El puerto valenciano era un coladero de droga controlado por el ‘Cártel de los Balcanes’: la mayor operación europea deja 81 detenidos, entre ellos estibadores ‘araña’

Los 18 trabajadores portuarios controlaban el tránsito de la droga entre los narcos suramericanos y los compradores del Este de Europa. Un grupo de policías infiltrados ayudó a desmantelar la mayor red criminal de la historia en un puerto a nivel europeo

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Han sido detenidas un total de 81 personas – tres del cártel de los Balcanes, 17 trabajadores portuarios, nueve camioneros y 17 responsables de cinco empresas, entre otros–, y se han llevado a cabo 59 entradas y registros en diferentes localidades de la provincia de Valencia y en la isla de Ibiza, donde se han incautado más de 4,5 toneladas de cocaína, 365.000 euros en efectivo, numerosos bienes de lujo y diversas armas de fuego

El puerto de Valencia, que ha movido 2.833.919 contenedores en los seis primeros meses del año, se había convertido en un verdadero coladero de la cocaína que llega procedente de Suramérica. La Policía Nacional ha conseguido desarticular una importante red dirigida por el ‘Cartel de los Balcanes’ que había conseguido controlar todo el entremado del puerto para meter alijos. Se trata de la mayor redada antidroga de la historia en un puerto a nivel europeo, con 81 detenidos, entre ellos 18 trabajadores portuarios. La red controlaba toda la infraestructura, desde la estiba hasta el transporte para introducir en España toneladas de cocaína y blanquear los beneficios.

La operación ‘Spider’ se ha saldado con la detención de 81 personas: tres integrantes del cártel, 18 trabajadores portuarios, nueve camioneros y 17 responsables de cinco empresas. Incluso el médico del Centro Portuario de Empleo. También dos ‘notarios’ colombianos que eran los encargados de certificar, por parte de los proveedores, que la mercancía llegaba intacta. Se han llevado a cabo 59 entradas y registros en diferentes localidades de la provincia de Valencia y en Ibiza, donde se han incautado más de 4,5 toneladas de cocaína, 365.000 euros en efectivo, 53 vehículos de alta gama, una embarcación valorada en 400.000 euros, lingotes de oro, diamantes y ocho armas de fuego, entre ellas dos bolígrafos pistola.

La organización contaba con “hombres araña” que se dedicaban a escalar por los contenedores del puerto para acceder hasta la mercancía. Luego empleaban a propietarios de empresas de transporte o concesionarios de vehículos industriales para entrar en el recinto portuario y llevar así la droga. Todo ello con la complicidad de estibadores que trabajaban en el Centro Portuario de Empleo para controlar la ubicación de los contenedores que contenían cocaína, rescatar los alijos de droga y alertar de posibles operaciones policiales. La operación policial permitió descubrir que los estibadores corruptos amañaban exámenes y test de drogas para que pudieran trabajar en el puerto algunos individuos que integraban la red delictiva. La red también falsificaba documentos para que pudieran incorporarse estibadores expedientados por su relación con el narcotráfico, ya que varios de los investigados habían sido detenidos en otras operaciones antidroga.

Cocaína decomisada a la red
Cocaína decomisada a la red del Cártel de los Balcanes que controlaba el puerto de Valencia

Todo estaba planificado. Los colombianos vendían la droga y el Cártel de los Balcanes la compraba para distribuirla por Europa. El puerto de Valencia era la entrada. Para ello, un grupo reducido de trabajadores portuarios ocupaban la cúspide de la red criminal, negociando con los narcotraficantes el pago por cada rescate de droga y derivabando los servicios de extracción de la cocaína a diferentes grupos de estibadores y transportistas. La red era tan compleja que la Policía Nacional consiguió infiltrar a varios agentes en la red. De hecho, los narcos llegaron a encargar a estos policías encubiertos que participaran en tres rescates de droga de los contenedores.

Otras operaciones

Según las investigaciones de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional, los estibadores corruptos habían logrado una posición de privilegio en la logística del puerto para asumir la recuperación de la mayoría de alijos de cocaína que introducían en Valencia las redes sudamericanas de narcotráfico. De hecho, esta operación permitió explotar otras, que derivaron por ejemplo en la detención, en diciembre de 2024, del capitán de la Guardia Civil Jesús Fernández Bolaños por su relación con un alijo de droga, que habría pasado los controles portuarios si no llega a ser por los policías infiltrados.

La operación ‘Spider’ ha necesitado el despliegue de más de 450 efectivos de diferentes unidades, como las Brigadas Provinciales de Policía Judicial y Seguridad Ciudadana de Valencia, la Comisaría General de Policía Judicial, así como el Grupo Especial de Operaciones -GEO-, Grupos Operativos Especiales de Seguridad -GOES-, la Unidad Aérea de la Policía Nacional, la Unidad de Intervención Policial -UIP-, la Unidad de Prevención y Reacción -UPR- y el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas -GOIT-. Hay que tener en cuenta que se han realizado 59 registros en Valencia ciudad y en diversas localidades, como Bétera, Alboraia, Picassent, Chiva, Benetússer, el Perellonet, Balcón de Montroy, la Pobla de Vallbona, Canet de Berenguer, Sueca, Godelleta, Albalat dels Tarongers, Mislata, Aldaia, Puçol, Massamagrell, Massalfassar, Sedaví, Algemesí, Quart de Poblet y Sagunto, y en la isla de Ibiza.

Las estadísticas de aprehensiones de cocaína en los últimos años sitúan al puerto valenciano, junto con los de Barcelona y Algeciras, como las vías principales de entrada de esta droga en España. Y en Europa, los puertos españoles siempre están entre los diez primeros. El Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia, que instruye la causa, ya ha acordado la libertad de 23 de los arrestados.