Un parque de bomberos cambia los camiones diésel por otros eléctricos y esto es lo que pasa: “Recibimos muchas consultas sobre nuestro caso”

Un año después, todo son ventajas

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Imagen de un camión de
Imagen de un camión de bomberos (Europa Press)

Hace un año, el departamento de bomberos del campus de Garching de la Universidad Técnica de Múnich (TUM), en Alemania, decidió dar un paso pionero en materia de sostenibilidad: sustituir sus tradicionales camiones diésel por dos vehículos eléctricos de última generación. La medida, impulsada por el jefe de departamento, Jürgen Wettlaufer, despertó dudas entre los propios bomberos, que temían problemas de autonomía, fiabilidad y tiempos de carga. Sin embargo, doce meses después, los resultados son más que positivos.

En un principio, la transición no convenció al equipo. Según un estudio interno realizado por la TUM, muchos bomberos mostraron reticencias ante el cambio. Las principales preocupaciones estaban relacionadas con la autonomía de los camiones, los tiempos de recarga, la seguridad operacional y la fiabilidad técnica en emergencias prolongadas.

A pesar de las objeciones, Wettlaufer mantuvo firme su apuesta: invertir en motores de combustión otra vez estaba fuera de discusión.

Un año de experiencia práctica

La apuesta parecía arriesgada, pero tras doce meses de uso los resultados han convencido incluso a los más escépticos. La universidad asegura que los vehículos han supuesto mejoras significativas en el trabajo diario.

Uno de los aspectos más valorados por los bomberos ha sido la reducción del ruido. La bombera Isa Kraus explicaba: “Esto nos permite comunicarnos mucho mejor. Puedes entender la radio y a tus colegas sin problema, lo que supone una gran ganancia en seguridad y confort”.

Además, la desaparición de los gases de escape de los motores diésel ha transformado el ambiente durante las intervenciones. “La mayoría de las unidades y herramientas a bordo funcionan a nivel local libres de emisiones con electricidad de la batería del vehículo. Sólo en operaciones muy largas, de más de media hora, es necesario encender el extensor de alcance para apoyar la bomba de agua”, explican desde la TUM.

Tecnología de última generación

Los vehículos utilizados son de la marca Rosenbauer, especializada en camiones de bomberos innovadores. Cada uno cuenta con dos motores eléctricos que desarrollan una potencia combinada de 360 kW (490 CV), tracción total permanente y una batería de 66 kWh.

A pesar de su peso de 16 toneladas, incluyen un tanque de agua de 2.000 litros y otro de espuma de 125 litros, cumpliendo con los estándares exigidos en la lucha contra incendios.

Noticias del día 24 de septiembre del 2025.

No obstante, no se trata de un modelo 100 % eléctrico. Estos camiones funcionan bajo el concepto de eléctrico de autonomía extendida, similar al del Leapmotor C10 REEV. Además de los motores eléctricos, disponen de un motor diésel de seis cilindros y 225 kW, alimentado con biodiésel, que actúa únicamente como extensor de autonomía. De esta manera, el camión puede seguir operativo incluso si la batería se agota.

El éxito del proyecto refuerza la visión de la Universidad Técnica de Múnich en materia de sostenibilidad y movilidad verde. Para Wettlaufer, la experiencia demuestra que es posible conjugar la seguridad operativa con la reducción de la huella ambiental: “Los camiones eléctricos son una inversión en el futuro y un ejemplo de cómo la innovación puede aplicarse en servicios de emergencia”.

El caso de Múnich podría servir como referencia para otros cuerpos de bomberos europeos. Hasta ahora, la electrificación de vehículos de emergencia había avanzado lentamente, principalmente por el escepticismo en torno a su rendimiento en situaciones críticas. Sin embargo, la experiencia de la TUM demuestra que con la tecnología adecuada y un plan de transición bien diseñado, la movilidad eléctrica también puede aplicarse en entornos tan exigentes como el de la extinción de incendios.