Un hombre sufre un derrame en el avión y el vuelo continúa: la compañía debe pagarle 10 millones de euros

Un jurado de California determinó que la aerolínea no cumplió con el protocolo de seguridad, pasando por alto la condición del pasajero

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American Airlines deberá pagar 10
American Airlines deberá pagar 10 millones a un pasajero que sufrió un derrame cerebral en un vuelo a Madrid (Europa Press)

Un tribunal federal de California condenó a American Airlines a pagar 10 millones de dólares a un pasajero que sufrió un derrame cerebral a bordo de un vuelo transatlántico y no recibió la asistencia médica adecuada. La decisión, emitida el 18 de septiembre de 2025, llega tras dos años de litigio y pone en el centro del debate la responsabilidad de las aerolíneas frente a emergencias médicas en pleno vuelo.

Según informa el medio digital francés Midi Libre, el caso involucra a Jesús Plesencia, quien en noviembre de 2021 abordó un avión de Miami con destino a Madrid acompañado de su esposa, Marcela Tavantzis. Según la demanda presentada, los primeros signos de un problema de salud aparecieron incluso antes del despegue. Tavantzis alertó a la tripulación, advirtiendo que su marido mostraba síntomas preocupantes. Sin embargo, lejos de activar los protocolos correspondientes, los empleados de la aerolínea minimizaron la situación. Incluso se habrían tomado las advertencias con cierta ligereza, según consta en documentos judiciales.

Zona afectada ante un derrame
Zona afectada ante un derrame cerebral repentino, imagen ilustrativa (Foto: Pixabay)

El piloto autorizó el despegue y durante las ocho horas que duró el vuelo no se solicitó la intervención de personal médico ni se consideró un aterrizaje de emergencia. Fue únicamente al llegar a Madrid cuando Plesencia pudo ser trasladado a un hospital. Para entonces, las secuelas del derrame ya eran severas.

Los abogados de la pareja argumentaron que si el avión se hubiese desviado y el paciente hubiera recibido atención inmediata, el desenlace habría sido distinto. El tribunal les dio la razón, señalando que American Airlines no cumplió con el protocolo exigido en casos de emergencias médicas a bordo. La aerolínea, por su parte, intentó defenderse sosteniendo que Plesencia ya sufría de condiciones preexistentes y que el desenlace no podía atribuírsele enteramente a la falta de acción de la tripulación. Aun así, el fallo fue contundente.

Sobre la indemnización

Tras permanecer tres semanas hospitalizado en España, Plesencia fue repatriado a Estados Unidos. Hoy enfrenta una discapacidad profunda: no puede hablar ni escribir, su capacidad de comunicarse está gravemente limitada y depende de asistencia constante para las tareas más básicas de la vida diaria, desde caminar hasta alimentarse o bañarse. Según el testimonio presentado por sus abogados, sus posibilidades de recuperación habrían sido mucho mayores si hubiera recibido ayuda en las primeras horas del episodio.

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La indemnización de 10 millones de dólares busca reparar, en parte, los daños sufridos por la víctima y su esposa, quien también demandó a la compañía por el sufrimiento causado. El caso pone de manifiesto una cuestión muy sensible dónde, a consecuencia de la falta de agencia de la aerolínea, se revela una falta de responsabilidad. ¿Qué tan preparadas están las tripulaciones para casos de emergencia? Se preguntan algunos usuarios.

En un contexto en el que cada vez más pasajeros de edad avanzada o con problemas de salud vuelan largas distancias, el fallo podría marcar un precedente. No solo porque fija una compensación millonaria, sino porque cuestiona la seguridad del vuelo. La justicia estadounidense envía así un mensaje claro: minimizar señales de alerta médica a bordo puede tener consecuencias legales graves.

American Airlines aún no ha confirmado si apelará el veredicto. Mientras tanto, la historia de Jesús Plesencia y Marcela Tavantzis resuena como una advertencia sobre la importancia de actuar con rapidez ante cualquier sospecha de emergencia médica en pleno vuelo.