Hamilton despide a su perrito Roscoe, uno más del paddock de Ferrari: “Murió en mis brazos, amado hasta el último segundo”

El piloto comunicó el fallecimiento de su mascota a través de sus redes sociales donde también se han despedido cuentas oficiales como Ferrari o la F1

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Hamilton junto a Roscoe(Instagram/roscoelovescoco)
Hamilton junto a Roscoe(Instagram/roscoelovescoco)

El piloto británico Lewis Hamilton atraviesa uno de los momentos más dolorosos de su vida personal tras anunciar la muerte de su inseparable bulldog inglés, Roscoe. El siete veces campeón del mundo compartió la triste noticia el pasado domingo, revelando que su mascota murió tras una dura batalla contra una neumonía que lo mantuvo varios días con soporte vital.

Hamilton explicó que Roscoe, de 12 años, fue ingresado en un hospital veterinario con serias dificultades respiratorias. Los médicos confirmaron que padecía neumonía y, aunque lograron reanimarlo tras un paro cardiaco, el animal quedó en coma y su estado no mostró mejoras. Finalmente, el piloto se vio obligado a tomar la difícil decisión de despedirse de su fiel compañero. “Es una de las experiencias más dolorosas de mi vida. Roscoe luchó hasta el final. Murió en mis brazos, amado hasta el último segundo”, escribió en redes sociales.

Figura popular

El bulldog era una presencia habitual en el paddock de la Fórmula 1 y había alcanzado gran popularidad, pues su cuenta de Instagram superaba el millón de seguidores y su figura se convirtió en parte del universo de Hamilton, tanto en las carreras como fuera de ellas. No era la primera vez que el piloto se enfrentaba a un duelo similar, en 2020 perdió a Coco, otra de sus mascotas, pero admitió que nunca antes había tenido que recurrir a la eutanasia. “Aunque fue tan difícil, tenerlo fue una de las partes más hermosas de mi vida, amar tan profundamente y ser amado a cambio”, confesó.

Hamilton junto a su perro
Hamilton junto a su perro Roscoe (Instagram/@roscoelovescoco)

La noticia provocó una ola de mensajes de apoyo. Desde la propia escudería de Ferrari, que aseguró que Roscoe “siempre será parte del paddock”, hasta la cuenta oficial de la Fórmula 1, que lo describió como “una estrella por derecho propio”, las muestras de cariño se multiplicaron. Aficionados, colegas y expilotos no tardaron en acompañar a Hamilton en este momento de luto.

Un golpe personal en una temporada complicada

La pérdida llega en un año ya de por si complejo para el británico. Hamilton debutó esta temporada con Ferrari tras poner fin a una etapa de 12 años con Mercedes, pero los resultados han estado lejos de lo esperado. A falta de varias citas para concluir el campeonato de 2025, el piloto ocupa la sexta posición en la clasificación general con 121 puntos y sin victorias ni podios hasta el momento.

Aunque logró imponerse en la carrera sprint del Gran Premio de China, su único triunfo parcial con Ferrari, no ha conseguido subirse al podio en la competición principal. Además, su compañero de equipo Charles Leclerc lo ha superado con frecuencia en las sesiones de clasificación. El monegasco acumula trece duelos ganados frente a cuatro de Hamilton en lo que va de temporada. La inconsistencia del monoplaza y las decisiones técnicas del quipo también han dificultado su adaptación.

Hamilton tras su triunfo en
Hamilton tras su triunfo en la Sprint del GP de China (REUTERS/Edgar Su)

En paralelo, el británico ha asumido el rol de líder en la escudería, buscando aportar su experiencia para mejorar la dinámica. Sin embargo, los analistas coinciden en que su estilo no termina de adaptarse al nuevo coche. Este panorama ha alimentado rumores sobre su futuro, aunque su contrato contempla una extensión opcional más allá de 2026, no se descartan cambios si la alianza no logra dar frutos. Uno de los nombres que ha sonado es el de Carlos Sainz, al que sustituyó el británico y que ha logrado escalar al podio con su Williams antes que el propio Hamilton en Ferrari.

Ahora, con la temporada aún abierta y el reto de reivindicarse con Ferrari, Hamilton afronta una doble batalla, la de mantener su competitividad en un entorno exigente y la de sobrellevar el vacío que deja su inseparable amigo de cuatro patas. Roscoe ya no caminará más por los paddocks, pero quedará en la memoria de los aficionados como una figura que hizo de la Fórmula 1 un lugar un poco más humano.