Así está recuperando una fundación ecologista (con ayuda de Meta) la ‘Doñana madrileña’: “La vida se abre camino en una antigua gravera que es ahora una laguna con 200 especies”

La Fundación Global Nature compró el año pasado 11 hectáreas en un paisaje de Ciempozuelos para recuperar la laguna de Soto Gutiérrez, un ecosistema que era muy rico en aves acuáticas, anfibios y reptiles. Cuenta con la colaboración de la tecnológica dueña de Facebook y de la Comunidad de Madrid

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La laguna de Soto Gutiérrez
La laguna de Soto Gutiérrez (Foto: Santiago M. Barajas)

“La vida se abre camino”, señala orgulloso Ernesto Aguirre. Es el principal responsable de que la laguna de Soto Gutiérrez, ubicada en el municipio de Ciempozuelos y conocida como ‘la pequeña Doñana madrileña’, esté en una nueva fase de recuperación ecológica. El objetivo es que a solo 40 kilómetros de la Puerta del Sol, unas 200 especies de aves acuáticas, anfibios y reptiles formen parte del paisaje. Hasta hace poco, pastos secos, con el consiguiente riesgo de incendio, y 24.000 netros cúbicos de vegetación muerta que contaminaban el ambiente, dominaban el paisaje. Ya no.

La Fundación Global Nature adquirió en noviembre de 2024 unas once hectáreas de terreno para intentar revitalizar este paisaje. La fundación es una entidad sin ánimo de lucro creada por la reputada naturalista y ecologista alemana Marion Hammerl y que en España ahora preside el biólogo y científico Santos Cirujano. Su actividad principal se basa en la conservación de humedales y en la sostenibilidad del sector agroalimentario. “Este suelo en concreto pertenecía a un agricultor de Ciempozuelos que tenía una gravera en desuso. Nos fijamos ya en esta zona en 2022 y han sido dos años de negociaciones para poder adquirir estos terrenos, que tras años de desecación habían perdido hasta el 98% de su capacidad para albergar fauna acuática”, explica Aguirre. Y es que 2021 varias organizaciones ecologistas ya alertaron sobre unas obras de drenaje que comenzaron a dañar la laguna principal del humedal y que dieron como resultado la pérdida del refugio y hábitat de diferentes especies animales y vegetales.

La fundación ha contado con la colaboración económica de la poderosa tecnológica Meta (dueña de Facebook, Instagram, WhatsApp), que cofinancia el proyecto. Este enclave está incluido en la Red Natura 2000 y en el Parque Regional del Sureste, un entorno protegido del valle bajo del río Jarama donde el agua es el elemento natural omnipresente y dominante: se han inventariado un total de 123 humedales que ocupan más de 400 hectáreas. Entre ellas la de Soto Gutiérrez, que por su riqueza ornitológica es similar a la del Parque Nacional de Doñana. De hecho, la base de datos del Inventario Español de Especies Terrestres llegó a establecer la presencia en este humedal madrileño de, al menos, 115 especies de aves.

La zona sur de la
La zona sur de la laguna cuando estaban los pastos secos sin retirar

Pero todas estas aves se habían ido. “La zona había perdido la capacidad de retención del agua, ya que el humedal se nutría con agua de riego de los cultivos colindantes y con el agua de lluvia. Con el paso del tiempo se habían acumulado 24.000 metros cúbicos de carrizo muerto. Las malas hierbas, que crecían desde los campos de cultivo, habían invadido el humedal porque ya no se inundaba”, afirma Aguirre. Así que la primera fase de los trabajos de la fundación, una vez comprados los terrenos, fue retirar la vegetación muerta y llevar a cabo la adecuación del suelo con movimientos de tierra que permitirán unificar la lámina de agua.

Vuelven las aves y se van los jabalíes

La parte norte del humedal tiene tres pequeñas lagunas. Esa zona no fue objeto del desbroce con maquinaria y será declarada una especie de pequeña reserva (pues siempre ha mantenido la lámina de agua). Aquí el trabajo de gestión de la vegetación será manual y muy meticuloso porque ahora mismo es refugio de varias especies de aves, reptiles, anfibios y pequeños mamíferos. “Solo con este primer paso empezaron a llegar las primeras aves”, señala Aguirre. Tanto en el entorno, como dentro del propio vaso lagunar, se han avistado ya aves de gran valor ecológico como el aguilucho lagunero, carriceros comunes, cigüeñas, aves frías, garzas reales, gallinetas comunes, fochas, y el archibebe fino, una curiosidad no solo para la región, sino para el resto de la península, al tratarse de un ave migratoria muy rara de ver en el interior de nuestro país. También ha aparecido el carricerín cejudo, una pequeña ave que vuela desde Polonia a Senegal y ahora podrá hacer un alto en el camino en Ciempozuelos.

Vista del humedal con los
Vista del humedal con los trabajos ya iniciados de desbroce: el agua empezó a correr de nuevo y se se crearon los primeros charcones.

Tras los movimientos de tierra para recuperar la estructura del vaso lagunar, la fundación tuvo que construir una pequeña represa para evitar que el agua de las escurriembres (el agua que escurre de los cultivos vecinos) inundasen la laguna, ya que ha habido maquinaria pesada en los terrenos haciendo trabajos de restauración ecológica. La siguiente fase será una reinundación controlada mediante un sistema de compuertas que garantizará el nivel de agua y permitirá la creación de islas naturales. En la siguiente fase, este mismo año, está previsto construir una arqueta, con puerta hidráulica manual. “Así podremos evitar que el agua se escape, pero en caso de necesidad, podremos abrir y regular el nivel máximo de inundación del humedal”, sentencia Ernesto Aguirre.

En fases posteriores está previsto habilitar observatorios de aves y senderos interpretativos, acercando así la conservación a la ciudadanía y fomentando la educación ambiental y las prácticas universitarias. Todo ello en colaboración con la Comunidad de Madrid. La fundación también quiere hacer un convenio con pastores de la zona para que lleven sus ovejas a pastar en las zonas que no se inunden. “Una buena relación, ellas se alimentan y nosotros mantenemos controladas esas hierbas”. Muchos agricultores han agradecido la recuperación del humedal, ya que las malas hierbas que habían crecido ocultaban una población de jabalíes que dañaban sus cultivos de maíz y cereales.

Vista área de la laguna
Vista área de la laguna de Soto Gutiérrez

Hasta el momento, la iniciativa ha sido presentada en diferentes eventos y ha contado con la colaboración, en gestión y recomendaciones técnicas de diferentes entidades y profesionales del sector, entre los que se cuenta el Ayuntamiento de Ciempozuelos, expertos del Real Jardín Botánico de Madrid, la Asociación Herpetológica de Española, Asociación Iberozoa, Ecologistas en Acción, SEO BirdLife, Fundación Proyecto Lagunero y ornitólogos independientes, entre otros colaboradores. “La fundación ha venido para quedarse y el humedal irá evolucionando. Tenemos una estrategia de custodia y conservación de este humedal permanente en el tiempo”, sentencia Aguirre.