Elisabeth de Bélgica y Jorge de Liechtenstein desatan los rumores de romance: la foto viral que revoluciona la realeza europea

Una imagen de los dos jóvenes herederos en Grecia ha sido objeto de gran revuelo internacional al poder tratarse del primer noviazgo entre ‘royals’ en más de 50 años

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Elisabeth de Bélgica y Jorge
Elisabeth de Bélgica y Jorge de Liechtenstein, en montaje de Infobae.

Una imagen captada durante unas vacaciones en Grecia ha desatado una ola de especulaciones en torno a Elisabeth de Bélgica y Jorge de Liechtenstein, dos jóvenes herederos de casas reales europeas. La fotografía, que comenzó a circular en redes sociales desde el viernes pasado, ha provocado un revuelo mediático y ha puesto en el centro de la atención el que sería el primer romance entre royals en más de medio siglo.

La instantánea muestra a Elisabeth, duquesa de Brabante y heredera al trono belga, junto a Jorge, tercero en la línea sucesoria del principado de Liechtenstein. La imagen, compartida inicialmente en el perfil público de Instagram de Jorge, se viralizó rápidamente antes de que el joven cerrara su cuenta, lo que no impidió que la foto se replicara en foros y redes sociales. El impacto fue inmediato, especialmente en Bélgica, donde la figura de Elisabeth genera una atención mediática considerable.

El gabinete de prensa de la Casa Real belga no tardó en pronunciarse, aunque sin ofrecer una confirmación ni un desmentido. “También hemos visto la foto. No sabemos si es producto de la IA. No comentamos asuntos privados”, fue la escueta respuesta oficial remitida al periodista belga Wim Dehandschutter. Esta ambigua postura, habitual en cuestiones personales de la familia real, alimentó las conjeturas sobre la naturaleza de la relación entre los jóvenes.

Un elemento que muchos interpretan como una confirmación implícita del romance provino del entorno familiar. El príncipe Emmanuel, hermano menor de Elisabeth, publicó en su cuenta privada de Instagram un mensaje directo: “Respeta la privacidad. Demuestra empatía. ¡No es tan complicado!”, escribió en defensa de la princesa. Este gesto, difícil de entender si la imagen fuera una simple manipulación digital o reflejara solo una amistad, reforzó la percepción de que la relación va más allá de lo meramente amistoso.

Elisabeth Bélgica y Jorge de
Elisabeth Bélgica y Jorge de Liechtenstein, durante unas vacaciones en Grecia. (Instagram)

Por su parte, la Casa Real de Liechtenstein ha optado por el silencio absoluto, manteniendo su tradicional hermetismo. La familia de Jorge es conocida por su discreción y por el considerable poder político y económico que ostenta en el pequeño principado centroeuropeo. La fortuna de la familia, estimada en unos 10.200 millones de euros, contrasta con la más modesta de la familia real belga, que ronda los 20 millones. No en vano, la de Liechtenstein es la casa real más rica de Europa.

Estrecha relación

El vínculo entre Elisabeth y Jorge no surge de la nada. Ambos se conocen desde la infancia, fruto de la amistad entre sus padres: los reyes Felipe y Matilde de Bélgica y los príncipes Alois y Sophie de Liechtenstein. Actualmente, los dos residen en Estados Unidos, donde cursan estudios universitarios, lo que ha favorecido una mayor cercanía en los últimos tiempos. Elisabeth, tras completar su formación en el UWC Atlantic de Gales y una etapa en la Universidad de Oxford, estudia ahora en la Kennedy School de Harvard, mientras que Jorge ha pasado por centros educativos en el Reino Unido y Suiza, y ha trabajado en Alemania y Estados Unidos.

La preferencia por la privacidad es un rasgo compartido por ambas casas reales. Los reyes belgas han protegido la intimidad de sus hijos desde pequeños, y la elección de Elisabeth de estudiar en el extranjero responde, en parte, al deseo de evitar el escrutinio constante de la prensa nacional. Liechtenstein, por su parte, mantiene una política de máxima discreción, lo que hace improbable una confirmación oficial del romance en el corto plazo.

El posible vínculo entre Elisabeth y Jorge reviste una importancia histórica. De consolidarse, sería el primer romance público entre herederos de casas reales gobernantes en Europa en los últimos cincuenta años. La última unión de este tipo se remonta a 1982, cuando el príncipe Nicolás de Liechtenstein contrajo matrimonio con la princesa Margarita de Luxemburgo. En las últimas décadas, la tendencia entre los herederos europeos ha sido casarse con personas ajenas a la realeza, lo que otorga a esta relación un carácter excepcional.