Siete monjes budistas mueren en un accidente de teleférico de camino al monasterio

Algunas evidencias apuntan a que el cable se rompió y provocó la caída del vagón

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Imagen de un teleférico Foto:
Imagen de un teleférico Foto: Costos

La tranquilidad que suele habitar en el monasterio de Na Uyana, en Sri Lanka, se ha visto interrumpida estas últimas horas por una gran tragedia. Siete monjes budistas, de los cuales tres eran extranjeros, murieron la noche de este pasado miércoles 24 de septiembre tras un accidente de teleférico en la cordillera de Dummiya.

El accidente, que ha sido confirmado por la policía local, ha dejado además a cuatro personas en estado muy crítico y a dos con heridas leves. Las víctimas se estaban dirigiendo al monasterio de Na Uyana, que está situado a unos 130 kilómetros al noreste de Colombo, la capital económica de la isla.

Este centro religioso es considerado uno de los más importantes monasterios forestales del país, y cuenta con una extensión de más de 5.000 acres de bosque virgen.

El lugar, que está rodeado de naturaleza, es el hogar de unos 150 monjes budistas que llevan allí una vida de retiro, meditación y estudio. Su nombre proviene del antiguo bosque de palo fierro de Ceilán, una especie autóctona que caracteriza la zona.

El monasterio se encuentra en una zona montañosa de difícil acceso. Debido a la espesa vegetación, tuvieron que instalarse hace unos años pequeños teleféricos para transportar tanto suministros como personas. Estos medios de transporte, aunque son útiles, han sido objeto de críticas en varias ocasiones por la falta de mantenimiento y las dificultades técnicas que suelen presentar.

El origen del accidente: un cable roto

Según las primeras hipótesis de la policía, el accidente se produjo a causa de la rotura del cable principal del teleférico, lo que provocó que la cabaña en la que viajaban los monjes se precipitara al vacío.

Un portavoz policial ha declarado a la agencia AFP que dentro de la cabina se encontraban 13 monjes. Siete de ellos han fallecido, cuatro están en estado crítico y dos lograron escapar con heridas leves.

Las autoridades han confirmado que entre los fallecidos se encontraban monjes de la India, Rusia y Rumanía, lo que pone de relieve la dimensión internacional del monasterio, al que acuden practicantes budistas de todo el mundo.

La noticia ha causado una fuerte conmoción en la comunidad budista de Sri Lanka, un país donde esta religión es mayoritaria y profundamente arraigada. El monasterio de Na Uyana es considerado un referente espiritual, visitado cada año por cientos de peregrinos y practicantes extranjeros.

Desde la comunidad internacional también han comenzado a llegar mensajes de condolencia. Asociaciones budistas han expresado su pesar por lo ocurrido y han recordado la importancia del monasterio como espacio de formación y meditación.

Aunque todavía no hay conclusiones definitivas, algunos ingenieros locales apuntan a una falta de mantenimiento regular, algo frecuente en infraestructuras rurales del país. Se espera que en los próximos días se presenten informes técnicos y que se determinen posibles responsabilidades.

Una tragedia que deja huella

Mientras tanto, en el monasterio de Na Uyana reina el silencio. La tragedia no solo ha dejado un gran vacío en la comunidad local, sino que también ha sacudido al budismo internacional, que ve en este lugar un símbolo de paz y espiritualidad. Estos monjes , que vinieron a este bosque a buscar serenidad, terminaron perdieron la vida de una manera trágica.