Familias y docentes se plantan contra las acusaciones de “adoctrinamiento” hechas por Ayuso por el conflicto en Gaza: “Han conseguido el efecto contrario”

Los sindicatos educativos convocan paros para el 3 de octubre en respuesta al “hostigamiento” del Gobierno regional en los centros educativos para que no se realicen actos ni se coloquen símbolos en favor de Palestina

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Alumnos con banderas de Palestina
Alumnos con banderas de Palestina en las inmediaciones de un centro educativo en Madrid. (Rafael Bastante/Europa Press)

El pasado 8 de septiembre empezó el curso escolar en casi toda España, y lo hizo como terminó el anterior, con proclamas por Palestina. A lo largo del país, las aulas de los centros educativos, desde infantil hasta la universidad, se han llenado de símbolos y actos de apoyo al pueblo palestino. La diferencia este curso es que en la Comunidad de Madrid, conforme denuncian los sindicatos y las asociaciones de madres y padres, los centros han recibido presiones para dejar de hacerlo. La semana pasada, los docentes aseguraron que les habían dado un toque de atención desde la Consejería de Educación para que retiraran cualquier apoyo a Palestina de los colegios.

Sergio López, coportavoz del sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza de Madrid (STEM), explica a Infobae España que el curso pasado, en especial a través de la plataforma Educación con Palestina, ya había profesores que llevaban al aula el movimiento de apoyo a Gaza con vídeos y trabajos en el aula sobre los derechos humanos. No obstante, este mes de septiembre la cobertura desde las aulas ha aumentado con nuevas iniciativas, como la lectura de los nombres de los niños fallecidos en Gaza y con la creación de la plataforma Marea Palestina, que planteaba la consigna de que el “el curso no puede empezar con normalidad” pues “cerca de 20.000 niños eliminados en Gaza no van a poder ir al colegio y no van a poder iniciar el curso porque las escuelas están destruidas”. Pero no es todo: para López, la paralización de La Vuelta también marcó un punto de inflexión. “Ya sabemos cuál fue la reacción del Gobierno madrileño y a partir de ahí empezó a oírse la llegada de instrucciones verbales a los centros desde las direcciones, que van en la línea de neutralizar este tipo de protestas”, indica.

“Vemos que un centro, curiosamente el 17 de septiembre, saca una circular que no menciona expresamente el tema del conflicto de Palestina, pero que recuerda que, en el ejercicio de la docencia, se deben respetar los principios de apolítica y recomienda no exhibir ningún tipo de pancartas, murales, banderas”, continúa López, que cuenta que desde el sindicato empezaron a aconsejar a los profesores y directores “que no asuman riesgos que la propia Consejería no asume”. Es decir, no son directrices que puedan defender con la normativa en la mano, sino que “simplemente son presiones”.

Cientos de manifestantes se reúnen en el centro de Madrid para pronunciarse a favor de Palestina (Fede Sáenz)

López se refiere a la carta que la directora del CEIPSO La Luna de Rivas Vaciamadrid dedica al Claustro del centro del municipio madrileño “con el fin de garantizar un ambiente educativo respetuoso, plural, seguro y libre de presiones o posibles conflictos”. En el documento, al que ha tenido acceso Infoabe España, solicita a “todo el personal docente y demás miembros de la comunidad educativa (incluyendo asociaciones de padres/madres, personal no docente) que se abstengan de promover, exhibir o participar en manifestaciones políticas visibles dentro del centro que no formen parte del currículo legalmente establecido ni de las actividades aprobadas formalmente”. Añade que en el centro no se permiten “banderas o pancartas políticas, murales con mensajes de apoyo o crítica política, distribución de propaganda, uso de símbolos partidistas en espacios visibles del centro”. Por el contrario, explica que sí está permitido “trabajar contenidos relacionados con la paz, los derechos humanos, la convivencia, los conflictos internacionales, etc., siempre desde una perspectiva educativa, reflexiva y con pluralismo, asegurando que no se favorezca ni se imponga una sola visión o causa”.

En ningún punto menciona el conflicto entre Israel y Palestina. Sin embargo, desde la Plataforma de Emergencia Educativa de Rivas consideran que hacen referencia a los ejercicios de reivindicación que tanto profesores como familias han desarrollado desde el inicio de curso. Pero este no ha sido en único episodio que ha tenido lugar en este colegio que imparte Educación Infantil, Primaria y Secundaria.

Desde la plataforma, explican a Infobae España que la semana pasada varias familias colocaron sandías y banderas en la valla del colegio en solidaridad con el pueblo palestino. No fue el único, pues se trataba de un acto coordinado entre todos los centros del municipio. Pero las pancartas y mensajes del CEIPSO La Luna no duraron mucho. Fueron arrancados “de muy malas formas”. En respuesta, a la mañana siguiente, el colegio amaneció decorado con decenas de dibujos de sandías y banderas palestinas que colocaron las familias de los menores. “Esperamos que esto haga recapacitar y rectificar a la directora del centro y que cambie su actitud como escudera de Ayuso”, explican.

Carteles de apoyo a Palestina
Carteles de apoyo a Palestina colgados en el CEIPSO La Luna. (Cedida)

No todos los profesores están sufriendo presiones

Agustina, profesora de Historia en un instituto del ala este de la región, explica en conversación con Infobae España que ella también ha llevado el conflicto al aula y no ha sufrido presiones de ningún tipo. Los martes, igual que miles de docentes a lo largo de todo el país, lleva una camiseta con la que se posiciona a favor de Palestina “para que los alumnos vean nuestro posicionamiento y nos pregunten”. También concilia la concienciación con su materia a través de la explicación del imperialismo. “En realidad, solo consiste en eso, es una cosa muy naif, pero luego esto ha saltado a la luz y parece que estamos haciendo aquí barbaridades, y realmente no tiene más”, explica. Y añade que, de hecho, estas actividades forman parte de su labor como docente: “Me gustaría destacar que no lo hago por capricho, sino porque nos lo exige la ley. Hay una competencia que tenemos que trabajar de forma transversal en todas las materias, que es la competencia cívico-social. Y en ella estamos obligados por ley a trabajar el respeto a los derechos humanos, la igualdad entre las personas, el condenar la violencia...”

A pesar de que ella no ha tenido problemas, sí conoce casos de compañeros que han recibido un toque de atención. “Se ha llamado a centros para pedir nombres de profesores, pero esto no va a nada, se amenaza con expedientes disciplinarios, pero no se ha llegado a materializar nada porque no sería legal”, explica, y apunta que el objetivo ha sido “generar un poco de miedo y que sea una coacción”, pero agrega que solo han recibido una respuesta solidaria y de defensa de la comunidad educativa. “Han conseguido el efecto contrario, porque lo que está pasando es que más profesores están queriendo saber y queriendo involucrarse más”, afirma.

El Gobierno de Ayuso niega las presiones

Desde el Gobierno regional niegan haber “dado ningún tipo de instrucción general sobre banderas o cualquier otro aspecto”, aunque insisten en que “los centros educativos deben ser absolutamente apolíticos”. La presidenta de comunidad, Isabel Díaz Ayuso, dio un paso más allá y declaró que “utilizar los colegios y universidades con fines políticos nos retrotrae a los peores episodios del siglo XX”. Añadió que “van a conseguir únicamente que la bandera palestina se vea como algo negativo si se impone a la fuerza, si se politiza todo” y pidió “dejar de intentar adoctrinar en los colegios”.

“No tiene perdón que la kale borroka lleve a todas partes y el odio y la división guerracivilista a todos sitios. Eso es lo menos responsable. No al adoctrinamiento político en las aulas”, insistió.

Los sindicatos de profesores han recogido el guante. “Educar en derechos humanos no es adoctrinamiento”, le han respondido y han convocado dos paros el próximo 3 de octubre, de 11:30 a 13:30 y de 17:00 a 19:00 horas, bajo el paraguas de los sindicatos de CCOO, CGT, STEM, UGT, CNT, CO.BAS, Solidaridad Obrera y ASC.

Las proclamas de los paros se centran en la protección de la libertad de expresión en el ámbito laboral; la libertad de cátedra; la garantía de que el principio educativo en la cooperación, derechos humanos y la paz, “que hasta está recogido en la LOMLOE y que forma parte de nuestro trabajo de los docentes”; y la garantía de que se pueda ejercer y velar “porque no haya ninguna circular de funcionamiento interno de los centros que restrinja de forma preventiva e indiscriminada ningún derecho fundamental, ya sea libertad de expresión, libertad de cátedra”.

Las asociaciones de familias de alumnos AFA y AMPA, por su parte, han lanzado un comunicado en el que muestran su “rechazo al hostigamiento de la Consejería de Educación a equipos docentes”. En el texto, recuerdan que “educar en derechos humanos no es adoctrinamiento, es uno de los principios básicos de nuestro sistema educativo y de todo nuestro sistema democrático”. En este sentido, señalan que mantiene su apoyo a “aquellas iniciativas que, tanto dentro como fuera de los centros educativos, se lleven a cabo para alzar la voz contra este genocidio”.