“Con un top cortito y los genitales al aire”: la Ertzaintza investiga a los monitores de un campamento “transfeminista” por prácticas abusivas

Los monitores defienden que su proyecto se basaba en dar una oportunidad para normalizar todos los cuerpos

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La Ertzaintza investiga a los
La Ertzaintza investiga a los monitores de un campamento ‘trans’ por prácticas abusivas. (Imagen Composición Infobae)

La Ertzaintza investiga a los monitores del campamento de Bernedo (Álava) tras las denuncias de varias familias que acusan a los responsables de obligar a los menores (de entre 13 y 15 años) a convivir con prácticas que califican de “vejatorias” y “abusivas”.

La madre de una de las adolescentes afectadas, que prefiere mantener el anonimato, relató en Más Vale Tarde cómo se enteró de lo que ocurría. “Estaba teniendo bastantes mareos (su hija) y me repite por dos ocasiones que los monitores no le dejan contactar conmigo. La medicación de mi hija no es una aspirina, es una especial y fuerte. Y me mintieron. Me dijeron que había médico y no había. A mi hija le podía haber pasado algo y yo me enteré de chiripa”, denunció.

Tras un mensaje enviado de forma clandestina a través de una compañera, la madre consiguió hablar con su hija cuatro horas después. Entonces, supo más detalles: “Le dije a mi hija que cómo no me lo había contado en el momento. Y me dijo ‘porque las monitoras habían puesto el móvil en altavoz’. Le pregunté si se había sentido presionada y coaccionada y me dijo ‘pues claro’”.

Duchas mixtas y escenas de desnudez

Uno de los episodios más graves descritos por la menor fue el de las duchas compartidas. Según el testimonio de la madre, “entraban en grupos de seis con dos monitoras. Los monitores también desnudos con los chicos. Ella no quería ducharse en esas condiciones y lo dijo varias veces, pero no hubo lugar a discusión porque les obligaron”.

En una carta escrita posteriormente, la joven narró que “el monitor debía ir con un top cortito y los genitales al aire”.

Además, la madre asegura que en ediciones anteriores del mismo campamento ya se habían denunciado situaciones similares con menores tutelados: “Vinieron traumatizados. Les hacían chuparle el dedo gordo al monitor para conseguir la merienda. Y al que no se quisiera duchar desnudo, manguerazos de agua fría”.

El Defensor del Pueblo ha registrado 223 nuevos testimonios de víctimas de abusos sexuales en el entorno de la Iglesia tras la presentación del informe que realizó la institución y hasta el 22 de mayo. De ellos, se han considerado válidos 129 testimonios. (Congreso de los Diputados)

Comunicado de los monitores: “Aceptando las diferencias de cada persona”

Tras la polémica, los responsables del campamento de Bernedo publicaron un comunicado en el que justifican su metodología desde un enfoque ideológico. “Nuestro proyecto educativo se basa en valores transfeministas y busca crear espacios seguros para todas las identidades y cuerpos. Con la diversidad como base, queremos crear un contexto que garantice la coeducación, aceptando las diferencias de cada persona”, explican.

Según defienden, las duchas “no son un simple espacio de higiene, también son una oportunidad para normalizar todos los cuerpos, romper estigmas y liberarse de la vergüenza y la sexualización”.

En el comunicado subrayan que “no obligamos a nadie a desnudarse delante de otras personas y ofrecemos acompañamiento y alternativas personalizadas en cada caso”. Aun así, admiten que la desnudez puede generar “incomodidad en niños, niñas y jóvenes” y aseguran que trabajan con “responsabilidad y compromiso con su seguridad y bienestar”.

Por su parte, la Ertzaintza mantiene abiertas las diligencias y está recopilando testimonios tanto de los menores como de sus familias y de los propios monitores.