Para qué servirá el euro digital: pagos condicionales, por hitos, y por consumo real

Las pruebas del BCE incluyen carteras para menores y soluciones para personas sin cuentas bancarias, ampliando la inclusión financiera en Europa

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FILE PHOTO: European Union flags
FILE PHOTO: European Union flags are reflected in a window at the headquarters of the European Central Bank (ECB) in Frankfurt, Germany, April 21, 2016. REUTERS/Ralph Orlowski/File Photo

Recibir un paquete de una tienda en línea y pagar solo cuando llega en perfectas condiciones, o abonar un curso digital a medida que se completan las lecciones, son ejemplos de cómo el euro digital podría transformar la experiencia de pago en Europa. El Banco Central Europeo ha presentado los avances y casos de uso de esta nueva moneda digital, cuyo objetivo es adaptar el dinero a la era digital y garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a un medio de pago seguro, flexible y universalmente aceptado.

Pagos condicionales, pagos por hitos, y pagos por consumo real

Entre las funcionalidades principales que se han probado destacan los pagos condicionales, los pagos por hitos y los pagos por consumo real. Los pagos condicionales permiten que el dinero solo se transfiera cuando se cumplan ciertas condiciones, como la recepción satisfactoria de un producto comprado en línea. Esta característica aporta mayor seguridad a las transacciones, reduce el riesgo de fraude y disminuye las reclamaciones en las compras digitales. Por su parte, los pagos por hitos se aplican en situaciones como el alquiler de un coche, donde el desembolso se calcula automáticamente según el tiempo de uso, asegurando que el usuario solo pague por lo que realmente consume. Además, el euro digital abre la puerta a modelos de suscripción más flexibles, en los que los usuarios de plataformas de streaming o servicios similares abonen únicamente por el contenido consumido o el tiempo de uso, en lugar de cuotas fijas.

El impacto del euro digital se extiende a los usuarios particulares, quienes se beneficiarían de una mayor seguridad en sus pagos y de una reducción significativa del fraude. Las pruebas realizadas incluyen carteras digitales diseñadas para niños y adolescentes, bajo supervisión, que fomentan el aprendizaje responsable sobre el gasto y el ahorro. También se han desarrollado soluciones adaptadas a personas con menor familiaridad digital o con discapacidades, con el fin de que la plataforma resulte accesible para todos. El euro digital contempla, además, la posibilidad de que ciudadanos sin cuenta bancaria o sin acceso a dispositivos móviles puedan utilizarlo a través de oficinas físicas, reforzando así la inclusión financiera.

Noticias del día 29 de septiembre del 2025.

En el ámbito empresarial y de los servicios públicos, el euro digital promete simplificar la gestión de operaciones complejas. Los pagos condicionados facilitarían la coordinación entre distintos proveedores o permitirían desembolsos escalonados en proyectos que se desarrollan por etapas. Aunque la opción de pagos internacionales con cambio de moneda automático se ha considerado, no estará disponible en la primera versión de la moneda digital. Por otro lado, la automatización de servicios públicos es una de las aplicaciones más destacadas: el euro digital podría agilizar la entrega de becas estudiantiles, ayudas al transporte o servicios culturales, siempre que se verifique el cumplimiento de los requisitos establecidos, lo que reduciría la burocracia y aceleraría los pagos.

El Banco Central Europeo ha subrayado que el euro digital no será dinero programable. Esto significa que no se podrá restringir su uso a determinados productos, lugares o periodos de tiempo. Sin embargo, sí permitirá incorporar funcionalidades que hagan los pagos más inteligentes y seguros, manteniendo siempre el mismo valor que el efectivo o los depósitos bancarios. Además, el supervisor ha asegurado que los pagos con euros digitales están diseñados para preservar el anonimato: el BCE no tendrá acceso a los detalles de las transacciones individuales y los datos personales solo estarán disponibles para bancos o proveedores de servicios de pago.

El impulso al euro digital responde a la necesidad de reforzar la soberanía europea en el sector de pagos, actualmente dominado por grandes empresas tecnológicas y financieras extranjeras como Visa, Mastercard, Samsung o Apple. El BCE busca anticiparse al avance de las stablecoins y a la creciente popularidad de nuevos medios de pago digitales, promoviendo alternativas europeas como Bizum y, ahora, el euro digital.

No obstante, el escepticismo y el desconocimiento persisten entre la ciudadanía. Una parte importante de los europeos sigue prefiriendo el dinero en efectivo por considerarlo más seguro en términos de privacidad. Según una encuesta de la organización europea de consumidores BEUC, el 90% de los ciudadanos desconoce en qué consistirá el euro digital, y quienes sí tienen una opinión priorizan la seguridad, la fiabilidad y la facilidad de uso como requisitos fundamentales para su adopción.