Las frases que los trabajadores del supermercado no soportan escuchar: “Si no quieres terminar de cajera, estudia”

Muchos recuerdan con humos a los clientes que intentan eludir el pago haciendo chistes o los que quieren conseguir sus números de teléfono

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Los cajeros recuerdan las frases
Los cajeros recuerdan las frases que más odian escuchar (Adobe Stock)

Ir a comprar al supermercado se ha convertido en parte de nuestra rutina diaria. En ocasiones, los clientes llegan a conocer a los cajeros y cajeras después de tantos años encontrándose en las cajas de la tienda. Además, los dependientes suelen tener anécdotas divertidas -y otras no tanto- de sus conversaciones con los consumidores.

Así, un grupo de trabajadores de supermercados ha dado de que hablar en redes sociales tras publicar algunas de sus anécdotas durante la jornada laboral. Desde trabajadores que recuerdan comentarios desagradables de algunos clientes hasta otros que les sacan una sonrisa entre tantas limitaciones, ruido y tareas repetitivas.

En el grupo de Facebook llamado “Las perlas de los clientes” los trabajadores cuentas sus anécdotas, con la que muchos usuarios se ven representados. Una de ellas recordó, cuando finaliza su servicio, suele colocar en un cartel de “caja cerrada” en la cinta transportadora, advirtiendo así al último cliente que no atenderá a nadie más. Aunque esta indicación es muy explícita, no es raro que algún que otro cliente le pregunte al cajero “¿Está cerrada?”.

Otro de los casos mencionados dentro del grupo de Facebook es el problema que suele ocurrir en las cajas de compra con escáner. Generalmente estas están bien indicados en todos los supermercados, pero eso no impide que algunos clientes, creyendo que están siguiendo una buena estrategia para ir más rápido que los demás, descarguen el carrito lleno de comestibles en la cinta transportadora de la caja, hasta el momento de la clásica pregunta: “Señoras y señores, ¿Tienen un escáner?“.

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Intentar ligar con el cajero

Otra de las situaciones más repetidas por los cajeros en las redes sociales son los momentos en los que los clientes intentan ser graciosos y repiten los mismos chistes con frecuencia, sobre todo cuando el código de barras no pasa por la caja y el cliente, creyendo que conseguirá hacer reír al empleado, dicen: “Si no pasa es gratis”. Aunque los cajeros y cajeras señalan como uno de los peores clientes los que intentan coquetear con ellos. A veces, mediante el humor, intentan conseguir sus números de teléfono. Uno de los trabajadores de supermercado compartió en su cuenta de X -antes Twitter- una frase que ha oído en varias ocasiones: “Tomo el recibo pero también me gustaría tomar tu número de teléfono”, aunque el cajero advierte de que esta estrategia “nunca ha funcionado”.

Otros usuarios que trabajan en supermercados destacan anécdotas en las que los clientes hacen preguntas sin sentido, como cuando llegan a la puerta automática de una tienda, aunque esta se abra y ellos entren, le preguntan a la persona que se encuentre en la caja: “¿Está abierto?”. A lo que el cajero explica en su publicación: “Si la puerta se abre, está abierto”. Otra de las preguntas que recuerdan los empleados es la que surge al tener que pagar con tarjeta. Una vez al día los clientes, al introducir la tarjeta de crédito demasiado pronto o no responder, en la pantalla del aparato se puede leer “retirar tarjeta”, a lo que preguntan: ”¿Qué hago?“. Lógicamente el cajero responde ”Bueno, retírela usted".

Más allá de las anécdotas divertidas, otros cajeros recuerdan momentos más incómodos, como por ejemplo cuando los clientes intentan todas las artimañas posibles para evitar pagar. Una de las frases que más molestan a los cajeros es cuando el cliente dice “no vi el precio, debe ser gratis” o “de los productos que hay, uno es gratis, ¿Puedo llevarme solo el gratis?”. Por último, también destacan los comentarios hirientes, como cuando los clientes le dicen a sus hijos: “Mira, cariño, si no quieres acabar de cajera y tener que pedir permiso para ir al baño, mejor estudia”