfil de la “Familia Abdelkader” no se limita a la presencia digital de Ana Alcalde. Su marido y sus hijos aparecen habitualmente en los vídeos, que combinan humor doméstico, reflexiones sobre religión y defensa de valores de convivencia. Esa fórmula ha consolidado una audiencia que la percibe como una “influencer de familia”, más allá de su militancia política o social.

La decisión de embarcarse en la flotilla, sin embargo, ha llevado esa narrativa a un escenario muy distinto. El relato personal se entrelaza ahora con un conflicto geopolítico de enorme repercusión, en el que la tiktoker española se ha convertido en uno de los rostros más visibles. Su experiencia vital, marcada por la conversión al islam, la crianza en un entorno intercultural y la defensa de la diversidad, se proyecta hoy en la escena internacional a través de un barco en aguas tensas del Mediterráneo oriental.